jueves, 13 de febrero de 2014

Evangelio 13 de Febrero de 2014

  • Primera Lectura: I Reyes 11,4-13
    "Por haber sido infiel al pacto, de voy a arrancar el reino de las manos; pero dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a David"
    Cuando el rey Salomón llegó a viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor como el corazón de David, su padre. Salomón siguió a Astarté, diosa de los fenicios, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo lo que el Señor reprueba; no siguió plenamente al Señor como su padre David. Entonces construyó una ermita a Camós, ídolo de Moab, en el monte que se alza frente a Jerusalén, y a Malcón, ídolo de los amonitas. Hizo otro tanto para sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban en honor de sus dioses.
    El Señor se encolerizó contra Salomón, porque había desviado su corazón del Señor Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y que precisamente le había prohibido seguir a dioses extranjeros; pero Salomón no cumplió esta orden. Entonces el Señor le dijo: "Por haberte portado así conmigo, siendo infiel al pacto y a los mandatos que te di, te voy a arrancar el reino de las manos para dárselo a un siervo tuyo. No lo haré mientras vivas, en consideración a tu padre David; se lo arrancaré de la mano a tu hijo. Y ni siquiera le arrancaré todo el reino; dejaré a tu hijo una tribu, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, mi ciudad elegida."
  • Salmo Responsorial: 105
    "Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo."
    Dichosos los que respetan el derecho / y practican siempre la justicia. / Acuérdate de mí por amor a tu pueblo, / visítame con tu salvación. R.
    Emparentaron con los gentiles, / imitaron sus costumbres; / adoraron sus ídolos / y cayeron en sus lazos. R.
    Inmolaron a los demonios / sus hijos y sus hijas. / La ira del Señor se encendió contra su pueblo, / y aborreció su heredad. R.
  • Evangelio: Marcos 7,24-30
    "Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños"
    En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: "Deja que coman primero los hijos. No está bien echarles a los perros el pan de los hijos." Pero ella replicó: "Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños." Él le contestó: "Anda, vete, que, por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija." Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

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