Primera lectura
Philemon 7-207 Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano.8 Por lo cual, aunque tengo en Cristo bastante libertad para mandarte lo que conviene,9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad, yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús.10 Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo,11 que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora muy útil para ti y para mí.12 Te lo devuelvo, a éste, mi propio corazón.13 Yo querría retenerle conmigo, para que me sirviera en tu lugar, en estas cadenas por el Evangelio;14 mas, sin consultarte, no he querido hacer nada, para que esta buena acción tuya no fuera forzada sino voluntaria.15 Pues tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre,16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor!.17 Por tanto, si me tienes como algo unido a ti, acógele como a mí mismo.18 Y si en algo te perjudicó, o algo te debe, ponlo a mi cuenta.19 Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes.20 Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo!Salmo responsorial
Salmo 146:7-107 hace justicia a los oprimidos, da el pan a los hambrientos, Yahveh suelta a los encadenados.8 Yahveh abre los ojos a los ciegos, Yahveh a los encorvados endereza, Ama Yahveh a los justos,9 Yahveh protege al forastero, a la viuda y al huérfano sostiene. mas el camino de los impíos tuerce;10 Yahveh reina para siempre, tu Dios, Sión, de edad en edad.Evangelio
Lucas 17:20-2520 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.21 Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»22 Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.23 Y os dirán: "Vedlo aquí, vedlo allá." No vayáis, ni corráis detrás.24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.25 Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser reprobado por esta generación.
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
jueves, 15 de noviembre de 2018
Lecturas 15 de Noviembre de 2018
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