VATICANO, 13 Abr. 12 / 04:05 pm (ACI).- El Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum en el Vaticano, Cardenal Robert Sarah, señaló hoy que la Iglesia Católica no impone a nadie su religión ni sus creencias como algunos equivocadamente afirman.
En entrevista con ACI Prensa esta mañana en Roma luego de la presentación del libro "El Santo Padre y los voluntarios europeos", el Cardenal se refirió a esta labor de muchos católicos en el mundo, especialmente allí donde son perseguidos a causa de la fe como en la India.
El Cardenal explicó que cuando los voluntarios realizan su servicio -en medio de las presiones de los extremistas hindúes y ante las acusaciones de proselitismo como sucede en India- en realidad no buscan "convertir a la gente. Hacemos lo que Jesús nos manda. Cada quien puede escoger su fe. Les hacemos saber que somos hermanos".
"Con la caridad de los católicos queremos promover la dignidad del ser humano, respetar la libertad de todo ser humano y ayudar a las personas ser felices. Por eso no imponemos ninguna religión ni creencia", añadió.
El Cardenal Sarah precisó luego que al realizar esta tarea de voluntariado, los católicos cumplen con su misión en la que "es imposible ocultar nuestra fe. Es más, no debemos hacerlo, incluso en lugares en donde los obispos tienen dificultades como la India".
El Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum explicó además que el servicio de los católicos debe estar basado en la caridad para poder "testimoniar el Evangelio y por eso debemos mejorar nuestra formación para mostrar adecuadamente nuestra identidad de católicos".
Sobre el servicio voluntario de los católicos, el Subsecretario del Pontificio Consejo, Mons. Segundo Tejada Muñoz, señaló a ACI Prensa que no se puede medir ya que es muy vasto y está extendido en todo el planeta.
"Es muy difícil poner números a todo lo que la Iglesia hace, contando a los voluntarios y sus demás servicios. Primero porque el trabajo en las parroquias, en las diócesis y de la gente que se dedica a esto es de tal tamaño, están tan profundamente enraizado en nuestra sociedad que no es posible darle un valor exacto", indicó.
El sacerdote dijo luego que si bien es cierto que con realidades como Cáritas o en España Manos Unidas, sí se puede dar un valor o números sobre su labor, se tiene que eso es "la punta de un iceberg y es realmente imposible dar un número exacto sobre toda la ayuda que da la Iglesia Católica en el mundo que es enorme".
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