sábado, 6 de septiembre de 2025

Lecturas 6 de Septiembre de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:21-23

    21Y a vosotros, que en otro tiempo erais extraños y enemigos por vuestros pensamientos y malas obras,
    22ahora sin embargo os reconcilió mediante la muerte sufrida en su cuerpo de carne, para presentaros santos, sin mancha e irreprochables delante de él,
    23con tal de que permanezcáis cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que escuchasteis, que fue predicado a toda criatura que hay bajo el cielo, y del cual yo, Pablo, he sido constituido servidor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 54:3-4, 6, 8

    3Dios mío, sálvame por tu Nombre,
    hazme justicia con tu poder.
    4Dios mío, escucha mi oración,
    presta oídos a las palabras de mi boca.
    6Pero Dios es el que me ayuda,
    el Señor es el que sostiene mi vida.
    8Te ofreceré un sacrificio voluntario,
    daré gracias a tu Nombre, Señor; porque es bueno.

  • Evangelio

    Lucas 6:1-5

    1Un sábado pasaba él por entre unos sembrados, y sus discípulos arrancaban espigas, las desgranaban con las manos y se las comían.
    2Algunos fariseos les dijeron:
    —¿Por qué hacéis en sábado lo que no es lícito?
    3Y Jesús respondiéndoles dijo:
    —¿No habéis leído lo que hizo David, cuando tuvieron hambre él y los que le acompañaban?
    4¿Cómo entró en la Casa de Dios, tomó los panes de la proposición y comió y dio a los que le acompañaban, a pesar de que sólo a los sacerdotes les es lícito comerlos?
    5Y les decía:
    —El Hijo del Hombre es señor del sábado.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Lecturas 5 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:15-20

    15
    El cual es la imagen del Dios invisible,
    primogénito de toda creación,
    16
    porque en él fueron creadas todas las cosas
    en los cielos y sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean los tronos o las dominaciones, los principados o las potestades. Todo ha sido creado por él y para él.
    17
    Él es antes que todas las cosas
    y todas subsisten en él.
    18
    Él es también la cabeza del cuerpo,
    que es la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que él sea el primero en todo,
    19
    pues Dios tuvo a bien que en él habitase
    toda la plenitud,
    20
    y por él reconciliar todos los seres consigo,
    restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 100:2-5

    2
    servid al Señor con alegría,
    entrad a su presencia con júbilo.
    3
    Sabed que el Señor es Dios:
    Él nos hizo y somos suyos, somos su pueblo y ovejas que Él apacienta.
    4
    Entrad por sus puertas con acción de gracias,
    en sus atrios con cantos de alabanza, dadle gracias, bendecid su Nombre.
    5
    Porque el Señor es bueno:
    su misericordia es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones. 

  • Evangelio

    Lucas 5:33-39

    33
    Pero ellos le dijeron:
    —¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones, y lo mismo los de los fariseos; y en cambio, los tuyos comen y beben?
    34
    Jesús les respondió:
    —¿Acaso pueden ayunar los invitados a la boda, mientras el esposo está con ellos?
    35Ya vendrán los días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquellos días, ayunarán.
    36
    Y les decía también una parábola:
    —Nadie pone a un vestido viejo un remiendo cortado de un vestido nuevo, porque entonces, además de romper el nuevo, el remiendo del vestido nuevo no le iría bien al viejo.
    37Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino nuevo reventará los odres, y se derramará, y los odres se perderán.
    38El vino nuevo debe echarse en odres nuevos.
    39Y ninguno acostumbrado a beber vino añejo quiere del nuevo, porque dice: «El añejo es mejor».

jueves, 4 de septiembre de 2025

Lecturas 4 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:9-14

    9Por eso también nosotros, desde el día en que nos enteramos, no cesamos de rezar y pedir por vosotros, para que alcancéis un pleno conocimiento de su voluntad con toda sabiduría y entendimiento espiritual.
    10Rezamos para que viváis de una manera digna del Señor, agradándole en todo, dando como fruto toda clase de obras buenas y creciendo en el conocimiento de Dios.
    11Así seréis fortalecidos con toda la fuerza propia de su glorioso poder para tener en todo paciencia y longanimidad, con alegría,
    12dando gracias al Padre, que os hizo dignos de participar en la herencia de los santos en la luz.
    13Él nos arrebató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,
    14en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 98:2-6

    2
    El Señor ha dado a conocer su salvación;
    ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.
    3
    Se acordó de su misericordia y fidelidad
    con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
    4
    Aclamad al Señor, la tierra entera;
    gritad, cantad, entonad salmos.
    5
    Entonad salmos al Señor con la cítara,
    con la cítara al son de la música;
    6
    con trompetas y el sonido del cuerno,
    aclamad ante el Rey y Señor.

  • Evangelio

    Lucas 5:1-11

    1Estaba Jesús junto al lago de Genesaret y la multitud se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios.
    2Y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago; los pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes.
    3Entonces, subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que la apartase un poco de tierra. Y, sentado, enseñaba a la multitud desde la barca.
    4
    Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:
    —Guía mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca.
    5
    Simón le contestó:
    —Maestro, hemos estado bregando durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero sobre tu palabra echaré las redes.
    6Lo hicieron y recogieron gran cantidad de peces. Tantos, que las redes se rompían.
    7Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran y les ayudasen. Vinieron, y llenaron las dos barcas, de modo que casi se hundían.
    8
    Cuando lo vio Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo:
    —Apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.
    9Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos estaban con él, por la gran cantidad de peces que habían pescado.
    10
    Lo mismo sucedía a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón:
    —No temas; desde ahora serán hombres los que pescarás.
    11Y ellos, sacando las barcas a tierra, dejadas todas las cosas, le siguieron.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Lecturas 3 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:1-8

    1Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano,
    2a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, estén con vosotros.
    3Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por vosotros,
    4al llegarnos noticias de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos,
    5a causa de la esperanza en lo que os está reservado en los cielos. De ello ya habéis sido instruidos al recibir la palabra de la verdad, el Evangelio
    6que os llegó y que da fruto y crece entre vosotros como en todo el mundo, desde el día en que oísteis y conocisteis de verdad la gracia de Dios.
    7Así lo aprendisteis de Epafras, nuestro amado compañero en el servicio, que hace las veces de nosotros como fiel ministro de Cristo
    8y que también nos manifestó vuestro amor en el Espíritu.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 52:10-11

    10
    Yo, como verde olivo en la Casa de Dios,
    espero en la misericordia de Dios, por siempre, sin fin.
    11
    Te daré gracias siempre por lo que has hecho.
    Espero en tu Nombre, porque eres bueno con tus fieles. 

  • Evangelio

    Lucas 4:38-44

    38Saliendo Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una fiebre muy alta, y le rogaron por ella.
    39E inclinándose hacia ella, conminó a la fiebre, y la fiebre desapareció. Y al instante, ella se levantó y se puso a servirles.
    40Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos con diversas dolencias se los traían. Y él, poniendo las manos sobre cada uno, los curaba.
    41
    De muchos salían demonios gritando y diciendo:
    —¡Tú eres el Hijo de Dios! Y él, increpándoles, no les dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.
    42Cuando se hizo de día, salió hacia un lugar solitario, y la multitud le buscaba. Llegaron hasta él, e intentaban detenerlo para que no se alejara de ellos.
    43
    Pero él les dijo:
    —Es necesario que yo anuncie también a otras ciudades el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado.
    44E iba predicando por las sinagogas de Judea.

martes, 2 de septiembre de 2025

Lecturas 2 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Tesalonicenses 5:1-6, 9-11

    1Sobre el tiempo y el momento, hermanos, no necesitáis que os escriba,
    2porque vosotros mismos sabéis muy bien que el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche.
    3Así pues, cuando clamen: «Paz y seguridad», entonces, de repente, se precipitará sobre ellos la ruina —como los dolores de parto de la que está encinta—, sin que puedan escapar.
    4Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, de modo que ese día os sorprenda como un ladrón;
    5pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas.
    6Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos en vela y mantengámonos sobrios.
    9Porque Dios no nos ha destinado a la ira, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,
    10que murió por nosotros, para que, tanto si velamos como si dormimos, vivamos juntos con él.
    11Por eso, animaos mutuamente y edificaos unos a otros, como ya lo hacéis.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 27:1, 4, 13-14

    1
    De David.
    El Señor es mi luz y mi salvación: ¿a quién temeré? El Señor es el refugio de mi vida: ¿de quién tendré miedo?
    4
    Una cosa pido al Señor,
    ésta sólo busco: habitar en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de las delicias del Señor y contemplar su Templo.
    13
    Seguro estoy de ver la bondad del Señor
    en la tierra de los vivos.
    14
    Espera en el Señor, sé recio,
    que se reanime tu corazón. ¡Espera en el Señor! 

  • Evangelio

    Lucas 4:31-37

    31Bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y el sábado se puso a enseñarles.
    32Y se quedaron admirados de su enseñanza, porque su palabra iba acompañada de potestad.
    33Se encontraba en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio impuro, que gritó con gran voz:
    34—¡Déjanos!, ¿qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!
    35
    Y Jesús le conminó:
    —¡Cállate, y sal de él! Entonces el demonio, arrojándolo al suelo, allí en medio, salió de él, sin hacerle daño alguno.
    36
    Y todos se llenaron de estupor y se decían unos a otros:
    —¿Qué palabra es ésta, que con potestad y fuerza manda a los espíritus impuros y salen?
    37Y se divulgaba su fama por todos los lugares de la región.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Lecturas 1 de Agosto de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 2:4-9, 15

    4
    Éstos fueron los orígenes del cielo y de la tierra al ser creados.
    Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo,
    5aún no había en la tierra ningún arbusto silvestre, y aún no había brotado ninguna hierba del campo —pues el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra ni había nadie que trabajara el suelo—,
    6pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.
    7Entonces, el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser vivo.
    8El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
    9El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer; y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
    15El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén para que lo trabajara y lo guardara;

  • Salmo Responsorial

    Salmo 90:2-5, 12-14, 16

    2
    Antes de que fueran engendrados los montes
    y la tierra y el orbe fuesen formados, desde siempre y para siempre, Tú eres Dios.
    3
    Al polvo haces volver al hombre,
    diciendo: «Volved, hijos de Adán».
    4
    Pues mil años a tus ojos
    son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.
    5
    Tú los arrastras, son un sueño al amanecer,
    como hierba que brota:
    12
    Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días,
    para que logremos un corazón sabio.
    13
    ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
    Ten piedad con tus siervos.
    14
    Sácianos de mañana con tu misericordia,
    exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
    16
    Que se muestre a tus siervos tu obra,
    y a tus hijos tu majestad.

  • Evangelio

    Mateo 6:31-34

    31Así pues, no andéis preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir?
    32Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados.
    33»Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán.
    34Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad.

  • Primera Lectura

    1 Tesalonicenses 4:13-18

    13No queremos, hermanos, que ignoréis lo que se refiere a los que han muerto, para que no os entristezcáis como esos otros que no tienen esperanza.
    14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera también Dios, por medio de Jesús, reunirá con Él a los que murieron.
    15Así pues, como palabra del Señor, os transmitimos lo siguiente: nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la venida del Señor, no nos anticiparemos a los que hayan muerto;
    16porque, cuando la voz del arcángel y la trompeta de Dios den la señal, el Señor mismo descenderá del cielo, y resucitarán en primer lugar los que murieron en Cristo;
    17después, nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados a las nubes junto con ellos al encuentro del Señor en los aires, de modo que, en adelante estemos siempre con el Señor.
    18Por tanto, animaos mutuamente con estas palabras.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 96:1, 3-5, 11-13

    1
    Cantad al Señor un cántico nuevo,
    cantad al Señor, la tierra entera.
    3
    Proclamad su gloria a las naciones,
    sus maravillas a todos los pueblos.
    4
    Porque el Señor es grande y digno de alabanza.
    Temible más que todos los dioses.
    5
    Porque los dioses de los pueblos son ídolos vanos,
    en cambio, el Señor hizo los cielos.
    11
    Alégrense los cielos y exulte la tierra,
    brame el mar y cuanto lo llena;
    12
    que se gocen los campos y cuanto hay en ellos.
    Entonces exultarán todos los árboles del bosque
    13
    ante el Señor, que ya viene,
    que viene a juzgar la tierra: juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud. 

  • Evangelio

    Lucas 4:16-30

    16Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entró en la sinagoga el sábado y se levantó para leer.
    17Entonces le entregaron el libro del profeta Isaías y, abriendo el libro, encontró el lugar donde estaba escrito:
    18
    El Espíritu del Señor está sobre mí,
    por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado para anunciar la redención a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos
    19y para promulgar el año de gracia del Señor.
    20Y enrollando el libro se lo devolvió al ministro y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
    21
    Y comenzó a decirles:
    —Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.
    22
    Todos daban testimonio en favor de él y se maravillaban de las palabras de gracia que procedían de su boca, y decían:
    —¿No es éste el hijo de José?
    23
    Entonces les dijo:
    —Sin duda me aplicaréis aquel proverbio: «“Médico, cúrate a ti mismo”. Cuanto hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra».
    24
    Y añadió:
    —En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
    25Os digo de verdad que muchas viudas había en Israel en tiempos de Elías, cuando durante tres años y seis meses se cerró el cielo y hubo gran hambre por toda la tierra;
    26y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
    27Muchos leprosos había también en Israel en tiempo del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, más que Naamán el Sirio.
    28Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira
    29y se levantaron, le echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la cima del monte sobre el que estaba edificada su ciudad para despeñarle.
    30Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.

Lecturas 31 de Julio de 2025

 

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Eclesiástico 3:17-18, 20, 28-29

    19
    Hijo, haz las cosas con mansedumbre,
    y serás amado por el hombre de valía.
    20
    Cuanto más grande seas, tanto más debes humillarte,
    y encontrarás gracia ante el Señor. Muchos son los altivos y jactanciosos, pero Él revela sus secretos a los mansos;
    22
    No busques lo que te es demasiado difícil,
    ni investigues lo que te supera. Piensa en lo que te ha sido encomendado, y no te preocupes por las cosas misteriosas y no seas curioso de sus muchas obras.
    31
    El corazón del prudente meditará los proverbios,
    y oído atento es lo que desea el sabio.
    33
    El agua apaga el fuego ardiente,
    y la limosna expía los pecados.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 68:4-7, 10-11

    4
    Pero los justos se alegran,
    se deleitan en la presencia de Dios y se gozan con alegría.
    5
    Cantad a Dios, entonad salmos a su Nombre;
    aplanad el camino al que cabalga sobre las nubes: «el Señor» es su Nombre; regocijaos en su presencia.
    6
    Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
    es Dios en su morada santa.
    7
    Dios dispone un hogar para los abandonados,
    suelta a los cautivos y los hace prósperos; sólo los rebeldes habitan en árida tierra.
    10
    Derramaste una lluvia copiosa, oh Dios,
    reconfortaste tu heredad extenuada.
    11
    Tu grey habitó en la heredad
    que, en tu bondad, oh Dios, preparaste al pobre.

  • Segunda Lectura

    Hebreos 12:18-19, 22-24

    18Vosotros no os habéis acercado a un fuego tangible y ardiente, a oscuridad, a tinieblas, a tempestad,
    19a son de trompetas, y a ese clamor de palabras que cuantos lo oyeron suplicaron que no se les hablara más.
    22En cambio, vosotros os habéis acercado al Monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea gozosa
    23y a la Iglesia de los primogénitos inscritos en los cielos, al Dios Juez de todos, a los espíritus de los justos que han alcanzado la perfección,
    24a Jesús mediador de la nueva alianza y a la sangre derramada, que habla mejor que la de Abel.

  • Evangelio

    Lucas 14:1, 7-14

    1Un sábado, entró él a comer en casa de uno de los principales fariseos y ellos le estaban observando.
    7Les proponía a los invitados una parábola, al notar cómo iban eligiendo los primeros puestos:
    8—Cuando alguien te invite a una boda, no vayas a ponerte en el primer puesto, no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él
    9y, al llegar el que os invitó a ti y al otro, te diga: «Cédele el sitio a éste», y entonces empieces a buscar, lleno de vergüenza, el último lugar.
    10Al contrario, cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó te diga: «Amigo, sube más arriba». Entonces quedarás muy honrado ante todos los comensales.
    11Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.
    12
    Decía también al que le había invitado:
    —Cuando des una comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos, no sea que también ellos te devuelvan la invitación y te sirva de recompensa.
    13Al contrario, cuando des un banquete, llama a pobres, a tullidos, a cojos y a ciegos;
    14y serás bienaventurado, porque no tienen para corresponderte. Se te recompensará en la resurrección de los justos.