miércoles, 22 de octubre de 2025

Lecturas 22 de Octubre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Romanos 6:12-18

    12Por lo tanto, que no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus concupiscencias,
    13ni ofrezcáis vuestros miembros al pecado como armas de injusticia; al contrario, ofreceos vosotros mismos a Dios como quienes, muertos, han vuelto a la vida, y convertid vuestros miembros en armas de justicia para Dios;
    14porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, ya que no estáis bajo la Ley sino bajo la gracia.
    15Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, ya que no estamos bajo la Ley sino bajo la gracia? De ninguna manera.
    16¿Es que no sabéis que si os ofrecéis vosotros mismos como esclavos para obedecer a alguien, quedáis como esclavos de aquel a quien obedecéis, bien del pecado para la muerte, bien de la obediencia para la justicia?
    17Pero, gracias a Dios, vosotros, que fuisteis esclavos del pecado, obedecisteis de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis confiados
    18y, liberados del pecado, os hicisteis siervos de la justicia.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 124:1-8

    1
    Canto de las subidas. De David.
    Si el Señor no hubiera estado a favor nuestro —que lo diga Israel—,
    2
    si el Señor no hubiera estado a favor nuestro
    cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
    3
    nos habrían tragado vivos
    en el ardor de su ira;
    4
    nos habrían arrastrado las aguas,
    el torrente nos habría sumergido;
    5nos habrían sumergido las aguas impetuosas.
    6
    Bendito sea el Señor
    que no nos entregó en presa de sus dientes.
    7
    Nuestra alma, como un pájaro,
    se escapó del lazo de los cazadores: el lazo se rompió y nosotros escapamos.
    8
    Nuestro auxilio es el Nombre del Señor,
    el que hizo cielo y tierra. 

  • Evangelio

    Lucas 12:39-48

    39Sabed esto: si el dueño de la casa conociera a qué hora va a llegar el ladrón, no permitiría que se horadase su casa.
    40Vosotros estad también preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre.
    41
    Y le preguntó Pedro:
    —Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?
    42
    El Señor respondió:
    —¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el amo pondrá al frente de la casa para dar la ración adecuada a la hora debida?
    43Dichoso aquel siervo a quien su amo cuando vuelva encuentre obrando así.
    44En verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
    45Pero si ese siervo dijera en sus adentros: «Mi amo tarda en venir», y comenzase a golpear a los criados y criadas, a comer, a beber y a emborracharse,
    46llegará el amo de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará duramente y le dará el pago de los que no son fieles.
    47El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no fue previsor ni actuó conforme a la voluntad de aquél, recibirá muchos azotes;
    48en cambio, el que sin saberlo hizo algo digno de castigo, recibirá pocos azotes. A todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá, y al que le encomendaron mucho, mucho le pedirán.

martes, 21 de octubre de 2025

Lecturas 21 de Octubre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Romanos 5:12, 15, 17-19, 20-21

    12Por tanto, así como por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y a través del pecado la muerte, y de esta forma la muerte llegó a todos los hombres, porque todos pecaron…
    15Pero el don no es como la caída; porque si por la caída de uno solo murieron todos, cuánto más la gracia de Dios y el don que se da en la gracia de un solo hombre, Jesucristo, sobreabundó para todos.
    17Pues si por la caída de uno solo la muerte reinó por medio de uno solo, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia reinarán en la vida por medio de uno solo, Jesucristo.
    18Por consiguiente, como por la caída de uno solo la condenación afectó a todos los hombres, así también por la justicia de uno solo la justificación, que da la vida, alcanza a todos los hombres.
    19Pues como por la desobediencia de un solo hombre todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos.
    20La Ley se introdujo para que se multiplicara la caída; pero una vez que se multiplicó el pecado, sobreabundó la gracia,
    21para que, así como reinó el pecado por la muerte, así también reinase la gracia por medio de la justicia para vida eterna por nuestro Señor Jesucristo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 40:7-10, 17

    7
    No quisiste sacrificio ni ofrenda,
    pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
    8
    entonces dije: «Aquí estoy
    —como está escrito acerca de mí en el Libro—
    9
    para hacer tu voluntad, Dios mío».
    Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.
    10
    He anunciado la justicia en la gran asamblea;
    no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
    17
    Que se gocen y se alegren en Ti
    todos los que te buscan. Digan sin cesar: «¡Grande es el Señor!», los que aman tu salvación.

  • Evangelio

    Lucas 12:35-38

    35»Tened ceñidas vuestras cinturas y encendidas las lámparas,
    36y estad como quienes aguardan a su amo cuando vuelve de las nupcias, para abrirle al instante en cuanto venga y llame.
    37Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los encuentre vigilando. En verdad os digo que se ceñirá la cintura, les hará sentar a la mesa y acercándose les servirá.
    38Y si viniese en la segunda vigilia o en la tercera, y los encontrase así, dichosos ellos.

lunes, 20 de octubre de 2025

Lecturas 20 de Octubre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Romanos 4:20-25

    20Ante la promesa de Dios no titubeó con incredulidad, sino que fue fortalecido por la fe, dando gloria a Dios,
    21plenamente convencido de que Él es poderoso para cumplir lo que había prometido.
    22Por esto también se le contó como justicia.
    23Ahora bien, no se escribió sólo por él que se le contó como justicia,
    24sino también por nosotros, a quienes nos será tenido en cuenta; nosotros que creemos en Aquel que resucitó a Jesús nuestro Señor de entre los muertos,
    25el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación.

  • Salmo Responsorial

    Lucas 1:69-75

    69
    y ha suscitado para nosotros el poder salvador
    en la casa de David su siervo,
    70
    como lo había anunciado desde antiguo
    por boca de sus santos profetas;
    71
    para salvarnos de nuestros enemigos
    y de la mano de cuantos nos odian:
    72
    ejerciendo su misericordia con nuestros padres,
    y acordándose de su santa alianza,
    73
    y del juramento que hizo a Abrahán,
    nuestro padre,
    74
    para concedernos
    que, libres de la mano de los enemigos, le sirvamos sin temor,
    75
    con santidad y justicia en su presencia
    todos los días de nuestra vida.

  • Evangelio

    Lucas 12:13-21

    13
    Uno de entre la multitud le dijo:
    —Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.
    14
    Pero él le respondió:
    —Hombre, ¿quién me ha constituido juez o encargado de repartir entre vosotros?
    15
    Y añadió:
    —Estad alerta y guardaos de toda avaricia; porque aunque alguien tenga abundancia de bienes, su vida no depende de lo que posee.
    16
    Y les propuso una parábola diciendo:
    —Las tierras de cierto hombre rico dieron mucho fruto.
    17Y se puso a pensar para sus adentros: «¿Qué puedo hacer, ya que no tengo dónde guardar mi cosecha?»
    18Y se dijo: «Esto haré: voy a destruir mis graneros, y construiré otros mayores, y allí guardaré todo mi trigo y mis bienes.
    19Entonces le diré a mi alma: “Alma, ya tienes muchos bienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, pásalo bien”».
    20Pero Dios le dijo: «Insensato, esta misma noche te van a reclamar el alma; lo que has preparado, ¿para quién será?»
    21Así ocurre al que atesora para sí y no es rico ante Dios.

domingo, 19 de octubre de 2025

Lecturas 19 de Octubre de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Éxodo 17:8-13

    8Vino entonces Amalec y atacó a Israel en Refidim.
    9
    Moisés dijo a Josué:
    —Elige unos hombres y sal a combatir contra Amalec. Yo estaré de pie en la cima del monte con el bastón de Dios en la mano.
    10Hizo Josué como Moisés le había ordenado y combatió contra Amalec; mientras, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del monte.
    11Resultó que cuando Moisés alzaba las manos, vencía Israel, pero cuando las dejaba caer, vencía Amalec.
    12Como se le cansaban las manos a Moisés, acercaron una piedra, se la pusieron debajo y se sentó sobre ella, en tanto que Aarón y Jur le sujetaban las manos, cada uno por un lado. Y así sus manos se mantuvieron en alto hasta la puesta del sol.
    13Josué derrotó a Amalec y a su pueblo a filo de espada.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 121:1-8

    1
    Canto de las subidas.
    Alzo mis ojos a los montes: ¿de dónde me llegará el auxilio?
    2
    Mi auxilio me viene del Señor,
    que hizo los cielos y la tierra.
    3
    No permitirá que tropiece tu pie,
    no duerme el que te guarda.
    4
    No, no dormita, no se duerme
    el que guarda a Israel.
    5
    El Señor es tu guardián,
    el Señor, a tu derecha, es tu sombra protectora.
    6
    De día no te dañará el sol,
    ni la luna de noche.
    7
    El Señor te guarda de todo mal,
    guarda tu alma.
    8
    El Señor guarda tus salidas y entradas,
    desde ahora y por siempre. 

  • Segunda Lectura

    2 Timoteo 3:14--4:2

    3
    14Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y creído, ya que sabes de quiénes lo aprendiste,
    15y porque desde niño conoces la Sagrada Escritura, que puede darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
    16Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argumentar, para corregir y para educar en la justicia,
    17con el fin de que el hombre de Dios esté bien dispuesto, preparado para toda obra buena.
    4
    1En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que va a juzgar a vivos y muertos, por su manifestación y por su reino, te advierto seriamente:
    2predica la palabra, insiste con ocasión y sin ella, reprende, reprocha y exhorta siempre con paciencia y doctrina.

  • Evangelio

    Lucas 18:1-8

    1Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer,
    2
    diciendo:
    —Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres.
    3También había en aquella ciudad una viuda, que acudía a él diciendo: «Hazme justicia ante mi adversario».
    4Y durante mucho tiempo no quiso. Sin embargo, al final se dijo a sí mismo: «Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,
    5como esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme».
    6
    Concluyó el Señor:
    —Prestad atención a lo que dice el juez injusto.
    7¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar?
    8Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?

sábado, 18 de octubre de 2025

Lecturas 18 de Octubre de 2025

 

  • Primera Lectura

    2 Timoteo 4:10-17

    10pues Demas me abandonó por amor de este mundo y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia;
    11sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio.
    12A Tíquico lo mandé a Éfeso.
    13Cuando vengas, trae la capa que me dejé en Tróade, en casa de Carpo, y los libros, sobre todo los de pergamino.
    14Alejandro, el herrero, me ha ocasionado muchos males. El Señor le pagará de acuerdo con sus obras.
    15Tú, ten cuidado con él, pues se ha opuesto obstinadamente a nuestras palabras.
    16Nadie me apoyó en mi primera defensa, sino que todos me abandonaron: ¡que no les sea tenido en cuenta!
    17Pero el Señor me asistió y me fortaleció para que, por medio de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:10-13, 17-18

    10
    (Yod) Que todas tus obras te den gracias, Señor,
    y tus fieles te bendigan.
    11
    (Kaf) Que proclamen la gloria de tu reino
    y anuncien tu poder.
    12
    (Lámed) Para mostrar tus proezas a los hijos de Adán
    y la gloria esplendorosa de tu reino.
    13
    (Mem) Tu reino es un reino eterno
    y tu dominio, por todas las generaciones. (Nun) El Señor es fiel en todas sus palabras y piadoso en todas sus obras.
    17
    (Sade) El Señor es justo en todos sus caminos,
    misericordioso en todas sus acciones.
    18
    (Qof) El Señor está cerca de los que le invocan,
    de cuantos le invocan de verdad.

  • Evangelio

    Lucas 10:1-9

    1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
    2
    Y les decía:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
    3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
    4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
    5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
    6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
    7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».

viernes, 17 de octubre de 2025

Lecturas 17 de Octubre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Romanos 4:1-8

    1¿Qué diremos entonces que consiguió Abrahán, nuestro padre según la carne?
    2Porque si Abrahán fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no ante Dios.
    3Porque, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abrahán a Dios, y se le contó como justicia.
    4Ahora bien, al que trabaja, el salario no se le cuenta como regalo sino como algo que se le debe;
    5en cambio, a quien no trabaja, pero cree en Aquel que justifica al impío, se le cuenta su fe como justicia.
    6En este sentido, David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye la justicia con independencia de las obras:
    7
    Bienaventurados aquellos a quienes
    se les han perdonado los delitos y a quienes se les han cubierto los pecados;
    8
    bienaventurado el hombre a quien el Señor
    no le tenga en cuenta su pecado.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 32:1-2, 5, 11

    1
    De David. Masquil.
    Dichoso el que es perdonado de la culpa, y le ha sido cubierto su pecado.
    2
    Dichoso el hombre a quien el Señor no le imputa delito
    y en cuyo espíritu no hay dolo.
    5
    Te declaré mi pecado, no te oculté mi delito.
    Dije: «Confesaré mis culpas al Señor». Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
    11
    Alegraos, justos, y regocijaos en el Señor,
    exultad todos los rectos de corazón. 

  • Evangelio

    Lucas 12:1-7

    1
    En esto, habiéndose reunido una muchedumbre de miles de personas, hasta atropellarse unos a otros, comenzó a decir sobre todo a sus discípulos:
    —Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
    2Nada hay oculto que no sea descubierto, ni secreto que no llegue a saberse.
    3Porque cuanto hayáis dicho en la oscuridad será escuchado a la luz; cuanto hayáis hablado al oído bajo techo será pregonado sobre los terrados.
    4»A vosotros, amigos míos, os digo: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo y después de esto no pueden hacer nada más.
    5Os enseñaré a quién tenéis que temer: temed al que después de dar muerte tiene potestad para arrojar en el infierno. Sí, os digo: temed a éste.
    6¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno solo de ellos queda olvidado ante Dios.
    7Aún más, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pajarillos.

miércoles, 15 de octubre de 2025

Lecturas 15 de Octubre de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Romanos 2:1-11

    1Por eso, tú que juzgas, quienquiera que seas, eres inexcusable; porque en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, ya que tú, el que juzgas, haces lo mismo.
    2Pues sabemos que Dios condena según la verdad a los que hacen esas cosas.
    3¿Y tú, hombre que juzgas a los que hacen las mismas cosas que tú, piensas que escaparás al juicio de Dios?
    4¿O es que desprecias las riquezas de su bondad, paciencia y longanimidad, y no sabes que la bondad de Dios te lleva a la penitencia?
    5Tú, sin embargo, con tu dureza y con tu corazón que no se quiere arrepentir, atesoras contra ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
    6el cual retribuirá a cada uno según sus obras:
    7la vida eterna para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria, honor e incorrupción;
    8la ira y la indignación, en cambio, para quienes, con contumacia, no sólo se rebelan contra la verdad, sino que obedecen a la injusticia.
    9Tribulación y angustia para todo hombre que obra el mal, primero para el judío y luego para el griego.
    10Gloria, en cambio, honor y paz a todo el que obra el bien, primero para el judío, luego para el griego;
    11porque delante de Dios no hay acepción de personas.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 62:2-3, 6-7, 9

    2
    Sólo en Dios está el descanso, alma mía,
    de Él viene mi salvación.
    3
    Sólo Él es mi roca y mi salvación,
    mi alcázar: ya no podré vacilar.
    6
    Sólo en Dios está el descanso, alma mía,
    porque de Él viene mi esperanza.
    7
    Sólo Él es mi roca y mi salvación
    mi alcázar: no podré vacilar.
    9
    Confiad en Él, comunidad entera del pueblo,
    desahogad vuestro corazón en su presencia: Dios es nuestro refugio.

  • Evangelio

    Lucas 11:42-46

    42Pero, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, pero despreciáis la justicia y el amor de Dios! ¡Hay que hacer esto sin descuidar lo otro!
    43»¡Ay de vosotros, fariseos, porque apetecéis los primeros asientos en las sinagogas y que os saluden en las plazas!
    44»¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros disimulados, sobre los que pasan los hombres sin saberlo!
    45
    Entonces, cierto doctor de la Ley, tomando la palabra, le replica:
    —Maestro, diciendo tales cosas nos ofendes también a nosotros.
    46
    Pero él dijo:
    —¡Ay también de vosotros, los doctores de la Ley, porque imponéis a los hombres cargas insoportables, pero vosotros ni con uno de vuestros dedos las tocáis!

  • Primera Lectura

    Romanos 8:22-27

    22Pues sabemos que la creación entera gime y sufre con dolores de parto hasta el momento presente.
    23Y no sólo ella, sino que nosotros, que poseemos ya los primeros frutos del Espíritu, también gemimos en nuestro interior aguardando la adopción de hijos, la redención de nuestro cuerpo.
    24Porque hemos sido salvados por la esperanza. Ahora bien, una esperanza que se ve no es esperanza; pues ¿acaso uno espera lo que ve?
    25Por eso, si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos mediante la paciencia.
    26Asimismo también el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
    27Pero el que sondea los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, porque intercede según Dios en favor de los santos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 19:8-11

    8
    La Ley del Señor es perfecta; reconforta el alma.
    El mandato del Señor es firme, instruye al sencillo.
    9
    Los preceptos del Señor son rectos,
    alegran el corazón. Los mandamientos del Señor son puros, dan luz a los ojos.
    10
    El temor del Señor es limpio,
    dura por siempre. Los juicios del Señor son veraces, son enteramente justos,
    11
    más preciosos que el oro, que el oro más fino,
    más dulces que la miel que destila el panal.

  • Evangelio

    Juan 15:1-8

    1»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
    2Todo sarmiento que en mí no da fruto lo corta, y todo el que da fruto lo poda para que dé más fruto.
    3Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.
    4Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
    5Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.
    6Si alguno no permanece en mí es arrojado fuera, como los sarmientos, y se seca; luego los recogen, los arrojan al fuego y arden.
    7Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os concederá.
    8En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto y seáis discípulos míos.