miércoles, 13 de septiembre de 2017

Evangelio 13 de Septiembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Colosenses 3:1-11
    1 Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
    2 Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra.
    3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.
    4 Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él.
    5 Por tanto, mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es una idolatría,
    6 todo lo cual atrae la cólera de Dios sobre los rebeldes,
    7 y que también vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivíais entre ellas.
    8 Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca.
    9 No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras,
    10 y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento pefecto, según la imagen de su Creador,
    11 donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos.
  • Salmo responsorial

    Salmo 145:2-3, 10-13
    2 todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;
    3 grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.
    10 Te darán gracias, Yahveh, todas tus obras y tus amigos te bendecirán;
    11 dirán la gloria de tu reino, de tus proezas hablarán,
    12 para mostrar a los hijos de Adán tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.
    13 Tu reino, un reino por los siglos todos, tu dominio, por todas las edades. Yahveh es fiel en todas sus palabras, en todas sus obras amoroso;
  • Evangelio

    Lucas 6:20-26
    20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
    21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
    22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.
    23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
    24 «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
    25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
    26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Efesios 4:1-7, 11-13
    1 Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
    2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor,
    3 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
    4 Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados.
    5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
    6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
    7 A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo.
    11 El mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros,
    12 para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo,
    13 hasta que llegemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 40:2, 4, 7-11
    2 En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
    4 Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
    7 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,
    8 dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro
    9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.
    10 He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.
    11 No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ne he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.
  • Evangelio

    Marcos 4:1-10, 13-20
    1 Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar.
    2 Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción:
    3 «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar.
    4 Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron.
    5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra;
    6 pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó.
    7 Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto.
    8 Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento.»
    9 Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga.»
    10 Cuando quedó a solas, los que le seguían a una con los Doce le preguntaban sobre las parábolas.
    13 Y les dice: «¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, entonces, comprenderéis todas las parábolas?
    14 El sembrador siembra la Palabra.
    15 Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos.
    16 De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría,
    17 pero no tienen raíz en sí mismos, sino que son inconstantes; y en cuanto se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumben en seguida.
    18 Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que han oído la Palabra,
    19 pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto.
    20 Y los sembrados en tierra buena son aquellos que oyen la Palabra, la acogen y dan fruto, unos treinta, otros sesenta, otros ciento.»

    O también:
    Marcos 4:1-9
    1 Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar.
    2 Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción:
    3 «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar.
    4 Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron.
    5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra;
    6 pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó.
    7 Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto.
    8 Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento.»
    9 Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga.»

Evangelio Meditado

Recordar para que hemos sido creados
Santo Evangelio según San Lucas 6, 20-26. Miércoles XXIII del tiempo ordinario.


Por: H. Hiram Samir Galán Jaime, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero dejarme amar…Te conozco desde antes que nacieras, sé tu historia conozco tus problemas. Sé de tus heridas y de tu pasado y aun así te amo. Sólo abandónate en mis brazos, confía en mi amor que lo puede todo… Jesús.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo:
"Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena!


¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!"
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Detenernos a meditar en este Evangelio nos hace recordar inmediatamente, o debería, a nuestros hermanos perseguidos en medio oriente. Verdaderamente su testimonio de vivencia radical de su fe, debería conmover nuestros corazones y hacernos despertar.
¿En qué momento perdimos el rumbo? ¿En qué momento olvidamos que ésta no es nuestra patria final, que sólo estamos de paso por este mundo, que de nada le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?
Es necesario alzar la voz contra la tiranía de la superficialidad, que nos inhibe continuamente para no pensar en la trascendencia. A buscar sólo el placer y vivir al día a día, como si no existiese mañana. A no preocuparnos por lo espiritual, cuando tienes muchas cosas materiales y terrenas por las que preocuparte. A no tener momentos de silencio y encuentro personal, para poder así pretender callar la sed y la voz de mi alma que sufre y gime por no poder saciar la sed de infinito que tiene, con ruido, cosas materiales, finitas y pasajeras.
Hoy es el día. Hoy es una nueva oportunidad de vivir en el amor. Háblale a tu Creador, tu Dios y Señor,quien vive en tu interior y, continuamente, toca a la puerta de tu corazón esperando que le abras para cenar contigo. Él te dirá lo que tienes que hacer…
Madre Santísima, danos el valor y coraje de vivir coherentemente nuestra fe. Que continuamente tu recuerdo nos permita recordar para que hemos sido creados.
Cada uno de nosotros hoy puede preguntarse: ¿Me detengo para escuchar la Palabra de Dios, tomo la Biblia en las manos, y me está hablando?; ¿mi corazón se ha endurecido? ¿Me he alejado del Señor? ¿He perdido la fidelidad al Señor y vivo con los ídolos que me ofrece la mundanidad de cada día? ¿He perdido la alegría del estupor del primer encuentro con Jesús? Hoy es una jornada para escuchar. Escuchad, hoy, la voz del Señor, hemos rezado. "No endurezcáis vuestro corazón". Pidamos esta gracia: la gracia de escuchar para que nuestro corazón no se endurezca.
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de marzo de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré un espacio al final del día para hacer un balance sobre mis actitudes y actividades buscando retomar el rumbo hacia la santidad. Dios me quiere santo y ya me está dando todas las gracias para ello.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

martes, 12 de septiembre de 2017

Evangelio 12 de Septiembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Gálatas 4:4-7
    4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,
    5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.
    6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
    7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.

    O también:
    Efesios 1:3-6, 11-12
    3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;
    4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;
    5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,
    6 para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado.
    11 A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,
    12 para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo.
  • Salmo responsorial

    Lucas 1:46-55
    46 Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
    47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
    48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
    49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre
    50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
    51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
    52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
    53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
    54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
    55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
  • Evangelio

    Lucas 1:39-57
    39 En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
    40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
    41 Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;
    42 y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
    43 y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
    44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
    45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
    46 Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor
    47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
    48 porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
    49 porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre
    50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
    51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
    52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
    53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
    54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
    55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»
    56 María permanceció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
    57 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo.

Evangelio meditado

Discípulo y apóstol
Santo Evangelio según San Lucas 6, 12-19. Santísimo Nombre de María.


Por: H. Javier Castellanos, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Tú me llamas por mi nombre, Señor, y me escoges para colaborar en tu misión. Tú me llamas amigo y me haces partícipe de tu propia vida. Habla a mi corazón, te pido; permíteme escuchar tus enseñanzas y comprender tu mensaje. Así, con tu ayuda y la fuerza del Espíritu Santo, podré ser un apóstol de tu Reino en este día. Así sea.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19
En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y se pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, y les dio el nombre de apóstoles, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
 Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.  
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio


Cristo transformó a doce hombres. Cuando lo conocieron, eran unos simples "discípulos", personas que escuchaban la doctrina de Jesús y aprendían cosas nuevas sobre el Reino de los cielos. Poco tiempo después, Cristo los miró a los ojos, los escogió de entre el grupo y los nombró "apóstoles". Y esto es más que un simple cambio de palabras.
Apóstol significa caminar por el mundo en nombre de Jesús. Las doce personas que Cristo seleccionó estaban marcadas por una misión especial. Sabían que en cualquier momento les tocaría su parte en el proyecto, y tenían que prepararse bien para arrimar el hombro cuando hiciera falta. Lo que vieron hacer a Cristo ese día tenía ya un tono de luz distinto: ahora era un campo de acción, consistía en abrir los ojos anta situaciones y problemas reales para colaborar en afrontarlos. Como discípulos eran sólo un "club de fans"; pero como apóstoles se convertían en aprendices de una tarea crucial en la sociedad: anunciar el Evangelio con obras. Pedro, Santiago y los otros diez debieron sentirse honrados de ser parte de algo tan grande pero, al mismo tiempo, habrán sentido el peso de lo que se les venía encima. Tarde o temprano ellos mismos enseñarán a las gentes, expulsarán demonios, curarán enfermedades y consolarán a tanta gente en necesidad.
Yo también soy cristiano. Yo también llevo en la sangre una porción de discípulo, pero también una porción grande de apóstol. Cristo hoy me mira y me escoge, llamándome por nombre y apellido; me llama a ayudarle en medio de mi comunidad, parroquia, equipo de trabajo y grupo de amigos.
Mi fe no es teoría de libro o curiosidad de revista; debe ser fuego que me empuja a una misión muy concreta. Ser cristiano significa aprender de Cristo a abrir los ojos ante las necesidades del mundo, para poder colaborar en la misión que Jesús me comparte: dar gloria al Padre y extender su Reino, sirviendo a los hombres y mujeres que encuentro en mi camino.
Instituyó, pues, a los Doce, y los nombra uno tras otro. Jesús, entre tanta gente que lo seguía -nos dice el evangelio- "llamó a sí a los que quería". Hay una elección: Jesús eligió a los que él quería, instituyó a Doce. Que llamó apóstoles. Había otros: estaban los discípulos, y el evangelio habla de setenta y dos, en una ocasión. Pero estos eran otra cosa. Los Doce son instituidos para que estén con él y para mandarlos a predicar con el poder de expulsar los demonios. Es el grupo más importante que Jesús eligió, para que estuvieran con él, más cercanos, y para mandarlos a predicar el Evangelio. Y con el poder de expulsar los demonios, también añade Marcos. Los Doce son los primeros obispos, el primer grupo de obispos.
(Homilía de S.S. Francisco. 29 de enero de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy me informaré de la situación de mi parroquia o diócesis, para poder rezar por ella o colaborar en lo que haga falta.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Evangelio 11 de Septiembre de 2017

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Colosenses 1:24--2:3
    24 Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,
    25 de la cual he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios me concedió en orden a vosotros para dar cumplimiento a la Palabra de Dios,
    26 al Misterio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos,
    27 a quienes Dios quiso dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria,
    28 al cual nosotros anunciamos, amonestando e instruyendo a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de presentarlos a todos perfectos en Cristo.
    29 Por esto precisamente me afano, luchando con la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí.
    1 Quiero que sepáis qué dura lucha estoy sosteniendo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente,
    2 para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios,
    3 en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
  • Salmo responsorial

    Salmo 62:6-7, 9
    6 En Dios sólo descansa, oh alma mía, de él viene mi esperanza;
    7 sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar;
    9 confiad en él, oh pueblo, en todo tiempo; derramad ante él vuestro corazón, ¡Dios es nuestro refugio!
  • Evangelio

    Lucas 6:6-11
    6 Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
    7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle.
    8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» El, levantándose, se puso allí.
    9 Entonces Jesús les dijo: «Yo os pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.»
    10 Y mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» El lo hizo, y quedó restablecida su mano.
    11 Ellos se ofuscaron, y deliberaban entre sí qué harían a Jesús.

Evangelio meditado

Una pregunta que interpela
Santo Evangelio según San Lucas 6, 6-11. Lunes XXIII del tiempo ordinario


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga, L.C. | Fuente: missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, he aprendido que la fe crece pidiéndola y transmitiéndola. Y Tú nos dices "pidan y se les dará". Por eso vengo hoy a decirte: ¡Aumenta mi fe para creer en Ti!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí en medio". Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?" Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: "Extiende el brazo." Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Cuántas concepciones tengo de Dios?, ¿cómo lo veo? A veces lo veo como un Dios misericordioso, otras veces como un Dios paciente. Lo veo como un Dios justo pero compasivo, un Dios que es todo amor. Y me parece, sobre todo, un Dios que no reclama, que no dice mucho o que es incluso silencioso.


Pues bien, aquí me confronto con una cara distinta de Dios, que viene y me interpela. Sí, a veces es bueno mirar a la bondad de Dios que jamás se cansa, mirar a la clemencia que jamás se agota. Pero, ¿es que a un niño siempre se le trata así? Quien sabe educar, sabe que al niño no siempre debe concedérsele todo, que no siempre le ayuda la condescendencia. Puede parecer virtud por parte del de la madre, del padre o del tutor, pero en realidad es ingenuidad.
El corazón de toda persona necesita tanto de momentos en que pueda ejercer su libertad sin ninguna coacción, como también de momentos en que se le interpele. En pocas palabras, qué bien me hace cuando me dirigen un "¿qué haces?", "¡abre los ojos!", "¡piensa en tus hijos!", "¡no vayas por ahí!" o también "¡qué bien lo hiciste!", "¡sigue así!", "no te des por vencido", "mira a tu futuro"… Somos humanos. Necesitamos de otros. Y Cristo era muy humano.
Hoy la pregunta se dirige a los fariseos. Podemos llamarla una pregunta "retórica". Una pregunta que va más allá de la sola respuesta. Una pregunta que busca sacudir. Dios viene a presentárseme hoy, sí, como justo, misericordioso y todo amor; pero especialmente como Padre que me busca interpelar. Y ¡cómo lo necesito!
El único camino para vencer el mal es la misericordia. La justicia es necesaria, cómo no, pero ella sola no basta. Justicia y misericordia tienen que caminar juntas. ¡Cómo quisiera que todos nos uniéramos en oración unánime, implorando desde lo más profundo de nuestros corazones, que el Señor tenga misericordia de nosotros y del mundo entero!
(Homilía de S.S. Francisco, 28 de septiembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Cuando acuda a la Santa Misa buscaré abrir el corazón para escuchar la voz de Dios en las lecturas, en el sermón, dejando que me interpele.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Evangelio 10 de Septiembre de 2017

Color: Verde

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Ezequiel 33:7-9
    7 A ti, también, hijo de hombre, te he hecho yo centinela de la casa de Israel. Cuando oigas una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte.
    8 Si yo digo al malvado: «Malvado, vas a morir sin remedio», y tú no le hablas para advertir al malvado que deje su conducta, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.
    9 Si por el contrario adviertes al malvado que se convierta de su conducta, y él no se convierte, morirá él debido a su culpa, mientras que tú habrás salvado tu vida.
  • Salmo responsorial

    Salmo 95:1-2, 6-9
    1 Venid, cantemos gozosos a Yahveh, aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
    2 con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
    6 Entrad, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante Yahveh que nos ha hecho!
    7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su pasto, el rebaño de su mano. ¡Oh, si escucharais hoy su voz!:
    8 «No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como el día de Massá en el desierto,
    9 donde me pusieron a prueba vuestros padres, me tentaron aunque habían visto mi obra.
  • Segunda lectura

    Romanos 13:8-10
    8 Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
    9 En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    10 La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud.
  • Evangelio

    Mateo 18:15-20
    15 «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano.
    16 Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.
    17 Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.
    18 «Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
    19 «Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos.
    20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»