Lecturas del día:
Primera lectura
I Corintios 8:1-7, 11-131 Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, el amor en cambio edifica.2 Si alguien cree conocer algo, aún no lo conoce como se debe conocer.3 Mas si uno ama a Dios, ése es conocido por él.4 Ahora bien, respecto del comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios.5 Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores,6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros.7 Mas no todos tienen este conocimiento. Pues algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha.11 Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien murió Cristo!12 Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo.13 Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.Salmo responsorial
Salmo 139:1-3, 13-14, 23-241 Del maestro de coro. De David. Salmo. Yahveh, tú me escrutas y conoces;2 sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, mi pensamiento calas desde lejos;3 esté yo en camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas.13 Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre;14 yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente,23 Sóndame, oh Dios, mi corazón conoce, pruébame, conoce mis desvelos;24 mira no haya en mí camino de dolor, y llévame por el camino eterno.Evangelio
Lucas 6:27-3827 «Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien,28 bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.30 A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames.31 Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente.32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman.33 Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto!34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos.36 «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo.37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario