WASHINGTON D.C., 03 Oct. 14 / 08:20 am (ACI).- En una publicación realizada en el sitio web Public Discourse, del Instituto Witherspoon, Janna Darnelle narró detalladamente el sufrimiento y la devastación que provocó en ella y en sus hijos el divorcio de su esposo, que después de 10 años de matrimonio se declaró gay y se “casó” con otro hombre.
Janna señaló que “cada vez que un nuevo estado redefine el matrimonio, las noticias están llenas de historias felices de parejas gay y lesbianas y sus nuevas familias. Pero detrás de esas grandes sonrisas y fotografías soleadas están otras historias, más dolorosas”.
“Estas son mantenidas en lugares secretos, oscuros. Son suprimidas, y aquellos que las dirían son silenciados en el nombre de la ‘igualdad matrimonial’”, denunció.
Sin embargo, aseguró Janna, “me rehúso a estar callada”, pues “represento a una de esas historias de la vida real que son mantenidas en las sombras. He sentido personalmente el dolor y la devastación forjada por la propaganda que destruye las familias naturales”.
Actualmente una escritora y defensora del matrimonio entre un hombre y una mujer, consejera en casos de familias golpeadas por la homosexualidad, Janna recordó que “en el otoño de 2007, mi esposo de casi diez años me dijo que era gay y que quería el divorcio. En un instante, el mundo que yo había conocido y amado, la vida que habíamos construido juntos, estaba destrozada”.
“Traté de convencerlo de quedarse, de aguantar y luchar para salvar nuestro matrimonio”, indicó, pero “mi voz, mis deseos, mis necesidades, y aquellas de nuestros dos pequeños hijos, ya no le importaban. Nos habíamos vuelto desechables, porque él había abrazado un pequeño mundo que se había convertido en toda su identidad”.
“Ser gay venció al compromiso, los votos, responsabilidad, fe, paternidad, matrimonio, amistades y comunidad. Todo esto fue desechado por el bien de su nueva identidad”.
El esposo de Janna además llevó el divorcio a la corte para pedir la custodia de sus hijos.
“Todo su caso puede ser resumido en una oración: ‘Soy gay y merezco mis derechos’. Funcionó: El juez le dio prácticamente todo lo que quiso. En un punto, incluso le dijo a mi esposo ‘si hubieras pedido más, te lo habría dado’”.
El ex esposo de Janna se “casó” dos veces con su pareja, antes y después de que el matrimonio fuera redefinido en el estado en el que vivían.
En ambos casos, recordó Janna, “mis hijos fueron forzados, contra mi voluntad y la suya, a participar.
“En la segunda ceremonia, que incluyó más de 20 parejas, estaciones locales de noticias y diarios estuvieron ahí para documentar la primera boda gay realizada en nuestro estado. El USA Today tomó una foto de mi ex y su pareja, mis hijos e incluso los abuelos. Yo no fui notificada de que esto estaba sucediendo, ni se me dio una voz para objetar que nuestros hijos sean usados como utilería para promover el matrimonio homosexual en los medios de comunicación”.
Janna subrayó que “no hay una familia gay en este mundo que fuera creada naturalmente. Todas las familias homosexuales pueden solamente existir manipulando la naturaleza”.
“Detrás de la fachada feliz de muchas familias encabezadas por parejas homosexuales, vemos relaciones que están construidas sobre la ruptura. Ellos representan los enlaces rotos, los amores abandonados, las responsabilidades destrozadas. Están construidas sobre la traición, mentiras y heridas profundas”.
Cuando las parejas homosexuales recurren a tecnologías de reproducción asistida, señaló, están usando mecanismos que “explotan a los hombres y a las mujeres por su potencial reproductivo, tratando a los niños como productos que son comprados y vendidos, y a propósito le niegan a los niños una relación con uno o sus dos padres biológicos”.
Janna Darnelle se refirió además al sufrimiento que viven sus hijos, luego de que su padre se mudara al condominio de su pareja, un “complejo habitado por dieciséis hombres gay”.
“Uno de los hombres tiene un prostituto de 19 años que viene y le brinda servicio. Otro hombre, que funciona como una figura paterna en su comunidad, a sus más de 60 años, tiene un enamorado de alrededor de 20 años”.
Janna lamentó que sus hijos “son llevados a fiestas gay, donde son los únicos niños y donde solo se sirven bebidas alcohólicas. Son llevados a juegos de baseball transgéneros, recaudaciones de fondos para los derechos gay y festivales de cine LGTB (lesbianas, gay, transgéneros y bisexuales)”.
El hijo de Janna, un adolescente, “está muy interesado en las chicas. ¿Pero cómo aprenderá cómo hacer frente a ese interés cuando está rodeado de hombres que buscan gratificación sexual de otros hombres? ¿Cómo aprenderá a tratar a las chicas con cuidado y respeto cuando su padre las ha rechazado y devaluado?”.
“Mi hija también sufre”, escribió, pues “necesita un papá que la aliente a abrazar su femineidad y belleza, pero estas cualidades son parodiadas y distorcionadas en el mundo de su padre. Su padre usa maquillaje y correas de esclavitud sexual para Halloween. A menudo ella está expuesta a hombres vestidos de mujeres”.
Janna señaló que “este tipo de devastación nunca debería sucederle a otra esposa o niño. Por favor, les ruego, defiendan el matrimonio entre un hombre y una mujer. Debemos defender el matrimonio y las preciosas vidas que el matrimonio crea”.
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