- Primera Lectura: Génesis 1, 20-31; 2, 1-4a"Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza"Y dijo Dios:«Llénense las aguas de seres vivos, y que las aves vuelen sobre la tierra a lo ancho del firmamento».Y creó Dios por especies los grandes peces marinos y todos los seres vivientes que se deslizan y llenan las aguas; y creó también las aves por especies. Vio Dios que era bueno. Y los bendijo diciendo: «Crezcan, multiplíquense y llenen las aguas del mar; y que también las aves se multipliquen en la tierra». Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto.Y dijo Dios:«Produzca la tierra seres vivientes por especie: ganados, reptiles y bestias salvajes por especies».Y así fue. Hizo Dios las bestias salvajes, los ganados y los reptiles del campo según sus especies. Y vio Dios que era bueno.Entonces dijo Dios: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, según nuestra semejanza, para que dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las bestias salvajes y los reptiles de la tierra».Y creó Dios a los seres humanos a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios diciéndoles: «Crezcan y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra».Y añadió: «Les entrego todas las plantas que existen sobre la tierra y tienen semilla para ser sembradas; y todos los árboles que producen frutos con su semilla les servirán de alimento; y a todos los animales del campo, a las aves del cielo y a todos los seres vivos que se mueven por la tierra les doy como alimento toda clase de hierba verde». Y así fue. Vio entonces Dios todo lo que había hecho, y todo era muy bueno.Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todo lo que contienen. Cuando llegó el día séptimo, Dios había terminado su obra, y descansó el día séptimo de todo lo que había hecho. Bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él había descansado de toda su obra creadora.Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.
- Salmo Responsorial: 8"¡Qué admirable, Señor, es tu poder!"Al ver el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que cuides de él?R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder!Lo hiciste apenas inferior a un dios, coronándolo de gloria y esplendor; le diste poder sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies.R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder!Rebaños y ganados, todos juntos, y aun las bestias salvajes; los pájaros del cielo, los peces del mar y todo cuanto surca la senda de los mares.R. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
- Evangelio: Marcos 7, 1-13"Dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a las tradiciones humanas"En aquel tiempo, los fariseos y algunos escribas procedentes de Jerusalén se acercaron a Jesús y observaron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavárselas.–Conviene saber que los fariseos y los judíos en general no comen sin antes haberse lavado las manos meticulosamente, observando así la tradición de sus antepasados; y al regresar de la plaza, si no se lavan, no comen; y observan por tradición otras muchas costumbres, como la purificación de vasos, jarras y bandejas–. Así que los fariseos y los escribas le preguntaron:«¿Por qué tus discípulos no proceden conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen sin purificarse las manos?»Jesús les contestó: «Qué bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me dan culto, pues las doctrinas que enseñan son preceptos humanos.Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios y siguen la tradición de los hombres».Y añadió: «¡Qué bien saben anular el mandamiento de Dios para conservar su tradición! Pues Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldiga a su padre o a su madre, será castigado con la muerte.Ustedes, en cambio, afirman que si uno dice a su padre o a su madre: “Declaro corbán, es decir, ofrenda sagrada, los bienes con los que te podía ayudar”, en ese caso ya no está obligado a socorrer a su padre o a su madre, anulando así el mandamiento de Dios con esta tradición que ustedes se transmiten. Y hacen muchas otras cosas semejantes a ésta».
Calle L- 6, Jardines de Cuscatlan, Ciudad Merliot, Antiguo Cuscatlan, El Salvador, CentroAmerica
lunes, 7 de febrero de 2011
Evangelio 8 de Febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario