jueves, 24 de junio de 2010

Evangelio 25 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: Isaías 49,1-6
    "Te hago luz de las naciones"

    Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas", en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."

  • Salmo Responsorial: 138
    "Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente"

    Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R. Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente, porque son admirables tus obras. Conocías hasta el fondo de mi alma. R. No desconocías mis huesos, cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.

  • Segunda Lectura: Hechos 13,22-26
    "Antes de que llegara Cristo, Juan predicó"

    En aquellos días, dijo Pablo: "Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias." Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: a vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación."

  • Evangelio: Lucas 1,57-66.80
    "El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre"

    A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

Evangelio 24 de junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 22, 13; 23, 1-3
    "El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló ante el Señor la alianza"

    En aquellos días, el sumo sacerdote Helcías dijo al cronista Safán: "He encontrado en el templo el libro de la Ley." Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó . Luego fue a dar cuenta al rey Josías: "Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras." Y le comunicó la noticia: "El sacerdote Helcías me ha dado un libro." Safán lo leyó ante el rey; y, cuando el rey oyó el contenido del libro de la Ley, se rasgó las vestiduras y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asaías, funcionario real: "Id a consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá, a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él." Ellos llevaron la respuesta al rey, y el rey ordenó que se presentasen ante él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Luego subió al templo, acompañado de todos los judíos y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes. El rey les leyó el libro de la alianza encontrado en el templo. Después, en pie sobre el estrado, selló ante el Señor la alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. El pueblo entero suscribió la alianza.

  • Salmo Responsorial: 118
    "Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes"

    Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente. R. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R. Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo. R. Inclina mi corazón a tus preceptos, y no al interés. R. Aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra. R. Mira cómo ansío tus decretos: dame vida con tu justicia. R.

  • Evangelio: Mateo 7, 15-20
    "Por sus frutos los conoceréis"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".

martes, 22 de junio de 2010

Evangelio Miercoles 21 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 22, 13; 23, 1-3
    "El rey leyó al pueblo el libro de la alianza encontrado en el templo y selló ante el Señor la alianza"

    En aquellos días, el sumo sacerdote Helcías dijo al cronista Safán: "He encontrado en el templo el libro de la Ley." Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó . Luego fue a dar cuenta al rey Josías: "Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras." Y le comunicó la noticia: "El sacerdote Helcías me ha dado un libro." Safán lo leyó ante el rey; y, cuando el rey oyó el contenido del libro de la Ley, se rasgó las vestiduras y ordenó al sacerdote Helcías, a Ajicán, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, al cronista Safán y a Asaías, funcionario real: "Id a consultar al Señor por mí y por el pueblo y todo Judá, a propósito de este libro que han encontrado; porque el Señor estará enfurecido contra nosotros, porque nuestros padres no obedecieron los mandatos de este libro cumpliendo lo prescrito en él." Ellos llevaron la respuesta al rey, y el rey ordenó que se presentasen ante él todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Luego subió al templo, acompañado de todos los judíos y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes. El rey les leyó el libro de la alianza encontrado en el templo. Después, en pie sobre el estrado, selló ante el Señor la alianza, comprometiéndose a seguirle y cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y con toda el alma, cumpliendo las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. El pueblo entero suscribió la alianza.

  • Salmo Responsorial: 118
    "Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes"

    Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente. R. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R. Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo. R. Inclina mi corazón a tus preceptos, y no al interés. R. Aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra. R. Mira cómo ansío tus decretos: dame vida con tu justicia. R.

  • Evangelio: Mateo 7, 15-20
    "Por sus frutos los conoceréis"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".

Evangelio Martes 22 de junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36
    "Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David"

    En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros a Ezequías, para decirle: "Decid a Ezequías, rey de Judá: "Que no te engañe tu Dios en quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. Tú mismo has oído hablar cómo han tratado los reyes de Asiria a todos los países, exterminándolos, ¿y tú te vas a librar?"" Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó ; después subió al templo, la desplegó ante el Señor y oró: "Señor, Dios de Israel, sentado sobre querubines; tú solo eres el Dios de todos los reinos del mundo. Tú hiciste el cielo y la tierra. Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo. Es verdad, Señor: los reyes de Asiria han asolado todos los países y su territorio, han quemado todos sus dioses, porque no son dioses, sino hechura de manos humanas, leño y piedra, y los han destruido. Ahora, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo, Señor, eres Dios." Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Así dice el Señor, Dios de Israel: "He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia contra él: 'Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén. Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte Sión los supervivientes. ¡El celo del Señor lo cumplirá! Por eso, así dice el Señor acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud; por el camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad -oráculo del Señor-. Yo escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi siervo."" Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.

  • Salmo Responsorial: 47
    "Dios ha fundado su ciudad para siempre"

    Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo, altura hermosa, alegría de toda la tierra. R. El monte Sión, vértice del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios, Dios descuella como un alcázar. R. Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, oh Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia. R.

  • Evangelio: Mateo 7, 6. 12-14
    "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos"

lunes, 21 de junio de 2010

Evangelio Lunes 21 de junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 17, 5-8. 13-15a.18
    "El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de Judá"

    En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años. El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media. Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos. El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: "Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas." Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios. Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo. El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.

  • Salmo Responsorial: 59
    "Que tu mano salvadora, Señor, nos responda"

    Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas; estabas airado, pero restáuranos. R. Has sacudido y agrietado el país: repara sus grietas, que se desmorona. Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, dándole a beber un vino de vértigo. R. Tú, oh Dios, nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas. Auxílianos contra el enemigo, que la ayuda del hombre es inútil. Con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos. R.

  • Evangelio: Mateo 7, 1-5
    "Sácate primero la viga del ojo"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "No juzguéis y no os juzgarán. Porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano"

sábado, 19 de junio de 2010

Evangelio 20 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: Zacarías 12, 10-11; 13, 1
    "Mirarán al que atravesaron"

    Así dice el Señor: "Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo Único, y llorarán como se llora al primogénito. Aquel día, será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle de Meguido." Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén, contra pecados e impurezas.

  • Salmo Responsorial: 62
    "Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío"

    Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R.

  • Segunda Lectura: Gálatas 3, 26-29
    "Los que habéis sido bautizados os habéis revestido de Cristo"

    Hermanos: Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

  • Evangelio: Lucas 9, 18-24
    "Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho"

    Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará."

Evangelio 19 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: II Crónicas 24, 17-25
    "Zacarías, al que matasteis entre el santuario y el altar"

    Cuando murió Yehoyadá, las autoridades de Judá fueron a rendir homenaje al rey, y éste siguió sus consejos; olvidando el templo del Señor, Dios de sus padres, dieron culto a las estelas y a los oídos. Este pecado desencadenó la cólera de Dios contra Judá y Jerusalén. Les envió profetas para convertirlos, pero no hicieron caso de sus amonestaciones. Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo y le dijo: "Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los preceptos del Señor? Vais a la ruina. Habéis abandonado al Señor, y él os abandona." Pero conspiraron contra él y lo lapidaron en el atrio del templo por orden del rey. El rey Joás, sin tener en cuenta los beneficios recibidos de Yehoyadá, mató a su hijo, que murió diciendo: "¡Que el Señor juzgue y sentencie!" Al cabo de un año, un ejército de Siria se dirigió contra Joás, penetró en Judá, hasta Jerusalén, mató a todos los jefes del pueblo y envió todo el botín al rey de Damasco. El ejército de Siria era reducido, pero el Señor le entregó un ejército enorme, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así se vengaron de Joás. Al retirarse los sirios, dejándolo gravemente herido, sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá. Lo asesinaron en la cama y murió. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.

  • Salmo Responsorial: 88
    "Le mantendré eternamente mi favor"

    Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: "Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades." R. "Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable; le daré una posteridad perpetua y un trono duradero como el cielo." R. "Si sus hijos abandonan mi ley y no siguen mis mandamientos, si profanan mis preceptos y no guardan mis mandatos." R. "Castigaré con la vara sus pecados y a latigazos sus culpas; pero no les retiraré mi favor ni desmentiré mi fidelidad." R.

  • Evangelio: Mateo 6, 24-34
    "No os agobiéis por el mañana"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso al segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan, y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y yo os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.

Evangelio 18 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 11, 1-4. 9-18. 20
    "Ungió a Joás, y todos aclamaron: ¡Viva el rey!"

    En aquellos días, cuando Atalía, madre del rey Ocozías, vio que su hijo habla muerto, empezó a exterminar a toda la familia real. Pero cuando los hijos del rey estaban siendo asesinados, Josebá, hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás, hijo de Ocozías, y lo escondió con su nodriza en el dormitorio; así, se lo ocultó a Atalía y lo libró de la muerte. El niño estuvo escondido con ella en el templo durante seis años, mientras en el país reinaba Atalía. El año séptimo, Yehoyadá mandó a buscar a los centuriones de los Carios y de la escolta; los llamó a su presencia, en el templo, se juramentó con ellos y les presentó al hijo del rey. Los centuriones hicieron lo que les mandó el sacerdote Yehoyadá; cada uno reunió a sus hombres, los que estaban de servicio el sábado y los que estaban libres, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá. El sacerdote entregó a los centuriones las lanzas y los escudos del rey David, que se guardaban en el templo. Los de la escolta empuñaron las armas y se colocaron entre el altar y el templo, desde el ángulo sur hasta el ángulo norte del templo, para proteger al rey. Entonces Yehoyadá sacó al hijo del rey, le colocó la diadema y las insignias, lo ungió rey, y todos aplaudieron, aclamando: "¡Viva el rey!" Atalía oyó el clamor de la tropa y se fue hacia la gente, al templo. Pero, cuando vio al rey en pie sobre el estrado, como es costumbre, y a los oficiales y la banda cerca del rey, toda la población en fiesta y las trompetas tocando, se rasgó las vestiduras y gritó: "¡Traición, traición!" El sacerdote Yehoyadá ordenó a los centuriones que mandaban las fuerzas: "Sacadla del atrio. Al que la siga lo matáis." Pues no quería que la matasen en el templo. La fueron empujando con las manos y, cuando llegaba a palacio por la puerta de las caballerizas, allí la mataron. Yehoyadá selló el pacto entre el Señor y el rey y el pueblo, para que éste fuera el pueblo del Señor. Toda la población se dirigió luego al templo de Baal; lo destruyeron, derribaron sus altares, trituraron las imágenes, y a Matan, sacerdote de Baal, lo degollaron ante el altar. El sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo. Toda la población hizo fiesta, y la ciudad quedó tranquila. A Atalía la habían matado en el palacio.

  • Salmo Responsorial: 131
    "El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella"

    El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: "A uno de tu linaje pondré sobre tu trono." R. "Si tus hijos guardan mi alianza y los mandatos que les enseño, también sus hijos, por siempre, se sentarán sobre tu trono." R. Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: "Esta es mi mansión por siempre, aquí viviré porque la deseo." R. "Haré germinar el vigor de David, enciendo una lámpara para mi Ungido. A sus enemigos los vestiré de ignominia, sobre él brillará mi diadema." R.

  • Evangelio: Mateo 6, 19-23
    "Donde está tu tesoro, allí está tu corazón"

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en le cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!"

miércoles, 16 de junio de 2010

Evangelio Miércoles 16 de Junio de 2010

  • Primera Lectura: II Reyes 2, 1. 6-14
    "Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo"

    Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se marcharon de Guilgal. Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí, porque el Señor me envía solo hasta el Jordán." Eliseo respondió: "¡Vive Dios! Por tu vida, no te dejaré." Y los dos siguieron caminando. También marcharon cincuenta hombres de la comunidad de profetas y se pararon frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se detuvieron junto al Jordán; Elías cogió su manto, lo enrolló, golpeó el agua, y el agua se dividió por medio, y así pasaron ambos a pie enjuto. Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo: "Pídeme lo que quieras antes de que me aparten de tu lado." Eliseo pidió: "Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu." Elías comentó: "¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo tendrás; si no me ves, no lo tendrás." Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino. Eliseo lo miraba y gritaba: "¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!" Y ya no lo vio más. Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos; luego recogió el manto que se le había caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán; y agarrando el manto de Elías, golpeó el agua diciendo: "¿Dónde está el Dios de Elías, dónde?" Golpeó el agua, el agua se dividió por medio, y Eliseo cruzó.

  • Salmo Responsorial: 30
    "Sed fuertes y valientes de corazón, / los que esperáis en el Señor"

    Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles, y concedes a los que a ti se acogen a la vista de todos. R. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas; los ocultas de tu tabernáculo, frente a las lenguas pendencieras. R. Amad al Señor, fieles suyos; el Señor guarda a sus leales, y a los soberbios les paga con creces. R.

  • Evangelio: Mateo 6, 1-6. 16-18
    "Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará"

    En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los farsantes, que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará

lunes, 14 de junio de 2010

Cómo llevar el Evangelio a los pueblos indígenas

CIUDAD DE MÉXICO, lunes 14 de junio de 2010 (ZENIT.org - El Observador).- Obispos, secretarias y secretarios Ejecutivos de las Comisiones Nacionales de Catequesis y de la Pastoral de Pueblos Originarios, se reunieron hasta el fin de semana pasado en la ciudad de México, procedentes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México y secretarios de los departamentos del CELAM, en atención a la convocatoria de monseñor Rodolfo Valenzuela, obispo de la Verapaz – Guatemala y Responsable de la Sección de Pueblos Originarios del CELAM, junto con el Departamento de Misión y Espiritualidad.

En esta ocasión los responsables de las pastorales de pueblos originarios tuvieron como tema central “ La Catequesis Inculturada”, tema que se exploró en tres momentos: El primer momento fue para compartir experiencias de Catequesis Inculturada; el segundo momento, una iluminación y profundización sobre “ la Inculturación, una mirada desde la pastoral indígena”; “Catequesis Inculturada”, “Jesucristo, símbolos, mitos y ritos indígenas” y “Criterios doctrinales y pedagogía para una catequesis inculturada”. El tercer momento, fue para señalar propuestas para inculturar mejor el Evangelio.

Según dice el comunicado final, "El encuentro se desarrolló en un ambiente de fraternidad, oración, diálogo, libertad, responsabilidad, alegría y esperanza. Los asistentes constataron que hay una diversidad de experiencias, y que urge formar cristianos maduros, que siguiendo a Cristo sean misioneros en sus ambientes, para hacer más y más presente el evangelio en nuestra manera de pensar, sentir y actuar, en la doble fidelidad que supone la verdadera inculturación: a Dios y a nuestras culturas".

El comunicado continúa diciendo que los asistentes subrayaron algunos aspectos sobre la inculturación y catequesis inculturada que se deben tener muy presentes a la hora de insertar el Evangelio en realidades culturales diferentes, sobre todo, en realidades indígenas:

"1. La importancia de la cultura en la vida de nuestros pueblos, favoreciendo una pastoral encarnada, que entiende y se hace entender (lenguaje simbólico), para hacerle espacio al Dios de la vida en nuestra comunidad.

2. El respeto y acompañamiento que supone este proceso: capacidad de escucha y amor efectivo a las culturas.

3. Favorecer la formación de los laicos y acompañarlos en su misión, para que sean ellos los animadores de la inculturación del Evangelio en su realidad.

4. Hacer memoria de tantos hermanos que han dado su vida por la fe en Cristo y fortalecer a quienes ya están en el servicio.

5. Ser testigos de Cristo Jesús y su Evangelio en nuestra comunidad.

6. La capacidad de saber ser, estar y acompañar al pueblo en su encuentro con Cristo.

7. Servirnos de los medios que la postmodernidad nos ofrece: radio, televisión, prensa, internet, comunicación de todo género, para que Cristo sea más y más conocido.

8. Favorecer el compromiso social, que verifica la autenticidad de nuestra fe en Él".

A continuación, subraya el comunicado final, se hicieron propuestas para que en las respectivas iglesias se avance hacia una catequesis inculturada, sobre todo en los pueblos indígenas:

"1. Catequesis y pastoral indígena tienen que trabajar muy en comunión.

2. Todos tenemos que empeñarnos en la formación permanente e integral.

3. Empeñarnos en la valoración de las culturas".

El mensaje pidió a los obispos "que donde no haya comisión de pastoral indígena, la constituyan y pronto", también "que la próxima reunión del SEDAC, monseñor Rodolfo Valenzuela informe a los obispos de América Central del camino de la pastoral indígena y les haga la propuesta de hacer una comisión de esta Región Centroamérica".

También, entre otras cosas, los participantes pidieron "que los obispos se sientan responsables de la pastoral indígena y la acompañen en sus diócesis. Que se planee el trabajo con y desde las diferentes culturas que hay en ellas; que en la formación de los seminaristas tenga como prioridad la pastoral indígena, y que vivan su experiencia pastoral en las comunidades y que puedan discernir bien qué sacerdotes son aptos para servir a los pueblos indígenas, y a quienes quieran gastar su vida en esos campos, los preparen y envíen para que vivan su vocación".

El mensaje pide, finalmente, "que las diócesis aseguren recursos económicos a los sacerdotes que están en parroquias indígenas, de manera que ninguna parroquia se cierre por falta de los mismos"