lunes, 21 de noviembre de 2016

Evangelio 20 de Noviembre de 2016

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    II Samuel 5:1-3
    1 Vinieron todas las tribus de Israel donde David a Hebrón y le dijeron: «Mira: hueso tuyo y carne tuya somos nosotros.
    2 Ya de antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías las entradas y salidas de Israel. Yahveh te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el caudillo de Israel.»
    3 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel donde el rey, a Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón, en presencia de Yahveh, y ungieron a David como rey de Israel.
  • Salmo responsorial

    Salmo 122:1-5
    1 ¡Oh, qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yahveh!
    2 ¡Ya estamos, ya se posan nuestros pies en tus puertas, Jerusalén!
    3 Jerusalén, construida cual ciudad de compacta armonía,
    4 a donde suben las tribus, las tribus de Yahveh, es para Israel el motivo de dar gracias al nombre de Yahveh.
    5 Porque allí están los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.
  • Segunda lectura

    Colosenses 1:12-20
    12 gracias al Padre que os ha hecho aptos para participar en la herencia de los santos en la luz.
    13 El nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor,
    14 en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados.
    15 El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación,
    16 porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él,
    17 él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia.
    18 El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo,
    19 pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la Plenitud,
    20 y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos.
  • Evangelio

    Lucas 23:35-43
    35 Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido.»
    36 También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre
    37 y le decían: «Si tú eres el Rey de los judíos, ¡sálvate!»
    38 Había encima de él una inscripción: «Este es el Rey de los judíos.»
    39 Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!»
    40 Pero el otro le respondió diciendo: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena?
    41 Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho.»
    42 Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.»
    43 Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.»

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