sábado, 24 de marzo de 2012

Evangelio 23 de Marzo de 2012


Lecturas de la liturgia
  • Primera Lectura: Sabiduría 2,1a.12-22
    "Lo condenaremos a muerte ignominiosa"
    Esto dice el Señor: «Esta fue la orden que di a mi pueblo: Si obedecen mi voz, yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; sigan fielmente el camino que yo les he mandado para que sean felices.Pero ellos no escucharon ni hicieron caso; siguieron las inclinaciones de su corazón endurecido; me dieron la espalda y no la cara. Desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas. Pero no me obedecieron ni me hicieron caso, sino que endurecieron su corazón y fueron peores que sus antepasados. Cuando les comuniques todo esto, no te escucharán; cuando los llames, no te responderán. Entonces les dirás: Esta es la nación que no escucha la voz del Señor su Dios y no aprende la lección. La verdad ha desaparecido de su boca».
  • Salmo Responsorial: 33
    "El Señor está cerca de los atribulados."
    El Señor se enfrenta con los malhechores, / para borrar de la tierra su memoria. / Cuando uno grita, el Señor lo escucha / y lo libra de sus angustias. R.

    El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos. / Aunque el justo sufra muchos males, / de todos lo librará el Señor. R.

    Él cuida de todos sus huesos, / y ni uno solo se quebrará. / El Señor redime a sus siervos, / no será castigado quien se acoge a él. R.
  • Evangelio: Juan 7,1-2.10.25-30
    "Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora"
    En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.

    Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: "¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene." Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: "A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado." Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

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