jueves, 3 de diciembre de 2020

Lecturas 3 de Diciembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Isaías 26:1-6
    1 Aquel día se cantará este cantar en tierra de Judá: «Ciudad fuerte tenemos; para protección se le han puesto murallas y antemuro.
    2 Abrid las puertas, y entrará una gente justa que guarda fidelidad;
    3 de ánimo firme y que conserva la paz, porque en ti confió.
    4 Confiad en Yahveh por siempre jamás, porque en Yahveh tenéis una Roca eterna.
    5 Porque él derroca a los habitantes de los altos, a la villa inacessible; la hace caer, la abaja hasta la tierra, la hace tocar el polvo;
    6 la pisan pies, pies de pobres, pisadas de débiles.»

  • Salmo responsorial

    Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27
    1 ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!
    8 Mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en hombre;
    9 mejor es refugiarse en Yahveh que confiar en magnates.
    19 ¡Abridme las puertas de justicia, entraré por ellas, daré gracias a Yahveh!
    20 Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos.
    21 Gracias te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.
    25 ¡Ah, Yahveh, da la salvación! ¡Ah, Yahveh, da el éxito!
    26 ¡Bendito el que viene en el nombre de Yahveh! Desde la Casa de Yahveh os bendecimos.
    27 Yahveh es Dios, él nos ilumina. ¡Cerrad la procesión, ramos en mano, hasta los cuernos del altar!

  • Evangelio

    Mateo 7:21, 24-27
    21 «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.
    24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca:
    25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.
    26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena:
    27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    I Corintios 9:16-19, 22-23
    16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!
    17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado.
    18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio.
    19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda.
    22 Me he hecho débil con los débiles para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos.
    23 Y todo esto lo hago por el Evangelio para ser partícipe del mismo.

  • Salmo responsorial

    Salmo 117:1-2
    1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
    2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.

  • Evangelio

    Marcos 16:15-20
    15 Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación.
    16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.
    17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas,
    18 agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»
    19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
    20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.

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