miércoles, 17 de enero de 2018

Evangelio 17 de Enero de 2018

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    I Samuel 17:32-33, 37, 40-51
    32 Dijo David a Saúl: «Que nadie se acobarde por ése. Tu siervo irá a combatir con ese filisteo.»
    33 Dijo Saúl a David: «No puedes ir contra ese filisteo para luchar con él, porque tú eres un niño y él es hombre de guerra desde su juventud.»
    37 Añadió David: «Yahveh que me ha librado de las garras del león y del oso, me librará de la mano de ese filisteo.» Dijo Saúl a David: «Vete, y que Yahveh sea contigo.»
    40 Tomó su cayado en la mano, escogió en el torrente cinco cantos lisos y los puso en su zurrón de pastor, en su morral , y con su honda en la mano se acercó al filisteo.
    41 El filisteo fue avanzando y acercándose a David, precedido de su escudero.
    42 Volvió los ojos el filisteo, y viendo a David, lo despreció, porque era un muchacho rubio y apuesto.
    43 Dijo el filisteo a David: «¿Acaso soy un perro, pues vienes contra mí con palos?» Y maldijo a David el filisteo por sus dioses,
    44 y dijo el filisteo a David: «Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.»
    45 Dijo David al filisteo: «Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre de Yahveh Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado.
    46 Hoy mismo te entrega Yahveh en mis manos, te mataré y te cortaré la cabeza y entragaré hoy mismo tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra, y sabrá toda la tierra que hay Dios para Israel.
    47 Y toda esta asamblea sabrá que no por la espada ni por la lanza salva Yahveh, porque de Yahveh es el combate y os entrega en nuestras manos.»
    48 Se levantó el filisteo y fue acercándose al encuentro de David; se apresuró David, salió de las filas y corrió al encuentro del filisteo.
    49 Metió su mano David en su zurrón, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda e hirió al filisteo en la frente; la piedra se clavó en su frente y cayó de bruces en tierra.
    50 Y venció David al filisteo con la honda y la piedra; hirió al filisteo y le mató sin tener espada en su mano.
    51 Corrió David, se detuvo sobre el filisteos y tomando la espada de éste de sacó de su vaina, le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos que había muerto su campeón, huyeron.
  • Salmo responsorial

    Salmo 144:1-2, 9-10
    1 De David. Bendito sea Yahveh, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la batalla;
    2 él, mi amor y mi baluarte, mi ciudadela y mi libertador, mi escudo en el que me cobijo, el que los pueblos somete a mi poder.
    9 Oh Dios, quiero cantarte un canto nuevo, salmodiar para ti al arpa de diez cuerdas,
    10 tú que das a los reyes la victoria, que salvas a David tu servidor. De espada de infortunio
  • Evangelio

    Marcos 3:1-6
    1 Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada.
    2 Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle.
    3 Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.»
    4 Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban.
    5 Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.» El la extendió y quedó restablecida su mano.
    6 En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Efesios 6:10-13, 18
    10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder.
    11 Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo.
    12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas.
    13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes.
    18 siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,
  • Salmo responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
    1 media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.
    2 Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;
    5 Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;
    7 Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;
    8 pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.
    11 Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.
  • Evangelio

    Mateo 19:16-26
    16 En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?»
    17 El le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
    18 «¿Cuáles?» - le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio,
    19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
    20 Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?»
    21 Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»
    22 Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
    23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos.
    24 Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.»
    25 Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?»
    26 Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible.»

Evangelio meditado

Endurecer el corazón
Santo Evangelio según San Marcos 3, 1-6. Miércoles II de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rogelio Suarez, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo. Cambia mi corazón de piedra, por un corazón de carne capaz de amar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder acusarlo. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en medio". Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?" Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


Éste es el único pasaje en donde se nos muestra una mirada de Jesús de ira hacia los que estaban a su alrededor (fariseos), entristecido por la ceguera de sus corazones. Jesús también se entristece por nuestra ceguera de corazón.
¿Por qué tenían esta ceguera? ¿Cómo llegamos a cegarnos? Lo único que ciega nuestros corazones, es nuestra soberbia, pues no aceptamos lo que Dios hace en nuestras vidas. Para los fariseos, Cristo les era incomodo, porque pedía cosas que ellos no estaban dispuestos a aceptar. Es así como poco a poco van endureciendo su corazón, cerrándole las puertas y no dejándolo entrar.
La ira de Cristo es de tristeza, pues sabe que ellos tienen todo para ser felices con solo abrir sus corazones; pero no los obliga, los deja en libertad. Nuestro corazón sólo se puede abrir de nuestro lado. Si no somos nosotros quienes lo abrimos, nadie más lo hará.
Esto lo percibimos en nuestra vida: siempre podemos tomar o el bien o el mal, está la realidad humana de la libertad. Dios nos ha hecho libres, la elección es nuestra. Pero el Señor no nos deja solos, nos enseña, nos advierte: estate atento, está el bien y el mal; adorar a Dios, cumplir los mandamientos es el camino del bien; ir a otra parte, el camino de los ídolos, de los falsos dioses -muchos falsos dioses- que hacen equivocar la vida. Y esta es una realidad: la realidad del hombre es que todos nosotros estamos ante el bien y el mal.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de marzo de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy haré una visita a Cristo Eucaristía pidiéndole la gracia de aceptar en todo momento su voluntad, aunque sea contraria a la mía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 16 de enero de 2018

Evangelio 16 de Enero de 2018

Color: Rojo

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    I Samuel 16:1-13
    1 Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.»
    2 Samuel replicó: «¿Cómo voy a ir? Se enterará Saúl y me matará.» Respondió Yahveh: «Lleva contigo una becerra y di: "He venido a sacrificar a Yahveh."
    3 Invitarás a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que tienes que hacer, y me ungirás a aquel que yo te diga.»
    4 Hizo Samuel lo que Yahveh le había ordenado y se fue a Belén. Salieron temblando a su encuentro los ancianos de la ciudad y le preguntaron: «¿Es de paz tu venida, vidente?»
    5 Samuel respondió: «Sí; he venido a sacrificar a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.» Purificó a Jesé y a sus hijos y les invitó al sacrificio.
    6 Cuando ellos se presentaron vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante Yahveh su ungido.»
    7 Pero Yahveh dijo a Samuel: «No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahveh mira el corazón.»
    8 Llamó Jesé a Abinadab y le hizo pasar ante Samuel, que dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.»
    9 Jesé hizo pasar a Sammá, pero Samuel dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.»
    10 Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo: «A ninguno de éstos ha elegido Yahveh.»
    11 Preguntó, pues, Samuel a Jesé: «¿No quedan ya más muchachos?» El respondió: «Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.» Dijo entonces Samuel a Jesé: «Manda que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.»
    12 Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia. Dijo Yahveh: «Levántate y úngelo, porque éste es.»
    13 Tomó Samuel el cuerno de aceite y le ungió en medio de sus hermanos. Y a partir de entonces, vino sobre David el espíritu de Yahveh. Samuel se levantó y se fue a Ramá.
  • Salmo responsorial

    Salmo 89:20-22, 27-28
    20 Antaño hablaste tú en visión a tus amigos, y dijiste: «He prestado mi asistencia a un bravo, he exaltado a un elegido de mi pueblo.
    21 «He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido;
    22 mi mano será firme para él, y mi brazo le hará fuerte.
    27 «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!
    28 Y yo haré de él el primogénito, el Altísimo entre los reyes de la tierra.
  • Evangelio

    Marcos 2:23-28
    23 Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas.
    24 Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?»
    25 El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre,
    26 cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»
    27 Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.
    28 De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 4:9-13
    9 Porque pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres.
    10 Nosotros, necios por seguir a Cristo; vosotros, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas vosotros, fuertes. Vosotros llenos de gloria; mas nosotros, despreciados.
    11 Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes.
    12 Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos.
    13 Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 126:1-6
    1 Canción de las subidas. Cuando Yahveh hizo volver a los cautivos de Sión, como soñando nos quedamos;
    2 entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría. Entonces se decía entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Yahveh con éstos!
    3 ¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros Yahveh, el gozo nos colmaba!
    4 ¡Haz volver, Yahveh, a nuestros cautivos como torrentes en el Négueb!
    5 Los que siembran con lágrimas cosechan entre cánticos.
    6 Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas.
  • Evangelio

    Mateo 10:16-22
    16 «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas.
    17 Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas;
    18 y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
    19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
    20 Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
    21 «Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.
    22 Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

Evangelio meditado

Camina con Él
Santo Evangelio según San Marcos 2, 23-28. Martes II de Tiempo Ordinario.


Por: H. César Yali Molina Flores, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Concédeme la gracia, Señor,de reconocerte junto a mí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28
Un sábado Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?"
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El evangelio de este día invita a contemplar la realidad de la vida: Cristo y los discípulos caminan - se trasladan de un sitio a otro -; los discípulos arrancan espigas para comerlas, sentían hambre y, finalmente, los fariseos.
Así como andaba con los discípulos, hoy también camina a tu lado, basta que seas dócil, doblegues la cerviz y le reconozcas; jamás estarás sola (o), basta que pienses por un momento en cada situación difícil que has vivido y en la persona que te ha acompañado, las veces que escuchaste palabras de ánimo o en que recibiste un consejo; cada una de estas personas, fue Él quien la puso cerca de ti para que le escuchases.
Sé que hay momentos en que quisieras que todo fuese distinto, sin embargo, la vida está llena de situaciones complejas que hacen que te sientas asfixiada (o) por tanta presión en el trabajo, en la escuela o universidad, incluso en la misma familia; es difícil caminar cuando se tiene sed de justicia o un momento de paz en tu vida, pero este momento permite que disfrutes el agua que sacia tu sed y alcances un mayor grado de paz, por la simple razón que no estás sola(o) y que siempre tienes compañía.
Jesús quiere que le reconozcas en cada momento de tu vida, que camines con Él, que le veas; no temas abrirte a la vida reconociendo tus fragilidades y, sobre todo,sabiendo que eres una persona amada por Dios.Deja que Él camine contigo y tú aprende a caminar con Él.
El error y el mal deben ser condenados y combatidos constantemente; pero el hombre que cae o se equivoca debe ser comprendido y amado.
(San Juan Pablo II, Discurso a la Acción Católica italiana, 30 diciembre 1978).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy en oración ante Dios reconoceré que he fallado y le pediré la fuerza para levantarme y reconocer que camina junto a mí.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 15 de enero de 2018

Evangelio 15 de Enero de 2018

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Samuel 15:16-23
    16 Pero Samuel dijo a Saúl: «Basta ya y deja que te anuncie lo que Yahveh me ha revelado esta noche.» El le dijo: «Habla.»
    17 Entonces Samuel dijo: «Aunque tú eres pequeño a tus propios ojos ¿no eres el jefe de las tribus de Israel? Yahveh te ha ungido rey de Israel.
    18 Yahveh te ha enviado por el camino y te ha dicho: "Vete, y consagra al anatema a estos pecadores, los amalecitas, hazles la guerra hasta el exterminio".
    19 Por qué no has eschuchado a Yahveh? ¿Por qué te has lanzado sobre el botín y has hecho lo que desagrada a Yahveh?»
    20 Saúl respondió a Samuel: «¡Yo he obedecido a Yahveh! Anduve por el camino por el que me envió, he traído a Agag, rey de Amalec, y he entregado al anatema a los amalecitas.
    21 Del botín, el pueblo ha tomado el ganado mayor y menor, lo mejor del anatema, para sacrificarlo a Yahveh tu Dios en Guilgal.»
    22 Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros.
    23 Como pecado de hechicería es la rebeldía, crimen de terafim la contumacia. Porque has rechazado la palabra de Yahveh, él te rechaza para que no seas rey.
  • Salmo responsorial

    Salmo 50:8-9, 16-17, 21, 23
    8 «No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí tus holocaustos!
    9 No tengo que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos.
    16 Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis preceptos, y tomar en tu boca mi alianza,
    17 tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras?
    21 Esto haces tú, ¿y he de callarme? ¿Es que piensas que yo soy como tú? Yo te acuso y lo expongo ante tus ojos.
    23 El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré la salvación de Dios.»
  • Evangelio

    Marcos 2:18-22
    18 Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?»
    19 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar.
    20 Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
    21 Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor.
    22 Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.

Evangelio meditado

Renovemos la alegría
Santo Evangelio según San Marcos 2, 18-22. Lunes II del Tiempo Ordinario.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Abre, Señor, mis ojos para que vea tus obras. Me has concedido un nuevo día. Un sinfín de bendiciones me esperan en esta jornada. Ayúdame a buscarte con un corazón sincero, y responder de la mejor manera a tu infinito amor por mí. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 2, 18-22
En una ocasión en que los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos de ellos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, y los tuyos no?"
Jesús les contestó: "¿Cómo van a ayunar los invitados a una boda, mientras el esposo está con ellos? Mientras está con ellos el esposo, no pueden ayunar. Pero llegará el día en que el esposo les será quitado y entonces sí ayunarán.
Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino rompe los odres, se perdería el vino y se echarían a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos".
Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La cuestión que los fariseos traen a Jesús es mucho más que un simple "ayunar o no ayunar"; no se trata de escoger pan y agua o vino con carne. Las "normas" en la nueva alianza tienen más que ver con la actitud del corazón; ésta sí nos acercará a Dios y nos dará el gozo de Cristo.
¿Qué quiere decir Cristo en este Evangelio? Preguntémosle cuál es su mensaje, escuchemos con atención sus palabras: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras está con ellos?" ¿Acaso hay que estar tristes en una fiesta de bodas? Cristo es el novio en la boda, la Iglesia es la novia. Todos nosotros, miembros de la Iglesia, debemos mostrar la alegría de una recién casada. ¡Nada menos!
Motivos no nos faltan para estar radiantes de felicidad. Antes del bautizo éramos pecadores, y ahora hemos sido redimidos. Antes estábamos solos, y ahora Dios mismo vive en nosotros. Antes vivíamos lejos de nuestra "casa" y ahora en la Iglesia todos somos hermanos. ¡Nos corresponde tener incluso más alegría que la novia de una boda! Sólo está triste a quien le falta algo; nosotros lo tenemos todo si tenemos a Cristo; y con Él, una nueva vida, llena de sentido.
Las alegrías del Evangelio -lo digo ahora en plural, porque son muchas y variadas, según el Espíritu tiene a bien comunicar en cada época, a cada persona en cada cultura particular- son alegrías especiales. Vienen en odres nuevos, esos de los que habla el Señor para expresar la novedad de su mensaje.
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de abril de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy haré una oración especial antes de ir a dormir, agradeciendo a Dios todos los dones que me haya dado durante el día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Evangelio 14 de Enero de 2018

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Samuel 3:3-10, 19
    3 no estaba aún apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Santuario de Yahveh, donde se encontraba el arca de Dios.
    4 Llamó Yahveh: «¡Samuel, Samuel!» El respondió: «¡Aquí estoy!»,
    5 y corrió donde Elí diciendo: «¡Aquí estoy, porque me has llamado.» Pero Elí le contestó: «Yo no te he llamado; vuélvete a acostar.» El se fue y se acostó.
    6 Volvió a llamar Yahveh: «¡Samuel!» Se levantó Samuel y se fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has llamado.» Elí le respondió: «Yo no te he llamado, hijo mío, vuélvete a acostar.»
    7 Aún no conocía Samuel a Yahveh, pues no le había sido revelada la palabra de Yahveh.
    8 Tercera vez llamó Yahveh a Samuel y él se levantó y se fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has llamado.» Comprendió entonces Elí que era Yahveh quien llamaba al niño,
    9 y dijo a Samuel: «Vete y acuéstate, y si te llaman, dirás: Habla, Yahveh, que tu siervo escucha.» Samuel se fue y se acostó en su sitio.
    10 Vino Yahveh, se paró y llamó como las veces anteriores «Samuel, Samuel!» Respondió Samuel: «¡Habla, que tu siervo escucha.»
    19 Samuel crecía, Yahveh estaba con él y no dejó caer en tierra ninguna de sus palabras.
  • Salmo responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-10
    2 En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
    4 Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
    7 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,
    8 dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro
    9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.
    10 He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.
  • Segunda lectura

    I Corintios 6:13-15, 17-20
    13 La comida para el vientre y el vientre para la comida. Mas lo uno y lo otro destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
    14 Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.
    15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo!
    17 Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él.
    18 ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo.
    19 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?
    20 ¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.
  • Evangelio

    Juan 1:35-42
    35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos.
    36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.»
    37 Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús.
    38 Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?» Ellos le respondieron: «Rabbí - que quiere decir, "Maestro" - ¿dónde vives?»
    39 Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima.
    40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús.
    41 Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» - que quiere decir, Cristo.
    42 Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» - que quiere decir, "Piedra".