Lecturas del día:
Primera lectura
Isaías 55:6-96 Buscad a Yahveh mientras se deja encontrar, llamadle mientras está cercano.7 Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahveh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar.8 Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos - oráculo de Yahveh -.9 Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.Salmo responsorial
Salmo 145:2-3, 8-9, 17-182 todos los días te bendeciré, por siempre jamás alabaré tu nombre;3 grande es Yahveh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza.8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y grande en amor;9 bueno es Yahveh para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras.17 Yahveh es justo en todos sus caminos, en todas sus obras amoroso;18 cerca está Yahveh de los que le invocan, de todos los que le invocan con verdad.Segunda lectura
Filipenses 1:20-24, 2720 conforme a lo que aguardo y espero, que en modo alguno seré confundido; antes bien, que con plena seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte,21 pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia.22 Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger...23 Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;24 mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros.27 Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del Evangelio,Evangelio
Mateo 20:1-161 «En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña.2 Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.3 Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados,4 les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo."5 Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo.6 Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontar a otros que estaban allí, les dice: "¿Por qué estáis aquí todo el día parados?"7 Dícenle: "Es que nadie nos ha contratado." Díceles: "Id también vosotros a la viña."8 Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: "Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros."9 Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno.10 Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno.11 Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario,12 diciendo: "Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor."13 Pero él contestó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario?14 Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti.15 ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?".16 Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.»
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