Primera lectura
I Reyes 21:17-29
17 Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo:
18 «Levántate, baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, que está en Samaría. Está en la viña de Nabot, a donde ha bajado a apropiársela.
19 Le hablarás diciendo: Así habla Yahveh: Has asesinado ¿y además usurpas? Luego le hablarás diciendo: Por esto, así habla Yahveh: En el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, lamerán también los perros tu propia sangre.»
20 Ajab dijo a Elías: «Has vuelto a encontrarme, enemigo mío.» Respondió: «Te he vuelto a encontrar porque te has vendido para hacer el mal a los ojos de Yahveh.
21 Yo mismo voy a traer el mal sobre ti y voy a barrer tu posteridad y a exterminar todo varón de los de Ajab, libre o esclavo, en Israel.
22 Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nebat, y como la casa de Basá, hijo de Ajías, por la irritación con que me has irritado y por haber hecho pecar a Israel.
23 También contra Jezabel ha hablado Yahveh diciendo: "Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Yizreel."
24 A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad los comerán los perros y a los que mueran en el campo los comerán las aves del cielo.»
25 No hubo quien se prestara como Ajab para hacer el mal a los ojos de Yahveh, porque su mujer Jezabel le había seducido.
26 Su proceder fue muy abominable, yendo tras los ídolos, en todo como los amorreos a los que expulsó Yahveh ante los israelitas.
27 Cuando Ajab oyó estas palabras desgarró sus vestidos y se puso un sayal sobre su carne, ayunó y se acostó con el sayal puesto; y caminaba a paso lento.
28 Fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo:
29 «¿Has visto cómo Ajab se ha humillado en mi presencia? Por haberse humillado en mi presencia, no traeré el mal en vida suya; en vida de su hijo traeré el mal sobre su casa.»
Salmo responsorial
Salmo 51:3-6, 11, 16
3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,
4 lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.
5 Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;
6 contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.
11 Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.
16 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia;
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