sábado, 26 de noviembre de 2011

Evangelio 26 de Noviembre de 2011


  • Primera Lectura: Daniel 7, 15-27
    "El poder real y el dominio serán entregados al pueblo de los elegidos del Altísimo"
    Yo, Daniel, me sentía angustiado y perturbado por las visiones que había tenido. Me acerqué a uno de los presentes y le pedí que me explicara todo aquello, y él me explicó el sentido de las visiones.
    «Esas cuatro bestias gigantescas significan cuatro reyes que surgirán en el mundo. 
    Pero los elegidos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos».
    Quise saber lo que significaba la cuarta bestia, diferente de las demás, la bestia terrible con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba, y pisoteaba lo sobrante con las patas; lo que significaban los diez cuernos de su cabeza y el otro cuerno que, al salir, eliminaba a otros tres, que tenía ojos y una boca que profería blasfemias, y era más grande que las otras.
    Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los elegidos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los elegidos del Altísimo, para que éstos poseyeran el reino.
    Después me dijo: 
    «La cuarta bestia es un cuarto rey que habrá en la tierra, mayor que todos los reyes; devorará, trillará y triturará toda la tierra. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; y después vendrá otro, más poderoso que ellos, el cual destronará a tres reyes; blasfemará contra el Altísimo e intentará aniquilar a los elegidos y cambiar las fiestas y la ley. Los elegidos estarán bajo su poder durante tres años y medio. Pero al celebrarse el juicio, se le quitará el poder y será destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los elegidos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos».
  • Interleccional: Daniel 3
    Bendito seas siempre, Señor.

    Hombres todos, bendigan al Señor; pueblo de Israel, bendice al Señor.
    R. Bendito seas siempre, Señor.

    Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor; siervos del Señor, bendigan al Señor.
    R. Bendito seas siempre, Señor.

    Almas y espíritus justos, bendigan al Señor; santos y humildes de corazón, bendigan al Señor.
    R. Bendito seas siempre, Señor.
  • Evangelio: Lucas 21, 34-36
    "Velen para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder"
    En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: 
    «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente, y aquel día los sorprenda desprevenidos: porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
    Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer ante el Hijo del hombre».

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