OKLAHOMA, 04 Jul. 14 / 05:31 am (ACI).- Pese a la protesta del Arzobispo de Oklahoma (Estados Unidos), Mons. Paul Coakley, el Civic Center Music Hall señaló que mantendrá en su programación del 21 de septiembre la realización de una misa satánica presidida por Adam Daniels, quien fue condenado por agresión sexual en 2009 y promueve un monumento a Satanás en el exterior del Capitolio de Oklahoma.
Este hecho ocurre a mes y medio del episodio de la Universidad de Harvard, cuando un grupo satanista intentó celebrar una misa negra dentro del campus universitario.
En este caso se trata del Oklahoma City Civic Center, un espacio sostenido con fondos públicos en cuyo sitio web se promociona dicha “misa” como un espectáculo. “La misa negra ha sido un ritual temido ¡y ahora está siendo traído a la luz! Esto será no sólo esclarecedor, sino también educativo”, anuncia en su sitio web.
Según se informó, este evento es organizado por el grupo Dakhma of Angra Mainyu, cuyo representante es Adam Daniels, tal como consta en el permiso.
En declaraciones a la prensa local, Daniels se describió como sacerdote del grupo satánico que organiza este “ritual similar a la Misa Católica, pero hecha de tal manera que usted ofrece un sacrificio a Satanás para recibir su bendición”. “El objetivo de este evento es continuar el movimiento satánico y seguir luchando por nuestro derecho a la ‘libertad religiosa’”, afirmó.
Protesta del Arzobispo
Ante esto, el Arzobispo de Oklahoma, Mons. Paul Coakley, expresó su sorpresa y pena porque el Civic Center promueva como entretenimiento –incluido venta de entradas-, un evento que es una blasfemia y una burla hacia la Misa. “La misa negra que está programada por el Civic Center en septiembre es una inversión satánica y distorsión de la creencia más sagrada no solo de los católicos, sino de todos los cristianos”, señaló en un comunicado.
Mons. Coakley recordó que “para más de un billón de católicos alrededor del mundo y más de 200.000 católicos en Oklahoma, la Misa es el más sagrado de los rituales religiosos”.
Por ello, expresó, “en un espíritu de esperanza, pido a quienes están permitiendo este evento, reconsideren si es apropiado usar un espacio público. Confiamos que los líderes comunitarios – y en particular, el equipo de miembros del Oklahoma City Civic Center- no desea realmente permitir o animar tal evento flagrantemente inflamatorio y pueden seguramente remediar esta situación”.
Indicó que si el evento se mantiene, los católicos tendrán que considerar otras opciones pacíficas “para demostrar nuestra oposición a este acto sacrílego” que cuenta con el apoyo de fondos públicos.
“Mientras tanto, hago un llamado a todos los católicos del centro y oeste de Oklahoma –así como a los hombres y mujeres de buena voluntad– a orar para que se renueve el sentido de los sagrado y, en particular, a rezar para que el Señor pueda cambiar los corazones y mentes de los organizadores de este evento”, finalizó el Arzobispo.
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