miércoles, 22 de julio de 2015

Evangelio 22 de Julio de 2015

  • Primera Lectura: El Cantar de los Cantares 3, 1-4
    "Encontré el amor de mi alma"
    Así dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi lama: lo busqué y no lo encontré. Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma."
  • Salmo Responsorial: 62
    "Mi alma está sedienta de ti, mi Dios"
    Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
    mi alma está sedienta de ti; 
    mi carne tiene ansia de ti,
    como tierra reseca, agostada, sin agua. R. 

    ¡Como te contemplaba en el santuario 
    Viendo tu fuerza y tu gloria! 
    Tu gracia vale más que la vida,
    te alabarán mis labios. R. 

    Toda mi vida te bendeciré 
    y alzaré las manos invocándote.
    Me saciaré como de enjundia y de manteca, 
    Y mis labios te alabarán jubilosos. R. 

    Porque fuiste mi auxilio,
    y a la sombra de tus alas canto con jubilo; 
    mi alma está unida a ti, 
    y tu diestra me sostiene. R.
  • Evangelio: Juan 20,1.11-18
    "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?"
    El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto." Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: "Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré." Jesús le dice: "¡María!" Ella se vuelve y le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!" Jesús le dice: "Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."" María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto."

No hay comentarios: