ROMA, lunes 4 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La pastoral con la población indígena, el desafío de las sectas y la promoción del apostolado laical son algunos de los retos que enfrenta la Iglesia en Brasil en la zona noroeste y la Amazonía. Sus obispos se encuentran en Roma en visita ad Limina Apostolorum en Roma.
Sobre ellos trató monseñor Franz Josef Meinrad Merkel, presidente de la Conferencia Episcopal Regional del nordeste y arzobispo de Humaitá, en una entrevista a L’ Osservatore Romano, en su edición de ayer domingo.
El reto más importante es la pastoral en un territorio inmenso, a veces impenetrable, en el que miles de pequeñas aldeas se encuentran dispersas a gran distancia.
Precisamente, uno de los retos es la pastoral con la población indígena. “Existe una comisión misionera para los Indios (CIMI), creada en 1972”, además de “pastorales específicas” en cada diócesis.
Estos organismos “se concentran en la preservación de la identidad cultural, en la defensa de las tierras resrvadas a las tribus autóctonas, y en los derechos humanos”, aunque reconoció que “no es muy frecuente” una evangelización “sistemática”.
Monseñor Meinrad se refirió también al tema de la pastoral vocacional. En cuanto al número de sacerdotes, dijo que “lamentablemente son pocos respecto a las necesidades pastorales”. Y destacó que, aunque los lazos familiares son fuertes en esta zona, “la sensibilidad con respecto a las vocaciones es muy débil”.
“Reconocemos que las vocaciones surgen de manera muy lenta, mientras los retos crecen de manera rápida”, indicó.
Frente a este reto, el obispo destacó el papel de los laicos “tanto dentro de las comunidades como en el ámbito social o político”. Y dijo que, en muchas ocasiones, son ellos “los que llevan adelante el camino de fe”.
Señaló además que, debido al territorio tan vasto, la Iglesia usa también los medios de comunicación como plataforma de evangelización. Por ejemplo, la mayoría de las diócesis tienen su propia estación de radio.
“Una diócesis grande como Porto Velho, posee una emisora propio que transmite en un área de cientos de kilómetros y que alcanza las poblaciones dispersas al interior de los bosques”, señaló.
El prelado destacó también la presencia de internet en las diócesis y el uso que dan los obispos y sacerdotes a los portales católicos: “utilizamos algunos folletos y publicaciones mensuales para mantener el contacto con nuestros fieles”, puntualizó.
En cuanto a los canales de televisión local, dijo que por falta de recursos es más difícil sostenerlos como ocurrió con el canal de la diócesis de Humaitá, que tuvo que cerrar.
Sectas
El obispo manifestó su preocupación por el continuo crecimiento de las sectas y grupos religiosos de diversa índole, especialmente las comunidades pentecostales las cuales comenzaron a expandirse hace exactamente 100 años con la llegada de la llamada Asamblea de Dios: “Estas trabajan donde la Iglesia católica no está presente”, advirtió.
Sin embargo, monseñor Meinrad destacó la labor de evangelización de muchos miembros de la Iglesia a través de actividades de formación y valoración de la Palabra de Dios, “que ya está dando sus resultados”.
La extensión de las sectas es mayor en las metrópolis, “que crecen demasiado rápido, las periferias no están bien estructuradas y encuentran allí un terreno muy fértil”, aseguró.
Frente al diálogo ecuménico con las comunidades protestantes, el prelado indicó que “depende mucho de la mentalidad de los pastores que la guían” y destacó la colaboración en algunos ámbitos “por ejemplo, en la ayuda a los discapacitados y en la lucha contra la droga”.
Pero reconoció que cuando se trata de temas relacionados con la doctrina “el diálogo se vuelve muy difícil”.
Medio ambiente
La amazonía comprende más de 5 millones de kilómetros cuadrados. Monseñor Meinrad dijo que en la zona donde él vive, la contaminación y la tala de bosques “no es muy significativa” porque la legislación en esa zona “es más restrictiva”. Pero aseguró que en otras zonas del país hay varias industrias brasileras que no respetan las leyes del medio ambiente.
Afirmó que en otras diócesis, como la de São Gabriel da Cachoeira, donde la población indígena representa un 95 %, la tala indiscriminada de bosques es mayor.
Debido a la extensión del territorio brasileño, la visita Ad Limina se divide en 13 regiones diferentes, cuyos prelados han acudido a Roma a lo largo de este año.
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