Salmo responsorial
Salmo 81:10-15
10 «No haya en ti dios extranjero, no te postres ante dios extraño;
11 yo, Yahveh, soy tu Dios, que te hice subir del país de Egipto; abre toda tu boca, y yo la llenaré.
12 «Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer;
13 yo les abandoné a la dureza de su corazón, para que caminaran según sus designios.
14 «¡Ah!, si mi pueblo me escuchara, si Israel mis caminos siguiera,
15 al punto yo abatiría a sus enemigos, contra sus adversarios mi mano volvería.
Evangelio
Marcos 7:31-37
31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
32 Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él.
33 El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.
34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: «¡Abrete!»
35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban.
37 Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
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