miércoles, 3 de septiembre de 2025

Lecturas 3 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:1-8

    1Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano,
    2a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, estén con vosotros.
    3Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros,
    4al llegarnos noticias de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos,
    5a causa de la esperanza en lo que os está reservado en los cielos. De ello ya habéis sido instruidos al recibir la palabra de la verdad, el Evangelio
    6que os llegó y que da fruto y crece entre vosotros como en todo el mundo, desde el día en que oísteis y conocisteis de verdad la gracia de Dios.
    7Así lo aprendisteis de Epafras, nuestro amado compañero en el servicio, que hace las veces de nosotros como fiel ministro de Cristo
    8y que también nos manifestó vuestro amor en el Espíritu.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 52:10-11

    10
    Yo, como verde olivo en la Casa de Dios,
    espero en la misericordia de Dios, por siempre, sin fin.
    11
    Te daré gracias siempre por lo que has hecho.
    Espero en tu Nombre, porque eres bueno con tus fieles. 

  • Evangelio

    Lucas 4:38-44

    38Saliendo Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una fiebre muy alta, y le rogaron por ella.
    39E inclinándose hacia ella, conminó a la fiebre, y la fiebre desapareció. Y al instante, ella se levantó y se puso a servirles.
    40Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos con diversas dolencias se los traían. Y él, poniendo las manos sobre cada uno, los curaba.
    41
    De muchos salían demonios gritando y diciendo:
    —¡Tú eres el Hijo de Dios! Y él, increpándoles, no les dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.
    42Cuando se hizo de día, salió hacia un lugar solitario, y la multitud le buscaba. Llegaron hasta él, e intentaban detenerlo para que no se alejara de ellos.
    43
    Pero él les dijo:
    —Es necesario que yo anuncie también a otras ciudades el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado.
    44E iba predicando por las sinagogas de Judea.

No hay comentarios: