lunes, 30 de abril de 2018

Evangelio 29 de Abril de 2018

Color: Blanco

Santos:

Lecturas del día:

  • Primera lectura

    Hechos 9:26-31
    26 Llegó a Jerusalén e intentaba juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.
    27 Entonces Bernabé le tomó y le presentó a los apóstoles y les contó cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo había predicado con valentía en Damasco en el nombre de Jesús.
    28 Andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el nombre del Señor.
    29 Hablaba también y discutía con los helenistas; pero éstos intentaban matarle.
    30 Los hermanos, al saberlo, le llevaron a Cesarea y le hicieron marchar a Tarso.
    31 Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo.
  • Salmo responsorial

    Salmo 22:26-28, 30-32
    26 De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le temen.
    27 Los pobres comerán, quedarán hartos, los que buscan a Yahveh le alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!»
    28 Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán todas las familias de las gentes.
    30 Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva,
    31 le servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad
    32 venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo él.
  • Segunda lectura

    I Juan 3:18-24
    18 Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad.
    19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él,
    20 en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.
    21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios,
    22 y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
    23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.
    24 Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
  • Evangelio

    Juan 15:1-8
    1 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
    2 Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
    3 Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado.
    4 Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
    5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.
    6 Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden.
    7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis.
    8 La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.

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