Lecturas del día:
Primera lectura
Isaías 22:19-2319 Te empujaré de tu peana y de tu pedestal te apearé.20 Aquel día llamaré a mi siervo Elyaquim, hijo de Jilquías.21 Le revestiré de tu túnica, con tu fajín le sujetaré, tu autoridad pondré en su mano, y será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.22 Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá.23 Le hincaré como clavija en lugar seguro, y será trono de gloria para la casa de su padre.Salmo responsorial
Salmo 138:1-3, 6, 81 De David. Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón, pues tú has escuchado las palabras de mi boca. En presencia de los ángeles salmodio para ti,2 hacia tu santo Templo me prosterno. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu promesa ha superado tu renombre.3 El día en que grité, tú me escuchaste, aumentaste la fuerza en mi alma.6 ¡Excelso es Yahveh, y ve al humilde, al soberbio le conoce desde lejos!»8 Yahveh lo acabará todo por mí. ¡Oh Yahveh, es eterno tu amor, no dejes la obra de tus manos!Segunda lectura
Romanos 11:33-3633 ¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos!34 En efecto, ¿quién conoció el pensamiento de Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quién le dio primero que tenga derecho a la recompensa?35 Porque de él, por él y para él son todas las cosas. ¡A él la gloria por los siglos! Amén.Evangelio
Mateo 16:13-2013 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
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