TEHERÁN, 21 Ago. 13 / 06:02 am (ACI/EWTN Noticias).- El iraní, Mohammad-Hadi Bordbar fue condenado a diez años de prisión por el “crimen en contra de la seguridad del Estado” que lo acusa de conspiración por convertirse del islam al cristianismo y difundir copias del Evangelio.
Mostafa, como llaman a Bordbar, es natural de la ciudad de Rasht (Irán). Fue detenido el 27 de diciembre de 2012 en Teherán. Según el informe de la corte, él habría declarado “haber dejado el Islam para seguir el cristianismo", y "teniendo en cuenta que la evangelización es su deber, ha distribuido 12 mil evangelios de bolsillo".
Señaló que luego que recibió el bautismo, inició una "iglesia en casa", donde se puede orar y alabar, acciones que son consideradas "ilegales" en Irán, según informó la agencia vaticana Fides.
Cuando Mostafa estaba reunido en su casa orando con más de 50 cristianos iraníes, la policía ingresó repentinamente, interrogaron a cada uno de ellos y encontrando en una habitación material de publicaciones cristianas, como películas, líbros, CDs y más de seis mil copias del Evangelio.
Esta no sería la primera vez que arrestan a Mostafa, en 2009 fue detenido y declarado culpable de apostasía, por su conversión, siendo posteriormente puesto en libertad bajo fianza.
La Agencia Fides también dio a conocer el caso del joven cristiano iraní, Ebrahim Firouzi, arrestado en marzo de 2013 y condenado a un año de prisión y dos años de exilio por un tribunal de la ciudad de Robat-Karim, por dedicarse a la evangelización y distribución de Biblias, considerado una oposición al régimen de la República Islámica de Irán.
El juez señaló en el fallo que Firouzi es "culpable de actos delictivos para la celebración de reuniones de oración en el hogar y generar entre los jóvenes el libertinaje y dudas en los principios islámicos".
Ante casos como este, las ONGs comprometidas con la defensa de los cristianos en el mundo, “Barnabas team” y “Christian Solidarity Worldwide”, señalaron que el interés de los jóvenes iraníes al cristianismo en los últimos años, ha hecho de la conversión al cristianismo un problema preocupante para las autoridades iraníes.
La presión por parte de los extremistas a los cristianos convertidos del islam va en aumento, muchos lugares iglesias y lugares de oración han sido cerradas en Teherán y otras ciudades.
Por su parte el nuevo presidente del país, Hassan Rouhani, ha mencionado la posibilidad de una “reforma de los derechos civiles", y pidió a los clérigos religiosos islámicos que “frenen la interferencia del Estado en la vida privada de las personas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario