Tiempo Ordinario: (2ª Parte)
1ª Lectura
Ap 5,1-10
1 Vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por las dos caras, sellado con siete sellos. 2 Vi un ángel poderoso que exclamaba con voz potente: ¿Quién es digno de abrir el libro y de romper los sellos? 3 Y nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra podía abrir el libro y leerlo. 4 Yo lloré mucho, porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro y de leerlo. 5 Uno de los ancianos me dijo: Deja de llorar, que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; él abrirá el libro y sus siete sellos. 6 Entonces, junto al trono, vi un cordero rodeado de los cuatro vivientes y de los ancianos. Estaba de pie y como degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos (éstos son los siete espíritus de Dios enviados por todo el mundo). 7 Se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Entonces los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del cordero, teniendo cada uno en la mano un arpa y copas de oro llenas de perfumes (las oraciones de los santos). 9 Ellos cantaban un cántico nuevo: Tú eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque has sido degollado y has rescatado para Dios con tu sangre a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación. 10 De ellos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes, que reinarán sobre la tierra.
Salmo Responsorial
Sal 149,1-2
1 ¡Aleluya!
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad su alabanza en la asamblea de los fieles. 2 Que Israel se regocije en su hacedor, y los hijos de Sión festejen a su rey.
Sal 149,3-4
3 Alaben su nombre con la danza, toquen para él el tambor y la cítara, 4 porque el Señor ama a su pueblo y corona de victoria a los humildes.
Sal 149,5-6
5 Que los fieles se alegren de su gloria, y en sus lechos griten de alegría; 6 que ensalcen a Dios a voz en grito, teniendo empuñada la espada de dos filos
Sal 149,9
9 para ejecutar contra ellos la sentencia escrita. Esto es un honor para todos sus amigos. ¡Aleluya!
Evangelio
Lc 19,41-44
41 Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, 42 y dijo: «¡Ojalá en este día conocieras también tú el mensaje de paz! Pero está oculto y no puedes verlo. 43 Porque llegará un día en que tus enemigos te rodearán con trincheras, te cercarán y te estrecharán por todas partes 44 y te echarán al suelo. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán de ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo en el que Dios te ha visitado».
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