martes, 10 de noviembre de 2020

Lecturas 10 de Octubre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Tito 2:1-8, 11-14
    1 Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina;
    2 que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia, en el sufrimiento;
    3 que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien,
    4 para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos,
    5 a ser sensatas, castas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea injuriada la Palabra de Dios.
    6 Exhorta igualmente a los jóvenes para que sean sensatos en todo.
    7 Muéstrate dechado de buenas obras: pureza de doctrina, dignidad,
    8 palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros.
    11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres,
    12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente,
    13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
    14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras.

  • Salmo responsorial

    Salmo 37:3-4, 18, 23, 27, 29
    3 Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
    4 ten tus delicias en Yahveh, y te dará lo que pida tu corazón.
    18 Yahveh conoce los días de los íntegros, su herencia será eterna;
    23 De Yahveh penden los pasos del hombre, firmes son y su camino le complace;
    27 Apártate del mal y obra el bien, tendrás para siempre una morada;
    29 los justos poseerán la tierra, y habitarán en alla para siempre.

  • Evangelio

    Lucas 17:7-10
    7 «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?"
    8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?"
    9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado?
    10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Eclesiástico 39:6-10
    6 Si el gran Señor lo quiere, del espíritu de inteligencia será lleno. El mismo derramará como lluvia las palabras de su sabiduría, y en la oración dará gracias al Señor.
    7 Enderezará su consejo y su ciencia. y en sus misterios ocultos hará meditación.
    8 Mostrará la instrucción recibida, y en la ley de la alianza del Señor se gloriará.
    9 Muchos elogiarán su inteligencia, jamás será olvidada. No desaparecerá su recuerdo, su nombre vivirá de generación en generación.
    10 Su sabiduría comentarán las naciones, su elogio, lo publicará la asamblea.

  • Salmo responsorial

    Salmo 37:3-6, 30-31
    3 Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz,
    4 ten tus delicias en Yahveh, y te dará lo que pida tu corazón.
    5 Pon tu suerte en Yahveh, confía en él, que él obrará;
    6 hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
    30 La boca del justo sabiduría susurra, su lengua habla rectitud;
    31 la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan.

  • Evangelio

    Mateo 16:13-19
    13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
    14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
    15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
    16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
    17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
    18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
    19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»

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