Lecturas del día:
Primera lectura
II Corintios 3:15--4:1, 3-63 Evidentemente sois una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones.4 Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo.5 No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios,6 el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida.15 Hasta el día de hoy, siempre que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones.16 Y cuando se convierte al Señor, se arranca el velo.17 Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.18 Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu.1 Por esto, misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos.Salmo responsorial
Salmo 85:9-149 Voy a escuchar de qué habla Dios. Sí, Yahveh habla de paz para su pueblo y para sus amigos, con tal que a su torpeza no retornen.10 Ya está cerca su salvación para quienes le temen, y la Gloria morará en nuestra tierra.11 Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y Paz se abrazan;12 la Verdad brotará de la tierra, y de los cielos se asomará la Justicia.13 El mismo Yahveh dará la dicha, y nuestra tierra su cosecha dará;14 La Justicia marchará delante de él, y con sus pasos trazará un camino.Evangelio
Mateo 5:20-2620 «Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.21 «Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal.22 Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.23 Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,24 deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.25 Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.26 Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
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