martes, 6 de junio de 2017

Evangelio 6 de Junio de 217

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Tobías 2:9-14
    9 Aquella misma noche, después de bañarme, salí al patio y me recosté contra la tapia, con el rostro cubierto a causa del calor.
    10 Ignoraba yo que arriba, en el muro, hubiera gorriones; me cayó excremento caliente sobre los ojos y me salieron manchas blancas. Fui a los médicos, para que me curasen; pero cuantos más remedios me aplicaban, menos veía a causa de las manchas, hasta que me quedé completamente ciego. Cuatro años estuve sin ver. Todos mis hermanos estaban afligidos; Ajikar, por su parte, proveyó a mi sustento durante dos años, hasta que se trasladó a Elimaida.
    11 En aquellas circunstancias, mi mujer Ana, tuvo que trabajar a sueldo en labores femeninas; hilaba lana y hacía tejidos
    12 que entregaba a sus señores, cobrando un sueldo; el siete del mes de Dystros acabó un tejido y se lo entregó a los dueños, que le dieron todo su jornal y le añadieron un cabrito para una comida.
    13 Cuando entró ella en casa, el cabrito empezó a balar; yo, entonces, llamé a mi mujer y le dije: «¿De dónde ha salido ese cabrito? ¿Es que ha sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos comer cosa robada.»
    14 Ella me dijo: «Es un regalo que me han añadido a mi sueldo.» Pero yo no la creí; ordené que lo devolviera a los dueños y me irrité contra ella por este asunto. Entonces ella me replicó: «¿Dónde están tus limosnas y tus buenas obras? ¡Ahora se ve todo bien claro!»
  • Salmo responsorial

    Salmo 112:1-2, 7-9
    1 ¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace!
    2 Fuerte será en la tierra su estirpe, bendita la raza de los hombres rectos.
    7 no tiene que temer noticias malas, firme es su corazón, en Yahveh confiado.
    8 Seguro está su corazón, no teme: al fin desafiará a sus adversarios.
    9 Con largueza da a los pobres; su justicia por siempre permanece, su frente se levanta con honor.
  • Evangelio

    Marcos 12:13-17
    13 Y envían donde él algunos fariseos y herodianos, para cazarle en alguna palabra.
    14 Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?»
    15 Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea.»
    16 Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Ellos le dijeron: «Del César.»
    17 Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él.

Evangelio meditado

 Y, al escucharlo, se maravillaban de Él
San Marcos 12, 13-17. IX Martes de Tiempo Ordinario


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, sólo te pido que, tanto hoy como mañana, me lleves siempre hacia Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 12, 13-17
En aquel tiempo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos le enviaron a Jesús unos fariseos y unos partidarios de Herodes, para hacerle una pregunta capciosa. Se acercaron, pues, a él y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa lo que diga la gente, porque no tratas de adular a los hombres, sino que enseñas con toda verdad el camino de Dios. ¿Está permitido o no, pagarle el tributo al César? ¿Se lo damos o no se lo damos?".
Jesús, notando su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda para que yo la vea". Se la trajeron y él les preguntó: "¿De quién es la imagen y el nombre que lleva escrito?". Le contestaron: "Del César". Entonces les respondió Jesús: "Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Y los dejó admirados.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Muchas veces, sin darme cuenta, trato de hacerte a mi medida; a mi conveniencia, Señor. Trato de llevarte a que me digas lo que quiero escuchar cuando muy en el fondo sé la respuesta.
Tengo que admitir que ésta, con frecuencia, va en contra de lo que quiero… de lo que deseo. Aunque sepa lo que es correcto.
Los fariseos no se equivocaban del todo… sabían que Jesús enseñaba con franqueza el camino de Dios… el camino de la verdad. Él, como buen Maestro, como buen amigo, respondió a su pregunta. Tal vez, no era lo que ellos esperaban; no era lo que más les convenía, sin embargo… era la verdad y, al escucharla de Él se maravillaban.
Pero… ¿de qué se maravillaban? ¿Qué era lo que les llamaba la atención? No era la elocuente forma de evadir la tentación de los fariseos; no era el estilo o el tono con que promulgaba las respuestas. Era aquella impresión que roba el aliento cuanto se está de frente a la Verdad.
Se maravillaban ante el amor… ante el esfuerzo de verte llevar las personas al Padre, llevarlas a Dios.
Esta maravilla es la que me permite distinguir más allá de lo que me conviene o de lo que quisiera escuchar, de lo que verdaderamente es de Dios.
Dame la gracia, Señor, de distinguir lo que es de Ti, de lo que no lo es. Dame la gracia de maravillarme ante el esfuerzo de siempre llevarme hacia Dios… de llevarme hacia Ti.
"Los evangelios nos dicen que hubo sentimientos encontrados en los paisanos de Jesús: le pusieron distancia y le cerraron el corazón. Primero, "todos hablaban bien de él, se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca"; pero después, una pregunta insidiosa fue ganando espacio: "¿No es este el hijo de José, el carpintero?". Y al final: "Se llenaron de ira". Lo querían despeñar... Se cumplía así lo que el anciano Simeón le había profetizado a nuestra Señora: "Será bandera discutida". Jesús, con sus palabras y sus gestos, hace que se muestre lo que cada hombre y mujer tiene en su corazón."
(Homilía de S.S. Francisco, 24 de marzo de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy intentaré hacer un acto de caridad a un conocido con el fin de acercarlo más a Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 5 de junio de 2017

Evangelio 5 de Junio de 2017

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Tobías 1:3; 2:1-8
    3 Yo, Tobit, he andado por caminos de verdad y en justicia todos los días de mi vida y he repartido muchas limosmas entre mis hermanos y compatriotas, deportados conmigo a Nínive, al país de los asirios.
    1 En el reinado de Asarjaddón pude regresar a mi casa y me fue devuelta mi mujer Ana y mi hijo Tobías. En nuestra solemnidad de Pentecostés, que es la santa solemnidad de las Semanas, me habían preparado una excelente comida y me dispuse a comer.
    2 Cuando me presentaron la mesa, con numerosos manjares, dije a mi hijo Tobías: «Hijo, ve a buscar entre nuestros hermanos deportados en Nínive a algún indigente que se acuerde del Señor y tráelo para que coma con nosotros. Te esperaré hasta que vuelvas, hijo mío.»
    3 Fuese, pues, Tobías a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres, y cuando regresó me dijo: «Padre.» Le respondí: «¿Qué hay, hijo?» Contestó: «Padre, han asesinado a uno de los nuestros; le han estrangulado y le han arrojado en la plaza del mercado y aún está allí.»
    4 Me levanté al punto y sin probar la comida, alcé el cadáver de la plaza y lo dejé en una habitación, en espera de que se pusiera el sol, para enterrarlo.
    5 Volví a entrar, me lavé y comí con aflicción
    6 acordándome de las palabras que el profeta Amós dijo contra Betel: = Vuestras solemnidades se convertirán en duelo y todas vuestras canciones en lamento. =
    7 Y lloré. Cuando el sol se puso, cavé una fosa y sepulté el cadáver.
    8 Mis vecinos se burlaban y decían: «Todavía no ha aprendido. (Pues, en efecto, ya habían querido matarme por un hecho semejante.) Apenas si pudo escapar y ya vuelve a sepultar a los muertos.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 112:1-6
    1 ¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace!
    2 Fuerte será en la tierra su estirpe, bendita la raza de los hombres rectos.
    3 Hacienda y riquezas en su casa, su justicia por siempre permanece.
    4 En las tinieblas brilla, como luz de los rectos, tierno, clemente y justo.
    5 Feliz el hombre que se apiada y presta, y arregla rectamente sus asuntos.
    6 No, no será conmovido jamás, en memoria eterna permanece el justo;
  • Evangelio

    Marcos 12:1-12
    1 Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.
    2 Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña.
    3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías.
    4 De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron.
    5 Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros.
    6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: "A mi hijo le respetarán".
    7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia."
    8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.
    9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros.
    10 ¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido;
    11 fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?»
    12 Trataban de detenerle - pero tuvieron miedo a la gente - porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Hechos 26:19-23
    19 «Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
    20 sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión.
    21 Por esto los judíos, habiéndome prendido en el Templo, intentaban darme muerte.
    22 Con el auxilio de Dios hasta el presente me he mantenido firme dando testimonio a pequeños y grandes sin decir cosa que esté fuera de lo que los profetas y el mismo Moisés dijeron que había de suceder:
    23 que el Cristo había de padecer y que, después de resucitar el primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
  • Evangelio

    Juan 10:11-16
    11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
    12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,
    13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
    14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,
    15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
    16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

Evangelio meditado

¿Qué hará entonces el dueño de la viña?
San Marcos 12, 1-12. IX Lunes de Tiempo Ordinario


Por: H. Hiram Galán LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, estoy cansado del camino; la lucha por vivir en la verdad me desgaste e incluso me hace doblegarme ante la presión social. Renueva mi corazón con tu amor y dame la fuerza para seguir tu camino.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 1-12
En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos y les dijo:
"Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre para el vigilante, se la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje al extranjero.
A su tiempo, les envió a los viñadores a un criado para recoger su parte del fruto de la viña. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron y lo insultaron. Volvió a enviarles a otro y lo mataron. Les envió otros muchos y los golpearon o los mataron.
Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también se lo envió, pensando: 'A mi hijo sí lo respetarán'. Pero al verlo llegar, aquellos viñadores se dijeron: 'Éste es el heredero; vamos a matarlo y la herencia será nuestra'. Se apoderaron de él, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
"¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá y acabará con esos viñadores y dará la viña a otros. ¿Acaso no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente?".
Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús y se fueron de ahí.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Creo que todos hemos experimentado rabia y coraje al escuchar este pasaje. En verdad creemos que esos viñadores merecerían haber sido castigados por Dios. Es más, que hubieran muerto en ese mismo momento. Que la desgracia cayera sobre sus hogares y familias por malvados.
Esto se debe a que somos hipersensibles ante las injusticias. Y no está mal, pero no debemos seguir nuestra tendencia natural que busca una venganza justiciera, que nos convierte, casi instantáneamente, en jueces.
Que lejos está nuestro pensamiento del pensamiento de Dios. Nuestro actuar del actuar de Dios. Cuántas veces después de haber caído en lo más bajo, de ensuciar nuestra dignidad de templos del Espíritu santo, Dios no sólo no se venga, sino que además, el Padre de las Misericordias nos recibe con los brazos abiertos; nos dignifica una vez más revistiéndonos con nuevas ropas y nos llena de nuevas fuerzas para no sucumbir más en el fango del pecado.
Ayúdanos, Señor, a que la experiencia de tu Amor misericordioso, que cubre nuestro pecado y nuestras miserias, nos permita tener un corazón compasivo y misericordioso con nuestros hermanos.
"Olvidar a Dios que nos ha creado, que nos ha hecho crecer, que nos ha acompañado en la vida: esta es la desilusión de Dios. Muchas veces en el Evangelio, Jesús en las parábolas, habla de ese hombre que hace una viña y después fracasa, porque los trabajadores quieren tomarla para ellos. En el corazón del hombre, siempre está esta inquietud: no está satisfecho de Dios, del amor fiel. Y así el corazón del hombre está siempre inclinado hacia la infidelidad: esta es la tentación."
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de marzo de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscare acércame aquella persona con la que fui intransigente o duro de juicio.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

domingo, 4 de junio de 2017

Evangelio 4 de Junio de 2017 Domingo de Pentecostés

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 2:1-11
    1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
    2 De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.
    3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
    4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
    5 Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
    6 Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
    7 Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?
    8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
    9 Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
    10 Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
    11 judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 104:1, 24, 29-31, 34
    1 ¡Alma mía, bendice a Yahveh! ¡Yahveh, Dios mío, qué grande eres! Vestido de esplendor y majestad,
    24 ¡Cuán numerosas tus obras, Yahveh! Todas las has hecho con sabiduría, de tus criaturas está llena la tierra.
    29 Escondes tu rostro y se anonadan, les retiras su soplo, y expiran y a su polvo retornan.
    30 Envías tu soplo y son creados, y renuevas la faz de la tierra.
    31 ¡Sea por siempre la gloria de Yahveh, en sus obras Yahveh se regocije!
    34 ¡Oh, que mi poema le complazca! Yo en Yahveh tengo mi gozo.
  • Segunda lectura

    I Corintios 12:3-7, 12-13
    3 Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo.
    4 Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
    5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
    6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos.
    7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común,
    12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo.
    13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
  • Evangelio

    Juan 20:19-23
    19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
    20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
    21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
    22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
    23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Meditación Dominical

Recibid el Espíritu Santo (Jn 20,19-23)
Pentecostés - 4 de junio de 2017

La Iglesia celebra hoy el día en que vino sobre ella el Espíritu Santo y comenzó su misión. Jesús antes de ascender al cielo había dejado a sus apóstoles a la espera de la Promesa del Padre: "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis mis testigos" (Hech 1,8). Esa promesa se cumplió el quincuagésimo día después la Resurrección de Cristo: "Vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso... quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar, en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse". Ese mismo día comenzaron a predicar y a dar testimonio de Cristo resucitado. Si el primer día de la Resurrección fue el primero de la semana, domingo, el quincuagésimo también es el primero de la semana, domingo. Esta circunstancia es la que da el nombre a esta fiesta: Pentecostés (quincuagésimo).
Pero el Evangelio nos relata lo ocurrido, no en el quincuagésimo, sino en el mismo día de la Resurrección de Jesús: "al atardecer de aquel día". Y ya en esa ocasión, presentandose en medio de sus apóstoles reunidos a puertas cerradas, Jesús sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo". ¿Cuándo recibieron los apóstoles el Espíritu, ese primer día o aquel quincuagésimo día? Podemos suponer que en ese primer día el gesto de Jesús, soplar sobre los apóstoles reunidos, con su explicación: "Recibid el Espíritu Santo", fue anuncio y garantía del don efectivo del Espíritu que habían de recibir el día de Pentecostés.
En el Evangelio de Juan, Jesús explica el efecto de ese don con dos declaraciones. En primer lugar dice: "Como el Padre me envió, así yo os envío". Pero no vemos que los apóstoles comenzaran inmediatamente la misión. Más bien vemos que ocurre lo contrario. Estando los discípulos a orillas del mar de Tiberíades, Pedro dice a los otros: "Voy a pescar" (Jn 21,3). ¡Vuelve a su oficio anterior a la llamada de Jesús! Y los demás responden: "También nosotros vamos contigo".
La segunda explicación del don del Espíritu es esta: "A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos". El poder de perdonar los pecados, que Jesús comunica a sus apóstoles, es necesario para la misión a que los envía, si ésta había de ser prolongación de la misma misión de Jesús. En efecto, este aspecto es esencial a la misión de Jesús, tanto que explica su nombre mismo, como se lo anunció el ángel a José: "Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1,21). Y explica también su muerte en la cruz: "Esta es mi sangre... que es derramada por todos para el perdón de los pecados" (Mt 26,28).
Los apóstoles comenzaron la misión el mismo día de Pentecostés a impulsos del Espíritu Santo que habían recibido, de manera que los presentes, hombres venidos de todo el mundo, reconocían: "Todos los oímos hablar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios". Esas maravillas de Dios son el anuncio de Jesucristo y su misterio de muerte y resurrección, el don del Espíritu transmitido por manos de los apóstoles y el perdón de los pecados. Esto es lo que predicó Pedro ese mismo día: "Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para perdón de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo..." (Hech 2,38).

sábado, 3 de junio de 2017

Evangelio 3 de Junio de 2017

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Hechos 28:16-20, 30-31
    16 Cuando entramos en Roma se le permitió a Pablo permanecer en casa particular con un soldado que le custodiara.
    17 Tres días después convocó a los principales judíos. Una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, yo, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de los padres, fui apresado en Jerusalén y entregado en manos de los romanos,
    18 que, después de haberme interrogado, querían dejarme en libertad porque no había en mí ningún motivo de muerte.
    19 Pero como los judíos se oponían, me vi forzado a apelar al César, sin pretender con eso acusar a los de mi nación.
    20 Por este motivo os llamé para veros y hablaros, pues precisamente por la esperanza de Israel llevo yo estas cadenas.»
    30 Pablo permaneció dos años enteros en una casa que había alquilado y recibía a todos los que acudían a él;
    31 predicaba el Reino de Dios y enseñaba lo referente al Señor Jesucristo con toda valentía, sin estorbo alguno.
  • Salmo responsorial

    Salmo 11:4-5, 7
    4 Yahveh en su Templo santo, Yahveh, su trono está en los cielos; ven sus ojos el mundo, sus párpados exploran a los hijos de Adán.
    5 Yahveh explora al justo y al impío; su alma odia a quien ama la violencia.
    7 Que es justo Yahveh y lo justo ama, los rectos contemplarán su rostro.
  • Evangelio

    Juan 21:20-25
    20 Pedro se vuelve y ve siguiéndoles detrás, al discípulo a quién Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
    21 Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?»
    22 Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme.»
    23 Corrió, pues, entre los hermanos la voz de que este discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho a Pedro: « No morirá», sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga.»
    24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
    25 Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    II Macabeos 7:1-2, 9-14
    1 Sucedió también que siete hermanos apresados junto con su madre, eran forzados por el rey, flagelados con azotes y nervios de buey, a probar carne de puerco (prohibida por la Ley).
    2 Uno de ellos, hablando en nombre de los demás, decía así: «¿Qué quieres preguntar y saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que violar las leyes de nuestros padres.»
    9 Al llegar a su último suspiro dijo: «Tú, criminal, nos privas de la vida presente, pero el Rey del mundo a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna.»
    10 Después de éste, fue castigado el tercero; en cuanto se lo pidieron, presentó la lengua, tendió decidido las manos
    11 (y dijo con valentía: «Por don del Cielo poseo estos miembros, por sus leyes los desdeño y de El espero recibirlos de nuevo).»
    12 Hasta el punto de que el rey y sus acompañantes estaban sorprendidos del ánimo de aquel muchacho que en nada tenía los dolores.
    13 Llegado éste a su tránsito, maltrataron de igual modo con suplicios al cuarto.
    14 Cerca ya del fin decía así: «Es preferible morir a manos de hombres con la esperanza que Dios otorga de ser resucitados de nuevo por él; para ti, en cambio, no habrá resurrección a la vida.»
  • Salmo responsorial

    Salmo 124:2-5, 7-8
    2 si Yahveh no hubiera estado por nosotros, cuando contra nosotros se alzaron los hombres,
    3 vivos entonces nos habrían tragado en el fuego de su cólera.
    4 Entonces las aguas nos habrían anegado, habría pasado sobre nosotros un torrente,
    5 habrían pasado entonces sobre nuestra alma aguas voraginosas.
    7 Nuestra alma como un pájaro escapó del lazo de los cazadores. El lazo se rompió y nosotros escapamos;
    8 nuestro socorro en el nombre de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra.
  • Evangelio

    Mateo 5:1-12
    1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.
    2 Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
    3 «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
    4 Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.
    5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
    6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
    7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
    8 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
    9 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
    10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
    11 Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
    12 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

Evangelio meditado

Amarte por ser Tú

San Juan 21, 20-25. VII Sábado de Pascua


Por: H. Iván Yoed González, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios te salve, María. Tú eres llena de gracia. El Señor está contigo. Eres bendita. Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre mía y madre de Dios. Ruega por mí. Ruega por mis hermanos y mis hermanas. Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro, volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?". Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¿qué va a pasar con éste?". Jesús le respondió: "Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: 'Si Yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?'.
Este es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Me gusta compararme con los demás. No sé, experimento como un tipo de oscura satisfacción en la certeza de saber que soy mejor en algo, no importa lo que sea. De verdad, tantas veces alimento la falsa convicción de que mi valor proviene de lo que pueda yo añadir a mi persona. Adornos, adornos, adornos: los hay en material y en espiritual. Llámense riquezas o virtudes.
Pero ¿no los he perdido tantas veces? Un día creo haber alcanzado una virtud, otro día la pierdo. Un día alcanzo un logro, otro día me frustro. En ocasiones he estado convencido de que no sirvo para nada, o que me he equivocado de camino. Y pienso, "si tan sólo tuviera las oportunidades que ya dejé detrás de mí" De verdad que no existe nada más triste que el permanecer en un error por la tristeza de haberlo cometido. ¡Y, sin embargo, para Dios las cosas son tan distintas!…
No son mis virtudes, ni mis talentos, ni mis logros, ni siquiera mi nombre "bonito" o "feo", ni mi apariencia "agradable" o no. No son mi modo de hablar, ni mi modo de vestir, ni mis ocupaciones, ni siquiera mis más profundos pensamientos. Nada, nada de eso es por lo que Dios me quiere. Desde luego que, con cada una de esas cosas, con cada instante, a decir verdad, puedo agradar a Dios. Pero no  poreso  Dios me quiere.
No ha preocuparme mi entrega, mi virtud, mi santidad, mi avance, mi retroceso, nada ha de preocuparme de cara a los demás. No he de compararme preguntándote: "Señor, ¿qué va a pasar con éste?". No. Amarte incondicionalmente, ése es mi deseo. Mis inclinaciones y mi competitividad, quizá nadie me las quitará. Quizá nadie logrará quitarme aquella vanidad que a veces me parece ser la única motivación de mi vida. Pero sí que quiero que mi corazón, aun contra la corriente de mí mismo, se dirija sólo a Ti. Porque quiero amarte como Tú me amas. Ésa es la gracia que hoy te pido.
Tú me amas por ser yo. Yo te amo por ser Tú.
"Sin embargo, ser sanado allí convirtió a Pedro en un Pastor misericordioso, en una piedra sólida sobre la cual siempre se puede edificar, porque es piedra débil que ha sido sanada, no piedra que en su contundencia lleva a tropezar al más débil. Pedro es el discípulo a quien más corrige el Señor en el Evangelio. El más "apaleado". Lo corrige constantemente, hasta aquel último: "A ti qué te importa, tú sígueme a mí". La tradición dice que se le aparece de nuevo cuando Pedro está huyendo de Roma. El signo de Pedro crucificado cabeza abajo, es quizás el más elocuente de este receptáculo de una cabeza dura que, para ser misericordiada, se pone hacia abajo incluso al estar dando el testimonio supremo de amor a su Señor."
(Meditación de S.S. Francisco,  2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En la noche de hoy me tomaré unos minutos para mirar mi día y ver si mi corazón buscó, sobre todo, agradar a Dios con lo que hice.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.