sábado, 3 de enero de 2009

Evangelio 4 de enero 2009

Navidad

1ª Lectura
Si 24,1-2
1 La sabiduría se alaba a sí misma y se gloría en medio de los suyos. 2 En la asamblea del altísimo abre su boca y se gloría en presencia de su corte celestial:

Si 24,8-12
8 Entonces me ordenó el creador de todas las cosas, mi hacedor fijó el lugar de mi habitación,
y me dijo: «Pon tu tienda en Jacob, y en Israel ten tu heredad». 9 Desde el principio y antes de los siglos me creó,y existiré eternamente. 10 En su santa tienda, en su presencia, ejercí el ministerio,
y así en Sión me instalé. 11 En la ciudad amada establecí mi residencia, y en Jerusalén tuve la sede de mi imperio. 12 En el pueblo glorioso eché raíces, en la porción del Señor, en su heredad.

Salmo Responsorial
Sal 147,12-13
12 Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión. 13 Él reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de tus murallas;

Sal 147,14-15
14 hace reinar la paz en tus fronteras y te sacia con la flor del trigo; 15 envía sus órdenes a la tierra
y su palabra corre velozmente;

Sal 147,19-20
19 Él anuncia su palabra a Jacob, sus leyes y sus decretos a Israel. 20 Esto no lo ha hecho con ningún otro pueblo,no les dio a conocer sus mandamientos. ¡Aleluya!

2ª Lectura
Ef 1,3-6
3 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales. 4 Él nos ha elegido en Cristo antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables a sus ojos. 5 Por puro amor nos ha predestinado a ser sus hijos adoptivos, por medio de Jesucristo y conforme al beneplácito de su
voluntad, 6 para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.
REDENCIÓN POR CRISTO Y RECAPITULACIÓN EN ÉL
Ef 1,15-18
15 Por lo cual, yo, al conocer vuestra fe en Jesús, el Señor, y el amor a todos los creyentes, 16 no ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría que os revele un
conocimiento profundo de él; 18 que ilumine los ojos de vuestro corazón, para que conozcáis cuál es la esperanza de su llamada, cuál la riqueza de la gloria de su herencia otorgada a su pueblo

Evangelio
Jn 1,1-18
1 En el prinipio existía aquel / que es la Palabra, / y aquel que es la Palabra / estaba con Dios y era Dios. / 2 Él estaba en el principio con Dios. / 3 Todo fue hecho por él / y sin él nada se hizo. / 4 Cuanto ha sido hecho en él es vida, / y la vida es la luz de los hombres; / 5 la luz luce en las tinieblas / y las tinieblas no la sofocaron. / 6 Hubo un hombre enviado por Dios, / de nombre Juan. / 7 Éste vino como testigo, / para dar testimonio de la luz, / a fin de que todos creyeran por él. / 8 No era él la luz, / sino testigo de la luz. / 9 Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. / 10 Estaba en el mundo; / el mundo fue hecho por él, / y el mundo no lo conoció. / 11 Vino a los suyos, / y los suyos no lo recibieron. / 12 A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; / 13 él, que no nació ni de sangre ni de carne, / ni por deseo de hombre / sino de Dios. / 14 Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. / 15 Juan daba testimonio de él / y proclamaba: / «Éste es del que yo dije: / El que viene detrás de mí / ha sido antepuesto a mí, / porque era antes que yo». / 16 De su
plenitud, en efecto, / todos nosotros hemos recibido, / y gracia sobre gracia. / 17 Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. / 18 A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.
II. EL PRIMER VIAJE A JERUSALÉN
(1,19-3,21)

Evangelio 3 de enero 2009

1ª Lectura
1Jn 2,29
29 Si sabéis que él es justo, reconoced también que el que practica la justicia ha nacido de él.

1Jn 3,1-6
1 Mirad qué gran amor nos ha dado el Padre al hacer que nos llamemos hijos de Dios y lo seamos de verdad. Si el mundo no nos conoce, es porque no le ha conocido a él. 2 Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es. 3 El que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. 4 Pero el que peca se enfrenta a la ley, pues el pecado es el quebrantamiento de la ley. 5 Y sabéis que él se ha manifestado para quitar los pecados, y que no hay pecado en él. 6 El que permanece en él, no peca; el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido.

Salmo Responsorial

Sal 98,1
1 Salmo
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra, su santo brazo, le alcanzó la victoria;

Sal 98,3-4
3 se acordó de su amor y su lealtad para con la casa de Israel; todos los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. 4 Aclamad al Señor toda la tierra, alegraos, regocijaos, cantad,

Sal 98,5-6
5 cantad al Señor al son del arpa, al son del arpa y del salterio; 6 al son de los clarines y trompetas
aclamad al rey, el Señor.

Evangelio
Jn 1,29-34
29 Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: «Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30 Éste es de quien yo dije: Después de mí viene uno que es superior a mí, porque existía antes que yo. 31 Yo no lo conocía; pero si yo he venido a bautizar
con agua es para que él se dé a conocer a Israel». 32 Y Juan atestiguó: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre él. 33 Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Sobre el que veas descender y posarse el Espíritu, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo. 34 Yo lo he visto y doy testimonio de que éste es el hijo de Dios».

jueves, 1 de enero de 2009

Evangelio 1 de Enero 2009

Navidad

1ª Lectura
Núm 6,22-27
22 El Señor habló a Moisés: 23 «Di a Aarón y a sus hijos: Así bendeciréis a los israelitas:24 Que el Señor te bendiga y te guarde.25 Que el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su gracia.26 Que el Señor vuelva hacia ti su rostro y te conceda la paz. 27 Así invocarán mi nombre los israelitas y yo los bendeciré».

Salmo Responsorial
Sal 67,2-3
2 Que Dios tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro entre nosotros 3 para que en la tierra se conozca su camino y su salvación en todas las naciones.

Sal 67,5
5 Que canten de alegría las naciones, pues tú juzgas al mundo con justicia y gobiernas los pueblos de la tierra.

Sal 67,6
6 Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Sal 67,8
8 Que Dios nos bendiga y que le rinda honor el mundo entero.

2ª Lectura
Gál 4,4-7
4 Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la condición de hijos adoptivos. 6 Y como prueba de que sois hijos, Dios ha enviado a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡Abba, Padre! 7 De suerte que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por la gracia de Dios.

Evangelio
Lc 2,16-21
16 Fueron deprisa, y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre.17 Al verlo, manifestaron lo que les habían dicho acerca del niño.18 Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 20 Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. Todo tal y como se les había dicho.
21 A los ocho días, cuando debían circuncidarlo, le pusieron el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Evangelio miercoles 31 de Diciembre

Navidad

1ª Lectura

1Jn 2,18-21

18 Hijos míos, estamos en la última hora, y, como habéis oído, el anticristo viene; y ahora ya han surgido muchos anticristos; por eso conocemos que es la última hora. 19 Han surgido de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, hubieran permanecido con nosotros; pero ha sucedido esto para que se manifieste que todos éstos no eran de los nuestros. 20 Vosotros, sin embargo, habéis recibido la unción que viene del Santo, y todos tenéis conocimiento. 21 No os he escrito porque no conozcáis la verdad, sino porque la conocéis y sabéis que ninguna mentira puede proceder de la verdad.

Salmo Responsorial

Sal 96,1-2

1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,11-12

11 Que se alegre el cielo y goce la tierra, que retumbe el mar y todo lo que encierra, 12 que sonrían los campos con sus frutos, que griten de alegría los árboles del bosque

Sal 96,13

13 delante del Señor, porque ya viene, porque viene para gobernar la tierra,

para implantar en el mundo la justicia, y entre todos los pueblos la lealtad.

Evangelio

Jn 1,1-18

1 En el principio existía aquel / que es la Palabra, / y aquel que es la Palabra / estaba con Dios y era Dios. / 2 Él estaba en el principio con Dios. / 3 Todo fue hecho por él / y sin él nada se hizo. / 4 Cuanto ha sido hecho en él es vida, / y la vida es la luz de los hombres; / 5 la luz luce en las tinieblas / y las tinieblas no la sofocaron. / 6 Hubo un hombre enviado por Dios, / de nombre Juan. / 7 Éste vino como testigo, / para dar testimonio de la luz, / a fin de que todos creyeran por él. / 8 No era él la luz, / sino testigo de la luz. / 9 Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. / 10 Estaba en el mundo; / el mundo fue hecho por él, / y el mundo no lo conoció. / 11 Vino a los suyos, / y los suyos no lo recibieron. / 12 A todos los que lo reciben, / a los que creen en su nombre, / les da el ser hijos de Dios; / 13 él, que no nació ni de sangre ni de carne, / ni por deseo de hombre / sino de Dios. / 14 Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /

15Juan daba testimonio de él / y proclamaba: / «Éste es del que yo dije: / El que viene detrás de mí / ha sido antepuesto a mí, / porque era antes que yo». / 16 De su plenitud, en efecto, / todos nosotros hemos recibido, / y gracia sobre gracia. / 17 Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. / 18 A Dios nadie lo ha visto jamás; / el Hijo único, que está en el Padre, / nos lo ha dado a conocer.

martes, 30 de diciembre de 2008

Evangelio 30 de Diciembre 2008

Navidad

1ª Lectura
1Jn 2,12-17
12 Hijos míos, os escribo porque se os han perdonado los pecados por su nombre. 13 Padres, os escribo porque habéis conocido al que es desde el principio. Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno. 14 Niños, os escribo porque habéis conocido al Padre. Padres, os escribo porque habéis conocido al que es desde el rincipio. Jóvenes, os escribo porque sois fuertes, la palabra de Dios está en vosotros y habéis vencido al maligno.

EL AMOR DEL MUNDO Y EL DE DIOS
15 No améis al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo. 17 El mundo pasa, y con él sus deseos insaciables; pero el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.

Salmo Responsorial
Sal 96,7-8
7 Familias de los pueblos, rendid ante el Señor, rendid ante el Señor la gloria y el poder, 8 rendid ante el Señor la gloria de su nombre, presentad vuestra ofrenda y entrad en sus atrios;

Sal 96,8-9
8 rendid ante el Señor la gloria de su nombre, presentad vuestra ofrenda y entrad en sus atrios; 9 adorad al Señor con ornamentos santos, temblad delante de él, oh tierra toda.

Sal 96,10
10 Decid por las naciones: «El Señor es rey, él afirmó el mundo, y no se moverá; él juzga a los pueblos con justicia».

Evangelio
Lc 2,36-40
36 Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. 37 Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en aquel mismo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.
VIDA OCULTA EN NAZARET
39 Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Evangelio lunes 29 de Diciembre

Navidad

1ª Lectura

1Jn 2,3-11
3 Sabemos que le conocemos en que guardamos sus mandamientos. 4 El que afirma que le conoce, pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero el que guarda su palabra, verdaderamente es perfecto en él. 6 En esto sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que está unido debe comportarse como él se comportó. 7 Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído. 8 Es, por otra parte, también un mandamiento nuevo el que os escribo -que es verdadero en él y en vosotros-; porque se disipan las tinieblas y la luz verdadera brilla ya. 9 El que afirma que está en la luz y odia a su hermano está aún en las tinieblas. 10 El que ama a su hermano está en la luz, y no hay en él ocasión alguna de caída. 11 Pero el que odia a su hermano está en las tinieblas, anda en las tinieblas y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Salmo Responsorial
Sal 96,1-2
1 Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra; 2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación;

Sal 96,2-3
2 cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación; 3 publicad su gloria entre las gentes, sus portentos entre todos los pueblos.

Sal 96,5-6
5 Pues los dioses de los otros pueblos no son nada, mientras que el Señor hizo los cielos; 6 su presencia está llena de esplendor y majestad, y su santuario, de potencia y hermosura.

Evangelio
Lc 2,22-35
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, 23 como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, 24 y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. 25 Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, 26 y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. 27 Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, 28 lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: 29 «Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: 30 Mis propios ojos han visto al Salvador 31 que has preparado ante todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel».33 Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: «Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción 35 para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón».

Evangelio 28 de Diciembre

Navidad

Sagrada Familia

1ª Lectura
Si 3,2-6
2 Porque el Señor honra al padre en sus hijos, y confirma el derecho de la madre sobre las hijas.
3 El que honra al padre repara su pecado.4 El que honra a su madre amontona tesoros. 5 El que honra a su padre se alegrará en sus hijos y será escuchado en el día de su oración. 6 El que glorifica a su padre vivirá larga vida, y el que obedece al Señor complace a su madre.

Si 3,12-14
12 Hijo, ayuda a tu padre en su vejez, y no le des disgustos durante su vida. 13 Si llega a perder la razón, sé indulgente con él; no le afrentes tú que estás en pleno vigor. 14 La misericordia con el padre no será olvidada, te servirá de reparación por tus pecados.

Salmo Responsorial
Sal 128,1-2
1 Canción de las subidas Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos. 2 Comerás del trabajo de tus manos, serás feliz y todo te irá bien.

Sal 128,3
3 Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa; tus hijos, como brotes de olivo
en torno a tu mesa.

Sal 128,4-5
4 Así es bendecido el hombre que teme al Señor. 5 Que el Señor te bendiga desde Sión para que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida

2ª Lectura
Col 3,12-21
12 Dios os ama y os ha elegido para que seáis miembros de su pueblo. Por tanto, sed compasivos, bondadosos, humildes, pacientes y comprensivos. 13 Soportaos unos a otros y perdonaos si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que el Señor os perdonó, así también vosotros debéis perdonaros. 14 Pero, por encima de todo, tened amor, que es el lazo de la perfección. 15 Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la que fuisteis llamados para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo viva entre
vosotros con toda su riqueza. Enseñaos y aconsejaos unos a otros con talento. Con profundo agradecimiento cantad a Dios salmos, himnos y canciones religiosas. 17 Y todo lo que hagáis o digáis, hacedlo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

LOS DEBERES FAMILIARES
18 Mujeres, estad sumisas a vuestros maridos, pues eso es lo que debéis hacer como creyentes. 19 Maridos, amad a vuestras esposas y no os irritéis contra ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

Evangelio
Lc 2,22-40
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, 23 como está escrito en la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, 24 y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones. 25 Había entonces en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: El Espíritu Santo estaba en él, 26 y le había anunciado que no moriría sin ver al mesías del Señor. 27 Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él, 28 lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: 30 Mis propios ojos han visto al Salvador 31 que has preparado ante todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel».
33 Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. 34 Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: «Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción 35 para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón».
36 Estaba también la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Se había casado muy joven, y a los siete años de matrimonio había enviudado. 37 Tenía ochenta y cuatro años. Estaba siempre en el templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 38 Se presentó en aquel mismo momento, y daba gloria a Dios hablando del niño a todos los que esperaban la liberación de Israel.

VIDA OCULTA EN NAZARET
39 Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.