miércoles, 24 de enero de 2018

Evangelio meditado

Abrir el corazón para poder escuchar
Santo Evangelio según San Marcos 4, 1-20. Miércoles III de Tiempo Ordinario


Por: Iván Yoed González Aréchiga, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Me cansa la vida?, ¿busco descanso y no lo encuentro? A Ti vengo, Señor, para detenerme en Ti. Quiero disponer de aquello más alto de que todo hombre puede disponer: tiempo contigo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 4,1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:
"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando, unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era profunda, las plantas brotaron enseguida; pero cuando salió el sol, se quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas; las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar. Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por uno". Y añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír, que oiga".
Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron qué quería decir la parábola. Entonces Jesús les dijo: "A ustedes se les ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera, todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no entenderán; a menos que se conviertan y sean perdonados".
Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola, ¿cómo van a comprender todas las demás? ‘El sembrador’ siembra la palabra.


‘Los granos de la vereda’ son aquellos en quienes se siembra la palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos.
‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces, son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de la palabra, se dan por vencidos.
‘Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen estéril.
Por fin, ‘los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de sesenta; y otros, de ciento por uno".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Alguna vez has escuchado, con atención, hablar a una persona?, ¿alguna vez has asistido a una plática, conferencia, charla? No vayamos lejos, ¿alguna vez has escuchado una homilía o un sermón? Cuando percibes las palabras y las ideas que se presentan, ¿cómo las recibes?, ¿cómo las escuchas?
Existen dos modos de escuchar. Solo uno de ellos es verdadero. Solo uno de ellos es propio del hombre. Antes de referirnos a ellos encontramos primero lo que es tan solo "oír". Consiste en nada menos que en recibir sonidos. Después encontramos el primer modo de escucha. Éste sabe decodificar informaciones. Recibe las ideas y las organiza. Comprende el mensaje mismo. Al final encontramos, sin embargo, el único modo real: es aquél que recibe todo lo que escucha no solo como simples sonidos, pero tampoco ni siquiera como meras informaciones, sino sobre todo como aquello que podría llamarse la palabra de un corazón.
Aquél que sabe reconocer las palabras del corazón de quien escucha, ése sabe verdaderamente escuchar. Aquél que sabe reconocer las palabras del corazón, puede identificar al que tan solo emite solo ideas, pero también al que transmite todo su ser por la palabra.
Quizás si el gentío hubiese buscado mirar más allá de las ideas, quizá si los apóstoles hubiesen mirado más allá de las doctrinas, quizá si yo mismo buscara mirar más allá de las palabras para tocar el corazón, entonces quizás la parábola cesaría de ser parábola para pasar a ser vida.
Tenemos que acostumbrarnos a esto: oír la palabra de Jesús, escuchar la palabra de Jesús en el Evangelio. Leer un pasaje, pensar un poco en qué dice, en qué me dice a mí. Si no oigo que me habla, paso a otro. Pero tener este contacto diario con el Evangelio, rezar con el Evangelio; porque así Jesús me predica, me dice con el Evangelio lo que quiere decirme. Conozco a gente que siempre lo lleva, y cuando tiene un poco de tiempo, lo abre, y así encuentra siempre la palabra justa para el momento que está viviendo. Esta es la primera cosa que quiero deciros: dejad que el Señor os predique. Escuchar al Señor.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de febrero de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Al momento de escuchar, buscaré reconocer las palabras del corazón de quien me habla. Haré lo mismo sea con mis amigos, mis compañeros, mi familia y con Dios mismo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 23 de enero de 2018

Evangelio 23 de Enero de 2018

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Samuel 6:12-15, 17-19
    12 Se hizo saber al rey David: «Yahveh ha bendecido la casa de Obededom y todas sus cosas a causa del arca de Dios.» Fue David e hizo subir el arca de Dios de casa de Obededom a la Ciudad de David, con gran alborozo.
    13 Cada seis pasos que avanzaban los portadores del arca de Yahveh, sacrificaba un buey y un carnero cebado.
    14 David danzaba y giraba con todas sus fuerzas ante Yahveh, ceñido de un efod de lino.
    15 David y toda la casa de Israel hacían subir el arca de Yahveh entre clamores y resonar de cuernos.
    17 Metieron el arca de Yahveh y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda que David había hecho levantar para ella y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión en presencia de Yahveh.
    18 Cuando David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yahveh Sebaot
    19 y repartió a todo el pueblo, a toda la muchedumbre de Israel, hombres y mujeres, una torta de pan, un pastel de dátiles y un pan de pasas a cada uno de ellos, y se fue todo el pueblo cada uno a su casa.
  • Salmo responsorial

    Salmo 24:7-10
    7 ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!
    8 ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh, el fuerte, el valiente, Yahveh, valiente en la batalla.
    9 ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!
    10 ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh Sebaot, él es el rey de gloria.
  • Evangelio

    Marcos 3:31-35
    31 Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a llamar.
    32 Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.»
    33 El les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?»
    34 Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.
    35 Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»

Evangelio meditado

¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Santo Evangelio según San Marcos 3, 31-35. Martes III de Tiempo Ordinario


Por: H. David Mauricio Sánchez Mejía, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, hoy vengo ante Ti a pedir tu ayuda. Aumenta mi fe para creer en tus promesas. Aumenta mi esperanza para poner en tus manos todas mis necesidades. Aumenta mi amor para ser un testimonio de tu bondad. Sin Ti no soy nada; contigo lo puedo todo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a Él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: "Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


Jesús no quiere que le conozcamos simplemente como una figura histórica que vivió hace dos mil años, ni como a un personaje olvidado en un papel que cobra vida si, y sólo si, leemos el libro. ¡No!, Jesús es real, todo el tiempo, real. Es tan real que nos dice cómo llegar a formar parte de su familia. Si Jesús es realmente el hijo de Dios, ¿a quién no le gustaría formar parte de esa familia divina?
Jesús nos dice: "El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre." Suena fácil, pero sabemos por experiencia que no lo es porque, ¿cómo podemos saber que estamos haciendo la voluntad de Dios?
Tenemos los mandamientos y las enseñanzas de la Iglesia, aun así, podemos ir más profundo y discernir la voluntad de Dios para nuestras vidas:
  1. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y no se contradice. No va cambiando de parecer porque se haya levantado con el pie izquierdo. Nos podemos preguntar: ¿hacia dónde me ha dirigido Dios a lo largo de mi vida?, ¿qué me ha pedido?
  2. Dios no nos ha creado islas. Quiere que reconozcamos nuestras limitaciones y pidamos ayuda. Como nadie es buen juez de sí mismo, es necesario que nos acerquemos a personas buenas, de oración, que nos puedan aconsejar a lo largo del camino. El confesor y el director espiritual tienen un papel relevante porque Dios les ha confiado a ellos la dirección de nuestra alma.
  3. Jesús mismo nos dice en el Evangelio: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7,16). Si lo que hacemos nos deja llenos de paz, gozo, plenitud, quiere decir que vamos por buen camino. Si, por el contrario, tenemos sólo inquietud, tal vez se nos ha escapado algo y debemos regresar sobre nuestros pasos y pedir luz al Señor para ver con claridad.
Jesús ya ha puesto todo de sí para que formásemos parte de su familia, ahora, ¿qué pienso poner yo?
[María] siguió a Jesús, escuchando cada palabra que salía de su boca; conservó todo en su corazón y se convirtió en memoria viva de los signos realizados por el Hijo de Dios para suscitar nuestra fe. Sin embargo, no basta sólo escuchar. Esto es sin duda el primer paso, pero después lo que se ha escuchado es necesario traducirlo en acciones concretas. El discípulo, en efecto, entrega su vida al servicio del Evangelio.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de octubre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Me confesaré esta semana.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 22 de enero de 2018

Evangelio 22 de Enero de 2018

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Samuel 5:1-7, 10
    1 Vinieron todas las tribus de Israel donde David a Hebrón y le dijeron: «Mira: hueso tuyo y carne tuya somos nosotros.
    2 Ya de antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías las entradas y salidas de Israel. Yahveh te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el caudillo de Israel.»
    3 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel donde el rey, a Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón, en presencia de Yahveh, y ungieron a David como rey de Israel.
    4 Treinta años tenía cuando comenzó a reinar y reinó cuarenta años.
    5 Reinó en Hebrón sobre Judá siete años y seis meses. Reinó en Jerusalén sobre todo Israel y sobre Judá 33 años.
    6 Marchó el rey con sus hombres sobre Jerusalén contra los jebuseos que habitaban aquella tierra. Dijeron éstos a David: «No entrarás aquí; porque hasta los ciegos y cojos bastan para rechazarte.» (Querían decir: no entrará David aquí.)
    7 Pero David conquistó la fortaleza de Sión que es la Ciudad de David.
    10 David iba medrando y Yahveh el Dios Sebaot estaba con él.
  • Salmo responsorial

    Salmo 89:20-22, 25-26
    20 Antaño hablaste tú en visión a tus amigos, y dijiste: «He prestado mi asistencia a un bravo, he exaltado a un elegido de mi pueblo.
    21 «He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido;
    22 mi mano será firme para él, y mi brazo le hará fuerte.
    25 «Mi lealtad y mi amor irán con él, por mi nombre se exaltará su frente;
    26 pondré su mano sobre el mar, sobre los ríos su derecha.
  • Evangelio

    Marcos 3:22-30
    22 Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios.»
    23 El, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?
    24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir.
    25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir.
    26 Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin.
    27 Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
    28 Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean.
    29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno.»
    30 Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo.»

Evangelio meditado

La fuente del poder.
Santo Evangelio según San Marcos 3, 22-30


Por: H. Luis Adrián Olvera De la Cruz, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración introductoria (para ponerme en presencia de Dios)
Ilumíname, Espíritu Santo, para escuchar lo que quieres de mí y envía tu unción para tomar consciencia sobre mi condición de hijo de Dios. Ayúdame a reconstruir el Reino de Cristo en mi corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3,22-30
En aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús: “Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera”. Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: “¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa. Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno”. Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy nos enfrentamos a uno de esos evangelios que pueden parecer un poco extraños a primera vista y a lo mejor hasta un poco «secos» para orar, pero no por eso debemos dejarlo pasar por alto. Jesús hoy nos quiere hacer una gran revelación, la fuente del poder de Dios.


Normalmente vemos que los objetos sagrados para la Eucaristía se manejan con mucho cuidado y reverencia porque están destinados exclusivamente a custodiar el Cuerpo y la Sangre de Cristo. También es posible observar en muchos lugares cuánto cuidan su templo porque es lugar de encuentro con el Señor. ¡Cuánto más sagrado no serás tú que eres creado a imagen del mismísimo Dios y eres templo del Espíritu Santo! (1 Cor 6:19)
Jesús nos dice que un reino dividido no puede vencer. Por un lado, somos la creación más sagrada de Dios, por otro, somos creaturas llenas de debilidad. ¿Cómo venceremos?
Evidentemente no lo podemos hacer por nosotros mismos, pero sí lo podemos hacer con el poder de Dios. Esa fuente es el Espíritu Santo que lava nuestras manchas, riega el corazón en sequía, es fuego que purifica y repele lejos los enemigos del alma, como dice un antiguo himno de la Iglesia Veni Creator Spiritus.
Hoy, si sientes que Dios te está llamando a reconstruir el reino de tu corazón y a tener una mayor amistad con Él, no le cierres la puerta de tu corazón al mayor poder que puedes tener en tu vida, la fuerza del Espíritu Santo que hace nuevas todas las cosas.
Estamos llamados a ser los colaboradores de Dios en una empresa tan fundamental y única como es testimoniar con nuestra vida la fuerza de la gracia que transforma y el poder del Espíritu que renueva. Dejemos que el Señor nos libere de toda tentación que aleja de lo que es esencial en nuestra misión, y redescubramos la belleza de profesar la fe en el Señor Jesús.
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de febrero de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré en esta semana un tiempo un poco más prolongado a la oración para crecer en amor en mi relación con Cristo y que Él tome el Reino de mi corazón.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

domingo, 21 de enero de 2018

Evangelio 21 de Enero de 2018

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Jonás 3:1-5, 10
    1 Por segunda vez fue dirigida la palabra de Yahveh a Jonás en estos términos:
    2 «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad y proclama el mensaje que yo te diga.»
    3 Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima, de un recorrido de tres días.
    4 Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.»
    5 Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor.
    10 Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 25:4-9
    4 Muéstrame tus caminos, Yahveh, enséñame tus sendas.
    5 Guíame en tu verdad, enséñame, que tú eres el Dios de mi salvación. En ti estoy esperando todo el día,
    6 Acuérdate, Yahveh, de tu ternura, y de tu amor, que son de siempre.
    7 De los pecados de mi juventud no te acuerdes, pero según tu amor, acuérdate de mí. por tu bondad, Yahveh.
    8 Bueno y recto es Yahveh; por eso muestra a los pecadores el camino;
    9 conduce en la justicia a los humildes, y a los pobres enseña su sendero.
  • Segunda lectura

    I Corintios 7:29-31
    29 Os digo, pues, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si no la tuviesen.
    30 Los que lloran, como si no llorasen. Los que están alegres, como si no lo estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen.
    31 Los que disfrutan del mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa.
  • Evangelio

    Marcos 1:14-20
    14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:
    15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.»
    16 Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores.
    17 Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.»
    18 Al instante, dejando las redes, le siguieron.
    19 Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;
    20 y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.

Evangelio meditado

Mirar a Cristo
Santo Evangelio según San Marcos 1, 14-20. Domingo III de Tiempo Ordinario. Ciclo B.


Por: H. José Romero, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, hoy vengo ante Ti para encontrarme contigo. Quiero estar atento para escuchar lo que me quieres decir. Eres mi Creador y mi Padre. Tú sabes cuánto te necesito y cuánto quiero seguirte. Ayúdame porque yo solo nada puedo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio”
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
Palabra del Señor.