jueves, 10 de noviembre de 2016

Evangelio 10 de Noviembre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Philemon 7-20
    7 Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano.
    8 Por lo cual, aunque tengo en Cristo bastante libertad para mandarte lo que conviene,
    9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad, yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús.
    10 Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo,
    11 que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora muy útil para ti y para mí.
    12 Te lo devuelvo, a éste, mi propio corazón.
    13 Yo querría retenerle conmigo, para que me sirviera en tu lugar, en estas cadenas por el Evangelio;
    14 mas, sin consultarte, no he querido hacer nada, para que esta buena acción tuya no fuera forzada sino voluntaria.
    15 Pues tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre,
    16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor!.
    17 Por tanto, si me tienes como algo unido a ti, acógele como a mí mismo.
    18 Y si en algo te perjudicó, o algo te debe, ponlo a mi cuenta.
    19 Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes.
    20 Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo!
  • Salmo responsorial

    Salmo 146:7-10
    7 hace justicia a los oprimidos, da el pan a los hambrientos, Yahveh suelta a los encadenados.
    8 Yahveh abre los ojos a los ciegos, Yahveh a los encorvados endereza, Ama Yahveh a los justos,
    9 Yahveh protege al forastero, a la viuda y al huérfano sostiene. mas el camino de los impíos tuerce;
    10 Yahveh reina para siempre, tu Dios, Sión, de edad en edad.
  • Evangelio

    Lucas 17:20-25
    20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.
    21 Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»
    22 Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
    23 Y os dirán: "Vedlo aquí, vedlo allá." No vayáis, ni corráis detrás.
    24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.
    25 Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.
  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Eclesiástico 39:6-10
    6 Si el gran Señor lo quiere, del espíritu de inteligencia será lleno. El mismo derramará como lluvia las palabras de su sabiduría, y en la oración dará gracias al Señor.
    7 Enderezará su consejo y su ciencia. y en sus misterios ocultos hará meditación.
    8 Mostrará la instrucción recibida, y en la ley de la alianza del Señor se gloriará.
    9 Muchos elogiarán su inteligencia, jamás será olvidada. No desaparecerá su recuerdo, su nombre vivirá de generación en generación.
    10 Su sabiduría comentarán las naciones, su elogio, lo publicará la asamblea.
  • Salmo responsorial

    Salmo 37:3-6, 30-31
    3 Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
    4 ten tus delicias en Yahveh, y te dará lo que pida tu corazón.
    5 Pon tu suerte en Yahveh, confía en él, que él obrará;
    6 hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
    30 La boca del justo sabiduría susurra, su lengua habla rectitud;
    31 la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan.
  • Evangelio

    Mateo 16:13-19
    13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
    14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
    15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
    16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
    17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
    18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

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