Lecturas diarias:
- Primera Lectura
II Pedro 1:2-7
2A vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor.3Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud,4por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.5Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento,6al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad,7a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. - Salmo Responsorial
Salmo 91:1-2, 14-16
1El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday,2diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!»14Pues él se abraza a mí, yo he de librarle; le exaltaré, pues conoce mi nombre.15Me llamará y le responderé; estaré a su lado en la desgracia, le libraré y le glorificaré.16Hartura le daré de largos días, y haré que vea mi salvación. - Evangelio
Marcos 12:1-12
1Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó.2Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña.3Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías.4De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron.5Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros.6Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: "A mi hijo le respetarán".7Pero aquellos labradores dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia."8Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.9¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros.10¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido;11fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?»12Trataban de detenerle - pero tuvieron miedo a la gente - porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.
- Primera Lectura
II Macabeos 7:1-2, 9-14
1Sucedió también que siete hermanos apresados junto con su madre, eran forzados por el rey, flagelados con azotes y nervios de buey, a probar carne de puerco (prohibida por la Ley).2Uno de ellos, hablando en nombre de los demás, decía así: «¿Qué quieres preguntar y saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que violar las leyes de nuestros padres.»9Al llegar a su último suspiro dijo: «Tú, criminal, nos privas de la vida presente, pero el Rey del mundo a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna.»10Después de éste, fue castigado el tercero; en cuanto se lo pidieron, presentó la lengua, tendió decidido las manos11(y dijo con valentía: «Por don del Cielo poseo estos miembros, por sus leyes los desdeño y de El espero recibirlos de nuevo).»12Hasta el punto de que el rey y sus acompañantes estaban sorprendidos del ánimo de aquel muchacho que en nada tenía los dolores.13Llegado éste a su tránsito, maltrataron de igual modo con suplicios al cuarto.14Cerca ya del fin decía así: «Es preferible morir a manos de hombres con la esperanza que Dios otorga de ser resucitados de nuevo por él; para ti, en cambio, no habrá resurrección a la vida.» - Salmo Responsorial
Salmo 124:2-5, 7-8
2si Yahveh no hubiera estado por nosotros, cuando contra nosotros se alzaron los hombres,3vivos entonces nos habrían tragado en el fuego de su cólera.4Entonces las aguas nos habrían anegado, habría pasado sobre nosotros un torrente,5habrían pasado entonces sobre nuestra alma aguas voraginosas.7Nuestra alma como un pájaro escapó del lazo de los cazadores. El lazo se rompió y nosotros escapamos;8nuestro socorro en el nombre de Yahveh, que hizo el cielo y la tierra. - Evangelio
Mateo 5:1-12
1Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.2Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:3«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.4Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.8Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.9Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.10Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.11Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
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