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Lecturas del día:
Primera lectura
Génesis 11:1-91 Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras.2 Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron.3 Entonces se dijeron el uno al otro: «Ea, vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego.» Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa.4 Después dijeron: «Ea, vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos famosos, por si nos desperdigamos por toda la haz de la tierra.»5 Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que habían edificado los humanos,6 y dijo Yahveh: «He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible.7 Ea, pues, bajemos, y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo.»8 Y desde aquel punto los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.9 Por eso se la llamó Babel; porque allí embrolló Yahveh el lenguaje de todo el mundo, y desde allí los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra.Salmo responsorial
Salmo 33:10-1510 Yahveh frustra el plan de las naciones, hace vanos los proyectos de los pueblos;11 mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades.12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!13 Yahveh mira de lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de Adán;14 desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra,15 él, que forma el corazón de cada uno, y repara en todas sus acciones.Evangelio
Marcos 8:34--9:134 Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.35 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.36 Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?37 Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?38 Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»1 Les decía también: «Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.»
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