domingo, 9 de noviembre de 2008

Evangelio domingo 9 de noviembre de 2008

Tiempo Ordinario: (2ª Parte)

1ª Lectura

Sap 6,12-16

12 Radiante e inmarcesible es la sabiduría; se deja ver fácilmente por los que la aman y encontrar por quienes la buscan. 13 Ella misma se adelanta y se da a conocer a quienes la desean. 14 El que madrugue para buscarla no se fatigará, pues la encontrará sentada a sus puertas. 15 Porque pensar en ella es perfecta sabiduría, y el que se desvela por ella presto estará sin congoja. 16 Pues va de un lado a otro buscando a los que son dignos de ella y se les aparece benigna en sus caminos, saliendo al encuentro de todos sus pensamientos.

Salmo Responsorial

Sal 63,2

2 Oh Dios, tú eres mi Dios; desde el amanecer ya te estoy buscando, mi alma tiene sed de ti, en pos de ti mi ser entero desfallece cual tierra de secano árida y falta de agua.

Sal 63,3-4

3 Así en el santuario te contemplo para ver tu gloria y tu poder. 4 Tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán;

Sal 63,5-6

5 toda mi vida te bendeciré, en tu nombre levantaré mis manos; 6 me saciaré como en banquete espléndido, mi boca te alabará con labios jubilosos.

Sal 63,7-8

7 Cuando estoy en la cama pienso en ti, en ti medito en los insomnios de la noche, 8 porque tú eres mi auxilio y a la sombra de tus alas me recreo;

2ª Lectura

1Tes 4,13-18

13 Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado, así también reunirá consigo a los que murieron unidos a Jesús. 15 Ved, pues, lo que os decimos como palabra del Señor: nosotros, los vivos, los que estamos todavía en tiempo de la venida del Señor, no precederemos a los que murieron. 16 Porque el Señor mismo, a la señal dada por la voz del arcángel y al son de la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los muertos unidos a Cristo resucitarán los primeros. 17 Después nosotros, los vivos, los que estemos hasta la venida del Señor, seremos arrebatados juntamente con ellos entre nubes por los aires al encuentro del Señor. Y ya estaremos siempre con el Señor. 18 Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

Evangelio

Mt 25,1-13

1 «Entonces el reino de Dios será semejante a diez muchachas, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 2 Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. 3 Las necias llevaron sus lámparas, pero no se proveyeron de aceite, 4 mientras que las sensatas llevaron las lámparas y aceiteras con aceite. 5 Como tardara el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. 6 A medianoche se oyó un grito: Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro. 7 Entonces se despertaron todas las muchachas y se pusieron a aderezar sus lámparas. 8 Las necias dijeron a las sensatas: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se apagan. 9 Las sensatas respondieron: No sea que no baste para nosotras y vosotras, mejor es que vayáis a los vendedores y lo compréis. 10 Mientras fueron a comprarlo, vino el esposo, y las que estaban dispuestas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. 11 Más tarde llegaron también las otras muchachas diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Y él respondió: Os aseguro que no os conozco. 13 Por tanto, estad en guardia, porque no sabéis el día ni la hora».

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