lunes, 3 de enero de 2011

Evangelio 4 de Enero de 2011

  • Primera Lectura: I Juan 4, 7-10
    "Dios es amor"

    Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios; y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
    El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
    Dios ha manifestado el amor que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único, para que vivamos por él. El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados.

  • Salmo Responsorial: 71
    "Que te adoren, Señor, todos los pueblos."

    Dios mío, da tu juicio al rey, tu justicia al heredero del trono; para que gobierne a tu pueblo con justicia, y a tus humildes con equidad.
    R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

    Que las montañas traigan la paz al pueblo, y las colinas, justicia; que él defienda a los humildes del pueblo y que salve a los necesitados.
    R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

    Que florezca en sus días la justicia y haya gran prosperidad mientras alumbre la luna; que domine de mar a mar, desde el Eufrates hasta los extremos de la tierra.
    R. Que te adoren, Señor, todos los pueblos

  • Evangelio: Marcos 6, 34-44
    "Al multiplicar los panes, Jesús se manifiesta como profeta"

    En aquel tiempo, al desembarcar, vio Jesús una multitud, se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Cuando ya atardecía, se acercaron sus discípulos a decirle:
    «Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despídelos para que vayan por los caseríos y poblados del contorno y se compren algo de comer».
    El les replicó:
    «Denles ustedes de comer».
    Ellos le dijeron:
    «¿Acaso vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?»
    El les preguntó:
    «¿Cuántos panes tienen? Vayan a ver».
    Cuando lo averiguaron, le dijeron:
    «Cinco panes y dos pecados».
    Jesús ordenó que la gente se sentara en grupos sobre la hierba verde y se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tomando los cinco panes y los dos pescados, Jesús alzó los ojos al cielo, bendijo a Dios, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran; lo mismo hizo con los dos pescados.
    Comieron todos hasta saciarse, y con las sobras de pan y de pescado llenaron doce canastos. Los que comieron fueron cinco mil hombres.

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