Primera lectura
Éxodo 40:16-21, 34-38
16 Moisés hizo todo conforme a lo que Yahveh le había mandado. Así lo hizo.
17 En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue alzada la Morada.
18 Moisés alzó la Morada, asentó las basas, colocó sus tableros, metió sus travesaños y erigió sus postes.
19 Después desplegó la Tienda por encima de la Morada y puso además por encima el toldo de la Tienda, como Yahveh había mandado a Moisés.
20 Luego tomó el Testimonio y lo puso en el arca; puso al arca los varales y sobre ella colocó el propiciatorio en la parte superior.
21 LLevó entonces el arca a la Morada, colgó el velo de protección y cubrió así el arca del Testimonio, como Yahveh había mandado a Moisés.
34 La Nube cubrió entonces la Tienda del Encuentro y la gloria de Yahveh llenó la Morada.
35 Moisés no podía entrar en la Tienda del Encuentro, pues la Nube moraba sobre ella y la gloria de Yahveh llenaba la Morada.
36 En todas las marchas, cuando la Nube se elevaba de encima de la Morada, los israelitas levantaban el campamento.
37 Pero si la Nube no se elevaba, ellos no levantaban el campamento, en espera del día en que se elevara.
38 Porque durante el día la Nube de Yahveh estaba sobre la Morada y durante la noche había fuego a la vista de toda la casa de Israel. Así sucedía en todas sus marchas.Salmo responsorial
Salmo 84:3-6, 8, 11
3 Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yahveh, mi corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo.
4 Hasta el pajarillo ha encontrado una casa, y para sí la golondrina un nido donde poner a sus polluelos: ¡Tus altares, oh Yahveh Sebaot, rey mío y Dios mío!
5 Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre.
6 Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón.
8 De altura en altura marchan, y Dios se les muestra en Sión.
11 Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad.Evangelio
Mateo 13:47-53
47 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases;
48 y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
51 «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.»
52 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.»
53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
jueves, 1 de agosto de 2019
Lecturas 1 de Agosto de 2019
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