viernes, 2 de septiembre de 2016

Evangelio 2 de Septiembre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    I Corintios 4:1-5
    1 Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
    2 Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administradores es que sean fieles.
    3 Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo!
    4 Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor.
    5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. El iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la alabanza que le corresponda.
  • Salmo responsorial

    Salmo 37:3-6, 27-28, 39-40
    3 Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
    4 ten tus delicias en Yahveh, y te dará lo que pida tu corazón.
    5 Pon tu suerte en Yahveh, confía en él, que él obrará;
    6 hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
    27 Apártate del mal y obra el bien, tendrás para siempre una morada;
    28 porque Yahveh ama lo que es justo y no abandona a sus amigos. Los malvados serán por siempre exterminados, la estirpe de los impíos cercenada;
    39 La salvación de los justos viene de Yahveh, él su refugio en tiempo de angustia;
    40 Yahveh los ayuda y los libera, de los impíos él los libra, los salva porque a él se acogen.
  • Evangelio

    Lucas 5:33-39
    33 Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben.»
    34 Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?
    35 Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos días.»
    36 Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.
    37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los pellejos se echarían a perder;
    38 sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos.
    39 Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: «El añejo es el bueno.»

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