Primera lectura
I Corintios 9:16-19, 22-2316 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.Salmo responsorial
Salmo 117:1-21 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.Evangelio
Marcos 16:15-2015 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
lunes, 3 de diciembre de 2018
Lecturas 3 de Diciembre de 2018
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