MADRID, 24 Dic. 13 / 03:28 am (ACI/EWTN Noticias).- María José Mansilla, presidenta asociación Spei Mater una asociación pública de fieles que lleva a cabo el Proyecto Raquel, reveló que cada vez más hombres buscan ayuda para superar el síndrome post aborto, pues al igual que las mujeres que se practicaron un aborto, ellos se sienten culpables de haber perdido a un hijo.
"Cada vez tenemos más hombres. Con ellos hacemos un proceso semejante al de las mujeres, pero adaptado a su psicología porque ellos también se sienten culpables, ellos también han perdido un hijo", afirmó la presidenta del Proyecto Raquel, una iniciativa que ayuda a mujeres y hombres afectados por el síndrome post aborto, para que asuman lo que ha ocurrido y puedan perdonarse tanto a ellas mismas como a quienes participaron en el aborto, para que pasen el duelo por el niño que perdieron y vuelvan a encontrar la paz interior.
En declaraciones a ACI Prensa, Mansilla indicó que estas personas "llegan a nosotros tanto por la página web, por el boca a boca porque ayudamos a alguien que ellas conocían, pero también por sacerdotes que escuchan en la dirección espiritual o en la confesión, o también muchos vienen a través de psicólogos u orientadores de los colegios".
Así, indicó que las personas que acuden al Proyecto Raquel reciben “un acompañamiento espiritual y psicológico en un proceso de sanación. En él intervienen tres figuras: la del consejero, la del sacerdote y la del psiquiatra".
El 'proceso de sanación' suele durar tres o cuatro meses aproximadamente y pasa por tres grandes fases, según explicó María José Mansilla. En la primera se trata de "encontrar la verdad de lo sucedido y asumirlo". En la fase posterior se trabaja el perdón. "Abrirse a la misericordia y abrirse al perdón para poder lograr perdonarse a uno mismo, perdonar a todas aquellas personas que han estado involucradas en el proceso y poder asumir el perdón de Dios", afirmó.
"El sacramento de la penitencia obviamente es muy importante y está en el centro de esta fase, pero no es lo único. Es también abrir el corazón a ese sacramento y sentirse perdonado", precisó.
Mientras que en la tercera y última etapa se trata "la reconciliación y pasar el duelo por ese bebé que se ha perdido. Porque todas las cosas que uno tiene cuando pierde a un ser querido, como guardar unos recuerdos u tener un funeral, cuando se pierde un hijo en esas circunstancias no se tienen".
Según explicó María José Mansilla, aunque se dice que la práctica del aborto es algo voluntario "siempre hay muchas presiones y las mujeres después tienen la sensación de haber sido engañadas porque quienes estaban a su alrededor les aconsejaron o les dijeron que era la única opción, pero nadie les advirtió de lo que venía después. En realidad nadie fue sincero con ellas y tampoco con ellos".
El Proyecto Raquel está implantado en los cinco continentes y sólo en España se encuentra en más de 20 ciudades. Para más información se puede ingresar a http://www.proyecto-raquel.com
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