Lecturas del día:
Primera lectura
Jueces 11:29-3929 El espíritu de Yahveh vino sobre Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, pasó por Mispá de Galaad y de Mispá de Galaad pasó donde los ammonitas.30 Y Jefté hizo un voto a Yahveh: «Si entregas en mis manos a los ammonitas,31 el primero que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro cuando vuelva victorioso de los ammonitas, será para Yahveh y lo ofreceré en holocausto.»32 Jefté pasó donde los ammonitas para atacarlos, y Yahveh los puso en sus manos.33 Los derrotó desde Aroer hasta cerca de Minnit (veinte ciudades) y hasta Abel Keramim. Fue grandísima derrota y los ammonitas fueron humillados delante de los israelitas.34 Cuando Jefté volvió a Mispá, a su casa, he aquí que su hija salía a su encuentro bailando al son de las panderetas. Era su única hija; fuera de ella no tenía ni hijo ni hija.35 Al verla, rasgó sus vestiduras y gritó: «¡Ay, hija mía! ¡Me has destrozado! ¿Habías de ser tú la causa de mi desgracia? Abrí la boca ante Yahveh y no puedo volverme atrás.»36 Ella le respondió: «Padre mío, has abierto tu boca ante Yahveh, haz conmigo lo que salió de tu boca, ya que Yahveh te ha concedido vengarte de tus enemigos los ammonitas.»37 Después dijo a su padre: «Que se me conceda esta gracia: déjame dos meses para ir a vagar por las montañas y llorar con mis compañeras mi virginidad.»38 El le dijo: «Vete.» Y la dejó marchar dos meses. Ella se fue con sus compañeras y estuvo llorando su virginidad por los montes.39 Al cabo de los dos meses, volvió donde su padre y él cumplió en ella el voto que había hecho. La joven no había conocido varón. Y se hizo costumbre en Israel:Salmo responsorial
Salmo 40:5, 7-105 Dichoso el hombre aquel que en Yahveh pone su confianza, y no se va con los rebeldes, que andan tras la mentira.7 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,8 dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.10 He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.Evangelio
Mateo 22:1-141 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:2 «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo.3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio;6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron.7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.8 Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos.9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda."10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.11 «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda,12 le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó callado.13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes."14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.»
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