domingo, 18 de agosto de 2013

Evangelio 18 de Agosto de 2013

  • Primera Lectura: Jeremías 38, 4-6. 8-10
    "Me engendraste hombre de pleitos para todo el país"
    En aquellos días, los príncipes dijeron al rey: "Muera ese Jeremías, porque está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y a todo el pueblo, con semejantes discursos. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia."Respondió el rey Sedecías: "Ahí lo tenéis, en vuestro poder: el rey no puede nada contra vosotros."Ellos cogieron a Jeremías y lo arrojaron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. En el aljibe no había agua, sino lodo, y Jeremías se hundió en el lodo.Ebedmelek salió del palacio y habló al rey: "Mi rey y señor, esos hombres han tratado inicuamente al profeta Jeremías, arrojándolo al aljibe, donde morirá de hambre, porque no queda pan en la ciudad."Entonces el rey ordenó a Ebedmelek, el cusita: "Toma tres hombres a tu mando, y sacad al profeta Jeremías del aljibe, antes de que muera."
  • Salmo Responsorial: 39
    "Señor, date prisa en socorrerme."
    Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito . R.Me levantó de la fosa fatal, de la charca fangosa; afianzó mis pies sobre roca, y aseguró mis pasos. R.Me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos y confiaron en el Señor. R.Yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se cuida de mí; tú eres mi auxilio y mi liberación: Dios mío, no tardes. R.
  • Segunda Lectura: Hebreos 12, 1-4
    "Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos"
    Hermanos: Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo.Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.
  • Evangelio: Lucas 12, 49-53
    "No he venido a traer paz, sino división"
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra."

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