LA HABANA, 24 Abr. 16 / 06:10 pm (ACI).- Luego de más de cinco décadas el gobierno de Cuba devolvió a la Arquidiócesis de Camagüey una capilla que estuvo dedicada a Santa Teresita del Niño Jesús y que, expropiada por el régimen comunista, fue usada para varios fines hasta convertirse en una tienda de víveres.
La devolución se dio el pasado 24 de marzo, en Jueves Santo. La capilla pertenece a la parroquia de Nuevitas. En el acto de entrega estuvieron representantes de la Empresa municipal de Comercio, un grupo de feligreses, el párroco Castor José Álvarez Devesa y el seminarista Héctor Horruitiner.
El 15 de abril el P. Álvarez, que también se desempeña como Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias, celebró en el templo unaMisa de desagravio para “pedir perdón porque alrededor de 55 años este lugar estuvo cerrado a Jesús”. “Gracias a Dios ya lo volvimos a convertir en casa de oración”, expresó a ACI Prensa.
El sacerdote indicó que “ahora estamos haciendo proyectos para tratar de restaurar el lugar porque está un poco descuidado”. “Queremos usarlo -aunque no esté completamente arreglado-, como una casa de misión en este barrio”, señaló este 22 de abril.
Sobre la devolución de la capilla, el P. Álvarez dijo que “es una alegría que se dé un paso de justicia en cuanto a la libertad religiosa”, que es a donde queremos llegar para “poder desarrollar bien la religión” en Cuba.
Sin embargo, aclaró que “más que nos devuelvan los lugares, es (también) el derecho a la educación, a tener centros educativos formales” lo que requiere la Iglesia. “Por ejemplo aquí hay una escuela que todavía no la devuelven. Todavía no tenemos el derecho a la libertad religiosa a la cual aspiramos”, expresó.
“Entonces esto (la devolución de la capilla) ha sido un gesto”, pero falta también la libertad para acceder a los medios de comunicación. “La internet no es tan asequible para las personas, no tenemos acceso a la radio, a la televisión libremente. Entonces esos pasos todavía los esperamos”.
“Es bueno lo que ha pasado, nos da alegría, pero sabemos que tenemos que seguir esperando. Hay que seguir pidiéndole a Dios”, añadió.
Luego que los comunistas tomaran el poder en Cuba en 1959, Fidel Castro comenzó a dar una serie de órdenes para restarle influencia a la Iglesia, entre estas estuvo la expulsión de sacerdotes y religiosas en 1961 y la expropiación de colegios e iglesias.
Varias de estas propiedades fueron usadas desde entonces para fines ajenos a lo religioso. El caso más notorio es la Villa Marista que existía entonces en La Habana y que ahora es utilizada por la Seguridad del Estado.
En los últimos años el gobierno ha devuelto algunas propiedades confiscadas, como la iglesia de Santa María y Santa Elena en La Habana, expropiada durante 30 años y entregada en 2006. Sin embargo, otros edificios que eran de las congregaciones religiosas siguen en poder del
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