miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Tiene usted conciencia?

Se dice que el concepto es poco moderno, que pertenece a una época ya superada...


Por: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Conoze.com




«La conciencia, nos dicen los queridos marxistas, es un invento de la burguesía para provocar en el proletariado sentimientos de culpabilidad y con ello mantenerle encadenado». Cinco minutos más tarde apelan a nuestra conciencia ante la miseria y los sufrimientos de la clase proletaria.

Pero también desde perspectivas no marxistas se niega con frecuencia la existencia de la conciencia. Se dice que el concepto es poco moderno, que pertenece a una época ya superada. Hoy sabemos que se trata tan sólo de convencionalismos y del llamado instinto gregario. Es necesario que existan algunas leyes según las cuales el individuo debe sacrificar algunas veces sus propios intereses en favor de la «grey». Teniendo en cuenta que la grey le proporciona muchas ventajas, este sacrificio queda más que compensado, y así el instinto gregario sirve en definitiva al más fuerte de los instintos, al instinto de conservación. Ayudamos a los demás porque entonces podemos esperar ayuda de ellos.

Reflexionemos sobre ello. Un hombre camina solitario por la calle de noche y oye un grito de auxilio.

C (el instinto de conservación) dice: «¡No vayas, te pondrás en peligro!»

G (el instinto gregario) dice: «¡Tienes que ir, un miembro del rebaño necesita tu ayuda!»

C advierte: «¡Para ti tú eres el primero!»

G advierte a su vez: «¡Es cierto, pero si no vas te desacreditarás ante la grey, te señalarán con el dedo, te rechazarán, quedarás marcado!»

C «¡Imbécil! Pero si está oscuro, nadie te ve y nadie sabe que pasas casualmente por aquí. Vete a casa y todo estará en orden!»

Y como el instinto de conservación es en definitiva el instinto más fuerte y en pura lógica tiene razón, nuestro hombre le sigue y se va a su casa. Ahora debería felicitarse a sí mismo por haberlo hecho tan bien y acertadamente. Su posición en el rebaño no se ha debilitado y a pesar de ello ha podido escapar del peligro. En cambio, lo que sucede es que no puede ni mirarse al espejo. Está furioso consigo mismo. Sufre. ¿Por qué? Porque sí hay alguien que sabe cómo ha actuado. El mismo lo sabe; y él no sólo tiene instinto de conservación e instinto gregario, si no además otra cosa, un juez incorruptible, la conciencia.

Y hay otro más que lo sabe. Conciencia no es lo mismo que ciencia. Conscientia se dice en latín: consabiduría, complicidad. Y el cómplice es Dios.

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