Primera lectura
Proverbios 21:1-6, 10-13
1 Corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Yahveh, que él dirige donde quiere.
2 Al hombre le parecen rectos todos sus caminos, pero es Yahveh quien pesa los corazones.
3 Practicar la justicia y la equidad, es mejor ante Yahveh que el sacrificio.
4 Ojos altivos, corazón arrogante, antorcha de malvados, es pecado.
5 Los proyectos del diligente, todo son ganancia; para el que se precipita, todo es indigencia.
6 Hacer tesoros con lengua engañosa, es vanidad fugitiva de quienes buscan la muerte.
10 El alma del malvado desea el mal, su vecino no halla gracia a sus ojos.
11 Cuando se castiga al arrogante, el simple se hace sabio; cuando se instruye al sabio, adquiere ciencia.
12 El Justo observa la casa del malvado, y arroja a los malvados a la desgracia.
13 Quien cierra los oídos a las súplicas del débil clamará también él y no hallará respuesta.
Salmo responsorial
Salmo 119:1, 27, 30, 34-35, 44
1 Dichosos los que van por camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh.
27 Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus maravillas.
30 He escogido el camino de la lealtad, a tus juicios me conformo.
34 Hazme entender, para guardar tu ley y observarla de todo corazón.
35 Llévame por la senda de tus mandamientos porque mi complacencia tengo en ella.
44 Yo observaré sin descanso tu ley para siempre jamás.
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