viernes, 6 de mayo de 2016

Evangelio 6 de Mayo de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 18:9-18
    9 El Señor dijo a Pablo durante la noche en una visión: «No tengas miedo, sigue hablando y no calles;
    10 porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte mal, pues tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.»
    11 Y permaneció allí un año y seis meses, enseñando entre ellos la Palabra de Dios.
    12 Siendo Galión procónsul de Acaya se echaron los judíos de común acuerdo sobre Pablo y le condujeron ante el tribunal
    13 diciendo: «Este persuade a la gente para que adore a Dios de una manera contraria a la Ley.»
    14 Iba Pablo a abrir la boca cuando Galión dijo a los judíos: «Si se tratara de algún crimen o mala acción, yo os escucharía, judíos, con calma, como es razón.
    15 Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de vuestra Ley, allá vosotros. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.»
    16 Y los echó del tribunal.
    17 Entonces todos ellos agarraron a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y se pusieron a golpearlo ante el tribunal sin que a Galión le diera esto ningún cuidado.
    18 Pablo se quedó allí todavía bastantes días; después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria; con él iban Priscila y Aquila. En Cencreas se había cortado el pelo porque tenía hecho un voto.
  • Salmo responsorial

    Salmo 47:2-7
    2 ¡Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de alegría!
    3 Porque Yahveh, el Altísimo, es terrible, Rey grande sobre la tierra toda.
    4 El somete a nuestro yugo los pueblos, y a las gentes bajo nuestros pies;
    5 él nos escoge nuestra herencia, orgullo de Jacob, su amado.
    6 Sube Dios entre aclamaciones, Yahveh al clangor de la trompeta:
    7 ¡salmodiad para nuestro Dios, salmodiad, salmodiad para nuestro Rey, salmodiad!
  • Evangelio

    Juan 16:20-23
    20 «En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.
    21 La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.
    22 También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.
    23 Aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre.

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