Lecturas del día:
Primera lectura
Eclesiástico 50:22-2422 Y ahora bendecid al Dios del universo, el que por todas partes hace grandes cosas, el que exaltó nuestros días desde el seno materno, y que nos trata según su misericordia.23 Que nos dé contento de corazón, y que haya paz en nuestros días en Israel por los siglos de los siglos.24 Que su misericordia sea fiel con nosotros y en nuestros días nos rescate.Salmo responsorial
Salmo 138:1-51 De David. Te doy gracias, Yahveh, de todo corazón, pues tú has escuchado las palabras de mi boca. En presencia de los ángeles salmodio para ti,2 hacia tu santo Templo me prosterno. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu promesa ha superado tu renombre.3 El día en que grité, tú me escuchaste, aumentaste la fuerza en mi alma.4 Te dan gracias, Yahveh, todos los reyes de la tierra, porque oyen las promesas de tu boca;5 y cantan los caminos de Yahveh: «¡Qué grande la gloria de Yahveh!Segunda lectura
I Corintios 1:3-93 gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.4 Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús,5 pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento,6 en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio de Cristo.7 Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro Señor Jesucristo.8 El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el Día de nuestro Señor Jesucristo.9 Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.Evangelio
Lucas 17:11-1911 Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea,12 y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»14 Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz;16 y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano.17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?»19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»
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