Salmo responsorial
Salmo 103:1-4, 8-12
1 De David. Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre,
2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios.
3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias,
4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura,
8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor;
9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor;
10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
11 Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen;
12 tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías.
Evangelio
Marcos 10:1-12
1 Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba.
2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?»
3 El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?»
4 Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.»
5 Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto.
6 Pero desde el comienzo de la creación, El los hizo varón y hembra.
7 Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre,
8 y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.»
10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto.
11 El les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;
12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Salmo responsorial
Salmo 40:2, 4, 7-11
2 En Yahveh puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
4 Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahveh tendrán confianza.
7 Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,
8 dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro
9 hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.
10 He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahveh.
11 No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ne he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.
Salmo responsorial
Salmo 145:1-6, 21
1 Himno. De David. Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío, y bendigo tu nombre para siempre jamás;
2 todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;
3 grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.
4 Una edad a otra encomiará tus obras, pregonará tus proezas.
5 El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas, yo recitaré.
6 Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré;
21 ¡La alabanza de Yahveh diga mi boca, y toda carne bendiga su nombre sacrosanto, para siempre jamás!
Evangelio
Juan 14:12-17
12 En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;
16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
17 el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.
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