lunes, 4 de julio de 2022

Lecturas 4 de Julio de 2022

 

Lecturas del día:

Primera Opción

  • Primera Lectura

    Isaías 58:6-11

    6¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo?7¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes?8Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te seguirá.9Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad,10repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía.11Te guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 107:2-9

    2Que lo digan los redimidos de Yahveh, los que él ha redimido del poder del adversario,3los que ha reunido de entre los países, de oriente y de poniente, del norte y mediodía.4En el desierto erraban, por la estepa, no encontraban camino de ciudad habitada;5hambrientos, y sedientos, desfallecía en ellos su alma.6Y hacia Yahveh gritaron en su apuro, y él los libró de sus angustias,7les condujo por camino recto, hasta llegar a ciudad habitada.8¡Den gracias a Yahveh por su amor, por sus prodigios con los hijos de Adán!9Porque él sació el alma anhelante, el alma hambrienta saturó de bienes.

  • Evangelio

    Mateo 25:31-46

    31«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.32Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.33Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.34Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;36estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."37Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?38¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?39¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"40Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."41Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;43era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis."44Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"45Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."46E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»

Segunda Opción

  • Primera Lectura

    Oseas 2:16-18, 21-22

    16Por eso yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.17Allí le daré sus viñas, el valle de Akor lo haré puerta de esperanza; y ella responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.18Y sucederá aquel día - oráculo de Yahveh - que ella me llamará: «Marido mío», y no me llamará más: «Baal mío.»21Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho en amor y en compasión,22te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahveh.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:2-9

    2todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;3grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.4Una edad a otra encomiará tus obras, pregonará tus proezas.5El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré.6Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré;7se hará memoria de tu inmensa bondad, se aclamará tu justicia.8Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y grande en amor;9bueno es Yahveh para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras.

  • Evangelio

    Mateo 9:18-26

    18Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postró ante él diciendo: «Mi hija acaba de morir, pero ven, impón tu mano sobre ella y vivirá.»19Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos.20En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó la orla de su manto.21Pues se decía para sí: «Con sólo tocar su manto, me salvaré.»22Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento.23Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando,24decía: «¡Retiraos! La muchacha no ha muerto; está dormida.» Y se burlaban de él.25Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó.26Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca.

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