sábado, 9 de abril de 2016

Evangelio 9 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 6:1-7
    1 Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana.
    2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas.
    3 Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo;
    4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.»
    5 Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía;
    6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.
    7 La Palabra de Dios iba creciendo; en Jerusalén se multiplicó considerablemente el número de los discípulos, y multitud de sacerdotes iban aceptando la fe.
  • Salmo responsorial

    Salmo 33:1-2, 4-5, 18-19
    1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza;
    2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas;
    4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad;
    5 él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.
    18 Los ojos de Yahveh están sobre quienes le temen, sobre los que esperan en su amor,
    19 para librar su alma de la muerte, y sostener su vida en la penuria.
  • Evangelio

    Juan 6:16-21
    16 Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar,
    17 y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos;
    18 soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse.
    19 Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.
    20 Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis.»
    21 Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Evangelio meditado

Jesús caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca
Pascua


Juan 6, 16-21. Pascua. Cuántas veces, Señor, quiero hacer las cosas solo, a mi manera y no como tu quieres.


Por: Bryan Philpott | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar, y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos; soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis». Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Oración introductoria
Gracias, Señor, por recordarme que no debo temerte. Y es que es tan sutil y persistente la tentación de buscarte en la oración, pero realmente escucharte… hasta donde «no duela o no incomode demasiado». Por eso suplico que envíes la luz de tu Espíritu Santo para que este momento de oración sea un auténtico encuentro contigo.

Petición
Jesucristo, dame la gracia de saberme abandonar en tu Providencia divina.

Meditación del Papa Francisco
Estén bien alerta cuando hay grupos que buscan la destrucción, que buscan la guerra, que no saben trabajar en equipo. Defiéndanse entre ustedes, como equipo, como grupo, y trabajen fuerte allí. Sé que están trabajando muy bien, y muy bien apoyados. Y el Ministerio de Educación, sé que los apoya. Sigan adelante por este camino de trabajar en equipo y defenderse de aquellos que quieren atomizarlos y quitarles esa fuerza del grupo. Que Dios los bendiga.
Pregunta del presentador: ¿Qué mensaje le quiere decir Francisco a estos cinco chicos que lo escucharon y a todos los miles de niños de todo el mundo que están siguiendo ahora esta comunicación? ¿Qué mensaje les quieres dar a todos?
R. Una cosa que no es mía –Jesús la decía muchas veces–: “No tengan miedo”. Nosotros en mi país tenemos una expresión que no sé cómo la traducirán en inglés: “No se arruguen”. No tengan miedo, vayan adelante, tiendan puentes de paz, jueguen en equipo y hagan el futuro mejor porque acuérdense que el futuro está en las manos de ustedes. Sueñen el futuro volando, pero no olviden la herencia cultural, sapiencial y religiosa que les dejaron sus mayores. Adelante y con valentía. Hagan el futuro. (S.S. Francisco, palabras con motivo del lanzamiento de la Plataforma de Scholas, 5 de septiembre de 2014)
Este amor misericordioso de Dios es lo que Simón Pedro reconoce en el rostro de Jesús. El mismo rostro que nosotros estamos llamados a reconocer en las formas en las que el Señor nos ha asegurado su presencia en medio de nosotros: en su Palabra, que ilumina las oscuridades de nuestra mente y de nuestro corazón; en sus Sacramentos, que, de cada una de nuestras muertes, nos vuelven a engendrar a una vida nueva; en la comunión fraterna, que el Espíritu Santo da vida entre sus discípulos; en el amor sin límites, que se hace servicio generoso y atento hacia todos; en el pobre, que nos recuerda cómo Jesús quiso que su suprema revelación de sí y del Padre tuviese la imagen del humillado y crucificado. (Homilía de S.S. Francisco, 10 de noviembre de 2015).
Reflexión
Los discípulos se marcharon por la noche sin "la Luz del mundo". Confiados en el poder y la fuerza propios, ellos pensaban que pudiesen controlar las circunstancias. Pronto su esfuerzo resultó insuficiente; y el mar que creían tan fácil de dominar, incontrolable. ¿Dónde está el Señor? ¿Acaso los ha abandonado? Cristo jamás abandona a los suyos, aunque ellos mismos le hayan dejado en la orilla, y solos se atrevan de afrontar las aguas turbulentas de la vida.

Cristo, desde el monte donde habla con su Padre, les ve luchando en vano contra las tempestades del mundo. Les ve sufrir bregando en su autosuficiencia. Les ama, tiene compasión de ellos y baja de la montaña en su auxilio. Jesucristo hace lo imposible para llegar al lado de sus elegidos. Tanto es así que ni siquiera los discípulos, sus íntimos conocidos, se lo creen; pues piensan que él es un fantasma y le tienen miedo. Cristo, sin ningún regaño, les dice simplemente: "Soy yo. No temáis." y les lleva a un puerto seguro.

Propósito
Dejar a un lado las preocupaciones inútiles al confiar y reconocer la presencia de Dios en mi vida.

Diálogo con Cristo
Cuántas veces, Señor, quiero hacer las cosas solo, a mi manera y no como tu quieres. Soy el hombre fuerte e independiente – lo puedo todo. Luego, me caigo y reclamo al cielo: ¡Señor! ¿por qué me has abandonado? Pero, en realidad, fui yo quien te ha abandonado. Me he olvidado de ti. Fuiste tú el que me creaste, el que me ama y me salva. Sin ti nada puedo. Sé que jamás, ni en la miseria de mi soberbia, me abandonarás. ¡Lucha a mi lado, Señor, en la batalla de hoy!



Hospitalidad Católica te ofrece un servicio fraterno de acompañamiento en torno a la Palabra de Dios, que te ayudará a mirar, enfrentar y sobrellevar aquello que estás viviendo a la luz del Evangelio, que es la LUZ y te permitirá mirar tu situación de una manera nueva, para que encuentres la fortaleza, el gozo, el consuelo y la paz que sólo Dios podrá darte. Consultalos aquí

viernes, 8 de abril de 2016

Evangelio 8 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 5:34-42
    34 Entonces un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín. Mandó que se hiciera salir un momento a aquellos hombres,
    35 y les dijo: «Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres.
    36 Porque hace algún tiempo se levantó Teudas, que pretendía ser alguien y que reunió a su alrededor unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada.
    37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los que le habían seguido se dispersaron.
    38 Os digo, pues, ahora: desentendeos de estos hombres y dejadlos. Porque si esta idea o esta obra es de los hombres, se destruirá;
    39 pero si es de Dios, no conseguiréis destruirles. No sea que os encontréis luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer.
    40 Entonces llamaron a los apóstoles; y, después de haberles azotado, les intimaron que no hablasen en nombre de Jesús. Y les dejaron libres.
    41 Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre.
    42 Y no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas.
  • Salmo responsorial

    Salmo 27:1, 4, 13-14
    1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
    4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
    13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
    14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.
  • Evangelio

    Juan 6:1-15
    1 Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades,
    2 y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.
    3 Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.
    4 Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.
    5 Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?»
    6 Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer.
    7 Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.»
    8 Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:
    9 «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»
    10 Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.
    11 Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron.
    12 Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.»
    13 Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
    14 Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.»
    15 Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Evangelio meditado

Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces
Pascua


Juan 6, 1-15. Pascua. Los cinco panes son, sin duda, una representación de los talentos que Dios nos ha regalado.


Por: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15
Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Oración introductoria
La multiplicación de los panes me recuerda que la abundancia es una característica del auténtico amor. Señor, creo en ti y te amo, por eso, con toda confianza, te pido que me permitas escucharte en esta oración para conocer cuál es el camino que debo seguir para que mi amor, a Ti y a los demás, sea ilimitado.

Petición
Jesús, ayúdame a que mi amor sea incondicional, auténtico, abundante.

Meditación del Papa Francisco
El que ama conoce a Dios; el que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta en su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor por todos. […]
El Señor tuvo compasión de la cantidad de gente que había ido a escucharlo, porque eran ovejas sin pastor, desorientadas. Y hoy mucha gente está desorientada en nuestras ciudades, en nuestros países. Por eso, Jesús les enseña la doctrina y la gente le escucha. Cuando luego se hace tarde y pide que les den de comer, sin embargo, los discípulos responden un poco nerviosos. Una vez más Dios ha llegado primero, los discípulos no habían entendido nada:
Así es el amor de Dios: siempre nos espera, siempre nos sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama tanto, que siempre está dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, 70 veces 7. ¡Siempre! Como un padre lleno de amor y para conocer a este Dios, que es amor, debemos subir por el escalón del amor al prójimo, por las obras de caridad, por las obras de misericordia, que el Señor nos ha enseñado. Que el Señor, en estos días en que la Iglesia nos hace pensar en la manifestación de Dios, nos dé la gracia de conocerle por el camino del amor. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
La multitud se conmueve por el prodigio de la multiplicación de los panes, pero el don que Jesús ofrece es plenitud de vida para el hombre hambriento. Jesús sacia no solo el hambre material, sino esa más profunda, el hambre del sentido de la vida, el hambre de Dios. Frente al sufrimiento, la soledad, la pobreza y las dificultades de tanta gente, ¿qué podemos hacer nosotros? (Homilía de S.S. Francisco, 26 de julio de 2015).
Reflexión
Entre los personajes que intervienen en la escena evangélica, además del Maestro, los apóstoles y la multitud, el muchacho de los panes y los peces pasa muy desapercibido en el relato. Apenas se menciona, pero su presencia y generosidad fueron claves para que Jesús obrara el milagro.

De hecho, cuando Felipe le señala, bien hubiera podido decir: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero no sé si quiera entregarlos y, de cualquier modo, ¿qué es eso para tantos?"

Todos los milagros de Jesús requirieron de la fe de quienes los pedían. Éste, además, requirió de la generosidad de aquel muchacho. Como si quisiera decirnos con ello el evangelista, que para obtener el milagro de la propia conversión o del propio progreso espiritual y humano, siempre se requiere generosidad. Darlo todo, y darlo de corazón.

Igualmente, cuando se trata de la ayuda a los demás, muchas veces tenemos en nuestras cestas los cinco panes y dos peces que necesita nuestro prójimo. A veces es una limosna, a veces es ceder el paso en la calle o una simple sonrisa que devuelva la confianza a nuestros hijos o compañeros de trabajo, después de que hemos sufrido algún percance.

Los cinco panes son, sin duda, una representación de los talentos que Dios nos ha regalado. Sólo en la medida en que los demos a los demás, fructifican y rinden todo cuanto pueden. Si los guardamos para nosotros mismos, pueden echarse a perder. Hay que recordar que el milagro comienza cuando aquel muchacho cedió al Maestro sus panes, para que diera de comer a toda una multitud...

Propósito
En mi siguiente encuentro con Cristo en la Eucaristía, pedirle que abra mi corazón a la compasión hacia el prójimo y al compartir fraterno.

Diálogo con Cristo 
Jesús, ayúdame a saber multiplicar mi amor. Para que el milagro se produzca necesito simplemente ofrecerte lo que tengo, nada más… pero tampoco nada menos. Tú multiplicarás estos pocos o muchos dones para el bien de todos. Con humildad y sencillez te ofrezco mis talentos, consciente de que los he recibido para darlos a los demás.



Hospitalidad Católica te ofrece un servicio fraterno de acompañamiento en torno a la Palabra de Dios, que te ayudará a mirar, enfrentar y sobrellevar aquello que estás viviendo a la luz del Evangelio, que es la LUZ y te permitirá mirar tu situación de una manera nueva, para que encuentres la fortaleza, el gozo, el consuelo y la paz que sólo Dios podrá darte. Consultalos aquí

jueves, 7 de abril de 2016

Evangelio 7 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Hechos 5:27-33
    27 Les trajeron, pues, y les presentaron en el Sanedrín. El Sumo Sacerdote les interrogó
    28 y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.»
    29 Pedro y los apóstoles contestarón: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
    30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero.
    31 A éste le ha exaltado Dios con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados.
    32 Nosotros somos testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado Dios a los que le obedecen.»
    33 Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2, 9, 17-20
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
    17 el rostro de Yahveh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria.
    18 Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
    19 Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.
    20 Muchas son las desgracias del justo, pero de todas le libera Yahveh;
  • Evangelio

    Juan 3:31-36
    31 El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo,
    32 da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta.
    33 El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.
    34 Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida.
    35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano.
    36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.»
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    II Timoteo 1:13-14; 2:1-3
    13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús.
    14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.
    1 Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús;
    2 y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros.
    3 Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús.
  • Salmo responsorial

    Salmo 1:1-4, 6
    1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,
    2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
    3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
    4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.
    6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.
  • Evangelio

    Mateo 18:1-5
    1 En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?»
    2 El llamó a un niño, le puso en medio de ellos
    3 y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4 Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
    5 «Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.

Evangelio meditado

El que cree en el Hijo tiene vida eterna
Pascua


Juan 3, 31-36, Pascua. El hombre no se contenta con las cosas de este mundo porque es el único ser que está abierto a lo infinito.


Por: Juan Gralla | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.

Oración introductoria
Padre mío, creo en tu Hijo Jesucristo, creo en su testimonio y sé que me amas, por eso confío en que me darás tu gracia para que esta oración me lleve a crecer en la fe y en la esperanza para así poder, también, corresponder a tu amor amando a los demás.

Petición
Señor y Dios mío, que la gracia de Cristo resucitado me haga creer con una fe viva y operante.

Meditación del Papa Francisco
Ya en esta vida nosotros participamos de la resurrección de Cristo. Si es verdad que Jesús nos resucitará al final de los tiempos, es también verdad que, en un aspecto, ya estamos resucitados con Él. ¡La Vida Eterna comienza ya en este momento!
Comienza durante toda la vida hacia aquel momento de la resurrección final ¡Ya estamos resucitados! De hecho, mediante el Bautismo, estamos insertos en la muerte y resurrección de Cristo y participamos de una vida nueva, es decir la vida del Resucitado. Por tanto, en la espera de este último día, tenemos en nosotros una semilla de resurrección, como anticipo de la resurrección plena que recibiremos en herencia. Por eso también el cuerpo de cada uno es resonancia de eternidad, por tanto ha de ser respetado siempre; y sobre todo debe ser respetada y amada la vida de todos los que sufren, para que sientan la cercanía del Reino de Dios, de esa condición de vida eterna hacia la que caminamos. Este pensamiento nos da esperanza. Estamos en camino hacia la resurrección. Esta es nuestra alegría: un día encontrar a Jesús, encontrar a Jesús todos juntos. Todos juntos, no aquí en la Plaza, en otra parte, pero alegres con Jesús. Y este es nuestro destino.» (S.S. Francisco, catequesis 4 de diciembre de 2013).
La vida eterna no es una ilusión, no es una fuga del mundo, sino una poderosa realidad que nos llama y compromete a perseverar en la fe y en el amor. (Homilía de S.S. Francisco, 30 de noviembre de 2015).
Reflexión
El hombre no se contenta con las cosas de este mundo. Si ha ganado un millón, quiere más. Si consigue un puesto, busca otro mejor. ¿Por qué nunca quedamos saciados de nada? Porque el hombre es el único ser sobre la tierra que está abierto a lo infinito: puede conocerlo todo y siempre le quedará algo, puede tenerlo todo y siempre habrá algo que le falte.

Este deseo tan profundo sólo se colma definitivamente en la vida eterna. Y, ¿en qué consiste la vida eterna? Dice el evangelista San Juan: Padre, ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo. El cielo es el conocimiento total de Dios. Dios es infinito, por eso, al conocerle a Él nuestra inteligencia alcanza su plenitud y posesión. Y al consistir también en la posesión de Dios, como es el "Ser" por excelencia, rebasa a todos los pequeños "seres" o cosas que tanto nos llaman la atención.

Si es así, queremos esa vida eterna. ¿Cómo podemos alcanzarla? El que haya perseverado en la fe hasta el fin (cf. Mt 10,22; 24,13), obtendrá la vida eterna. Y esa fe, que ahora es oscura, después de la muerte, será luz eterna.

Propósito
Rezar tres padrenuestros para que toda mi familia crezca en la fe y amor a Cristo.

Diálogo con Cristo 
Jesús, gracias por el don de la fe. Ayúdame a ejercitarme en esta virtud a través de todos los acontecimientos ordinarios de la vida y a manifestar en mis palabras y obras mi fe en Ti. Porque quien ha encontrado algo verdadero, hermoso y bueno para su vida, corre a compartirlo por doquier, lo hace sin temor alguno, porque sabe que, así como ha recibido un gran regalo, recibirá también los medios para compartir este don con los demás.





Hospitalidad Católica te ofrece un servicio fraterno de acompañamiento en torno a la Palabra de Dios, que te ayudará a mirar, enfrentar y sobrellevar aquello que estás viviendo a la luz del Evangelio, que es la LUZ y te permitirá mirar tu situación de una manera nueva, para que encuentres la fortaleza, el gozo, el consuelo y la paz que sólo Dios podrá darte. Consultalos aquí

miércoles, 6 de abril de 2016

Evangelio 6 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 5:17-26
    17 Entonces se levantó el Sumo Sacerdote, y todos los suyos, los de la secta de los saduceos, y llenos de envidia,
    18 echaron mano a los apóstoles y les metieron en la cárcel pública.
    19 Pero el Angel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la prisión, les sacó y les dijo:
    20 «Id, presentaos en el Templo y decid al pueblo todo lo referente a esta Vida.»
    21 Obedecieron, y al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar. Llegó el Sumo Sacerdote con los suyos, convocaron el Sanedrín y todo el Senado de los hijos de Israel, y enviaron a buscarlos a la cárcel.
    22 Cuando llegaron allí los alguaciles, no los encontraron en la prisión; y volvieron a darles cuenta
    23 y les dijeron: «Hemos hallado la cárcel cuidadosamente cerrada y los guardias firmes ante las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.»
    24 Cuando oyeron esto, tanto el jefe de la guardia del Templo como los sumos sacerdotes se preguntaban perplejos qué podía significar aquello.
    25 Se presentó entonces uno que les dijo: «Mirad, los hombres que pusisteis en prisión están en el Templo y enseñan al pueblo.»
    26 Entonces el jefe de la guardia marchó con los alguaciles y les trajo, pero sin violencia, porque tenían miedo de que el pueblo les apedrease.
  • Salmo responsorial

    Salmo 34:2-9
    2 Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
    3 en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
    4 Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
    5 He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
    6 Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
    7 Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
    8 Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
    9 Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
  • Evangelio

    Juan 3:16-21
    16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
    17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
    18 El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
    19 Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
    20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
    21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»

Evangelio meditado

Dios mandó a su Hijo para salvar al mundo
Pascua


Juan 3, 16-21. Pascua. No acabamos de darnos cuenta de lo que significa este amor de Dios, inmenso, gratuito, desinteresado, un amor hasta el extremo.


Por: P. Ignacio Sarre | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 3, 16-21
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»

Oración introductoria
Jesús, pongo toda mi libertad en tus manos para que Tú me guíes hacia esa luz que me aleje de las tinieblas. Dedico tiempo al radio, a la música, a la televisión, a los mensajes que me llegan por internet, etc., en vez de buscar con ahínco más y mejor tiempo para mi oración.

Petición
Dios mío, haz que me dé cuenta que lo primero que tengo que buscar en mi día y en mi corazón es tu luz, tu verdad, tu voz de suave y firme Pastor.

Meditación del Papa Francisco
El Evangelio de hoy nos propone las palabras dirigidas por Jesús a Nicodemo: “Dios, amó tanto al mundo, que dio a su Hijo unigénito”. Escuchando esta Palabra, dirigimos la mirada de nuestro corazón a Jesús Crucificado y sentimos dentro de nosotros que Dios nos ama, nos ama de verdad, y ¡nos ama mucho! Esta es la expresión más sencilla que resumen todo el Evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin límites. Así nos ama Dios. […]
San Pablo nos recuerda: “Pero Dios, que es rico en misericordia --no olvidarlo nunca, es rico en misericordia-- por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo”. La Cruz de Cristo es la prueba suprema del amor de Dios por nosotros: Jesús no ha amado “hasta el extremo”, es decir, no solo hasta el último instante de su vida terrena, sino hasta el extremo límite del amor. Si en la creación el Padre nos ha dado la prueba de su amor inmenso dándonos la vida, en la Pasión de su Hijo nos ha dado la prueba de las pruebas: ha venido a sufrir y morir por nosotros. Y esto por amor. Así de grande es la misericordia de Dios, porque nos ama, nos perdona con su misericordia, Dios perdona todo y Dios perdona siempre.
María, Madre de misericordia, nos ponga en el corazón la certeza de que somos amados por Dios. Esté cerca de nosotros en los momentos de dificultad y nos done los sentimientos de su Hijo. (S.S. Francisco, Ángelus del 15 de marzo de 2015).
Compartir el Bautismo significa que todos somos pecadores y que necesitamos la salvación que Dios nos ofrece, todos experimentamos la misma llamada a salir de las tinieblas e ir al encuentro de Dios lleno de misericordia. (Homilía de S.S. Francisco, 20 de enero de 2016).
Reflexión
La oscuridad nos inquieta. La luz, en cambio, nos da seguridad.

En la oscuridad no sabemos dónde estamos. En la luz podemos encontrar un camino. En pocas líneas, el Evangelio nos presenta los dos grandes misterios de nuestra historia.

Por un lado, "tanto amó Dios al mundo". Sin que lo mereciéramos, nos entregó lo más amado. Aún más, se entregó a sí mismo para darnos la vida. Cristo vino al mundo para iluminar nuestra existencia.

Y en contraste, "vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz". No acabamos de darnos cuenta de lo que significa este amor de Dios, inmenso, gratuito, desinteresado, un amor hasta el extremo.

El infinito amor de Dios se encuentra con el drama de nuestra libertad que a veces elige el mal, la oscuridad, aún a pesar de desear ardientemente estar en la luz. Pero precisamente, Cristo no ha venido para condenar sino para salvarnos. Viene a ser luz en un mundo entenebrecido por el pecado, quiere dar sentido a nuestro caminar.

Obrar en la verdad es la mejor manera de vivir en la luz. Y obrar en la verdad es vivir en el amor. Dejarnos penetrar por el amor de Dios "que entregó a su Hijo unigénito", y buscar corresponderle con nuestra entrega.

Propósito
Que mi testimonio de vida, coherente con la Palabra de Dios, ilumine el camino de los demás.

Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por darme la luz para saber tomar el camino que me lleve a la santidad. Ciertamente ese camino no es el más fácil, ni ante los ojos humanos el más bonito o agradable. Es más, hay un temor interno que no me deja abandonarme totalmente en tu providencia, un espíritu controlador que no logro dominar fácilmente. Pero qué maravilla saber que Tú, a pesar de mis apegos, me sigues amando, perdonando, realmente quiero corresponder a tanto amor.

martes, 5 de abril de 2016

Evangelio 5 de Abril de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 4:32-37
    32 La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos.
    33 Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía.
    34 No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta,
    35 y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad.
    36 José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa: «hijo de la exhortación»), levita y originario de Chipre,
    37 tenía un campo; lo vendió, trajo el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles.
  • Salmo responsorial

    Salmo 93:1-2, 5
    1 Reina Yahveh, de majestad vestido, Yahveh vestido, ceñido de poder, y el orbe está seguro, no vacila.
    2 Desde el principio tu trono esta fijado, desde siempre existes tú.
    5 Son veraces del todo tus dictámenes; la santidad es el ornato de tu Casa, oh Yahveh, por el curso de los días.
  • Evangelio

    Juan 3:7-15
    7 No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto.
    8 El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»
    9 Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?»
    10 Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas?
    11 «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.
    12 Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?
    13 Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
    14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
    15 para que todo el que crea tenga por él vida eterna.

Evangelio meditado

Tienes que nacer de lo alto
Pascua


Juan 3, 7-15. Pascua. Tal vez se acordaría de aquellas palabras que escuchó de Jesús y que ahora comprendía con el corazón.


Por: Misrael Cisneros | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 3, 7-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "No te asombres de que te haya dicho: Tienes que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu". Respondió Nicodemo: "¿Cómo puede ser eso?" Jesús le respondió: "Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen al decirles cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les digo cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna".

Oración introductoria
Señor, creo en Ti. Humildemente te suplico que permitas que esta meditación me ayude a comprender que tu Palabra es mi luz y mi fortaleza, el alimento de mi alma, la fuente perenne de mi vida espiritual.

Petición
Señor, enséñame a renacer en la nueva familia de Dios: tu Iglesia.

Meditación del Papa Francisco
No se comprende bien si no entendemos lo que Jesús nos dice en el Evangelio. Jesús dice a los judíos: "Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que soy yo". En el desierto ha sido por tanto elevado el pecado, pero es un pecado que busca la salvación, porque se cura allí. El que es elevado es el Hijo del hombre, el verdadero Salvador, Jesucristo.
El cristianismo no es una doctrina filosófica, no es un programa de vida para sobrevivir, para ser educados, para hacer las paces. Estas son las consecuencias. El cristianismo es una persona, una persona elevada en la Cruz, una persona que se aniquiló a sí misma para salvarnos; se ha hecho pecado. Y así como en el desierto ha sido elevado el pecado, aquí que se ha elevado Dios, hecho hombre y hecho pecado por nosotros. Y todos nuestros pecados estaban allí. No se entiende el cristianismo sin comprender esta profunda humillación del Hijo de Dios, que se humilló a sí mismo convirtiéndose en siervo hasta la muerte y muerte de cruz, para servir. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de abril de 2014, en Santa Marta).
El diálogo un poco misterioso entre Jesús y Nicodemo, sobre el segundo nacimiento, sobre tener una vida nueva, diferente de la primera. En este itinerario de la franqueza, el verdadero protagonista es precisamente el Espíritu Santo, porque Él es el único capaz de darnos esta gracia de la valentía de anunciar a Jesucristo. Y esta valentía del anuncio es lo que nos distingue del simple proselitismo. Nosotros no hacemos publicidad para tener más 'socios' en nuestra 'sociedad espiritual', ¿no? Esto no sirve. No sirve, no es cristiano. Lo que el cristiano hace es anunciar con valentía y el anuncio de Jesucristo provoca, a través del Espíritu Santo, el asombro que nos hace avanzar. (Homilía de S.S. Francisco, 13 de abril de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Nicodemo, hombre culto y magistrado judío, ¿comprendió lo que Jesús le dijo? Nicodemo sabía por las escrituras que Moisés levantó una serpiente para librar a su pueblo del veneno de las serpientes, pero no llegaba a comprender que Cristo también sería levantado para librar, no ya a un pueblo concreto con un número determinado de personas, sino que libraría a todos los hombres de las picaduras del pecado. ¿Qué pensó Nicodemo cuando años después vio a Cristo en la cruz? Tal vez se acordaría de aquellas palabras que escuchó de Jesús y que no comprendió porque el Padre revela los secretos del reino a quienes Él se los quiere revelar, pero que ahora ante la figura de Cristo muerto, ya lo comprendería con el corazón y no por el conocimiento que le daba su ciencia.

Nosotros, cristianos del siglo XXI, esperanza de la Iglesia para este nuevo milenio, ya no se nos oculta nada sobre la pasión del Señor. La cruz, como decia el Papa en Dives in Misericordia, “es la inclinación más profunda de la Divinidad hacia el hombre.”

Acompañemos a Cristo resucitado en estas fiestas pascuales, pero recordando que Cristo tuvo que pasar antes sobre la cruz por amor a mí.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, por el bautismo somos ungidos en tu Espíritu. Sin embargo, la preocupación por lo material me domina con demasiada facilidad y no vivo de acuerdo a las grandes bendiciones que he recibido. Por eso confío en que esta oración me lleve a poner en primer lugar lo que Tú quieres, antes que mis planes.

Propósito
Hacer una visita a Cristo Eucaristía para renovar las promesas de mi bautismo