miércoles, 11 de noviembre de 2020

Lecturas 11 de Noviembre de 2020

 

Lecturas del día:

    Primera opción

  • Primera lectura

    Tito 3:1-7
    1 Amonéstales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades, que les obedezcan y estén prontos para toda obra buena;
    2 que no injurien a nadie, que no sean pendencieros sino apacibles, mostrando una perfecta mansedumbre con todos los hombres.
    3 Pues también nosotros fuimos en algún tiempo insensatos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.
    4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres,
    5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,
    6 que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
    7 para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna.

  • Salmo responsorial

    Salmo 23:1-6
    1 Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta.
    2 Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce,
    3 y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre.
    4 Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan.
    5 Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.
    6 Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Evangelio

    Lucas 17:11-19
    11 Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea,
    12 y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia
    13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»
    14 Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.
    15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz;
    16 y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano.
    17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
    18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?»
    19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»

  • Segunda opción

  • Primera lectura

    Isaías 61:1-3
    1 El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad;
    2 a pregonar año de gracia de Yahveh, día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran,
    3 para darles diadema en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestido de luto, alabanza en vez de espíritu abatido. Se les llamará robles de justicia, plantación de Yahveh para manifestar su gloria.

  • Salmo responsorial

    Salmo 89:2-5, 21-22, 25, 27
    2 El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mi boca tu lealtad.
    3 Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.
    4 «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:
    5 Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.»
    21 «He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido;
    22 mi mano será firme para él, y mi brazo le hará fuerte.
    25 «Mi lealtad y mi amor irán con él, por mi nombre se exaltará su frente;
    27 «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!

  • Evangelio

    Mateo 25:31-40
    31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.
    32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
    33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
    34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
    35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
    36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."
    37 Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
    38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
    39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
    40 Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."

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